Chueca pide consenso con La Romareda mientras crece la tensión entre PP y PSOE

Convoca un pleno la próxima semana para recabar apoyos para construir el campo de fútbol. A la espera de la financiación, rechaza cambiar de ubicación y apoya mantener el diseño de Azcárate

Vista general del estadio de La Romareda
Vista general del estadio de La Romareda
José Miguel Marco

La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, convocó este viernes un pleno extraordinario para el próximo miércoles para poner el termómetro al consenso existente en el Ayuntamiento en torno a la operación Romareda. Y lo hizo en un contexto de fuerte tensión política entre PP y PSOE, que desde que el Real Zaragoza renunció el pasado jueves a presentarse al concurso público convocado por el Consistorio para construir y explotar el equipamiento no han dejado de intercambiarse acusaciones y críticas. Eso es justo lo que ocurrió ayer.

En un tuit, Chueca pidió a los grupos municipales su apoyo para abrir un proceso de interlocución con el Gobierno de Aragón, la Diputación Provincial y el Real Zaragoza para salvar el proyecto. La portavoz socialista, Lola Ranera, expresó su malestar por enterarse a través de las redes sociales. «Usted es la que sacó adelante unos pliegos que provocaron inseguridad jurídica. Un poco de humildad y reconozca que su proyecto es fallido», escribió. No obstante, abrió la mano a un pacto.

La convocatoria pide al pleno que la solución parta del diseño que César Azcárate ha preparado para el Real Zaragoza, dado que no hay margen para un traslado del estadio a otra ubicación o para encargar otro proyecto si se quieren cumplir los plazos del Mundial 2030, al que aspira España. 

Pero además solicita que se lamente la actitud de Podemos con su recurso al Tribunal de Contratos, que fue la espita que ha propiciado la judicialización de la operación y ha impedido la obtención de la financiación. Al mismo tiempo, insta al resto de partidos a alcanzar un amplio consenso.

A la vista de las declaraciones de las últimas horas no parece fácil. Primero porque tanto el PP como el PSOE se han acusado mutuamente del fiasco. Y después por una carta del presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) y secretario general del PSOE, Juan Antonio Sánchez Quero, en la que rechazaba financiar la operación y pedía la dimisión de Chueca con duras críticas a la alcaldesa. La misiva ha sido considerada por el gobierno del PP como una ofensa institucional que de momento complica cualquier atisbo de negociación para desbloquear el estadio.

El presidente de Aragón y líder del PP, Jorge Azcón, mantuvo sus críticas a la izquierda, a la que siguió acusando de lo ocurrido por haber promovido un recurso. «Sigue torpedeando un proyecto que es necesario y que beneficia a todos. Hay que decirle basta ya de boicotear el proyecto para que hablemos del futuro», declaró. 

La respuesta del concejal de Urbanismo e Infraestructuras, Víctor Serrano, que ayer se encargó de presentar la convocatoria del pleno, tampoco fue conciliadora. Muy molesto con la actitud de Sánchez Quero, acusó al dirigente socialista de buscar la confrontación con «un tono machista y paternalista» hacia la alcaldesa Chueca que es «impropio de un cargo institucional». 

De hecho, exigió a Ranera que desautorizase al secretario general del PSOE de Zaragoza. Serrano también reclamó a los socialistas que aclaren si Lola Ranera será la interlocutora del gobierno del PP. «Nos gustaría saber con quién hay que hablar en el PSOE, si va a seguir dejando que Sánchez Quero le marque la posición o podremos cerrar acuerdos con ella», declaró.

Con estos mimbres nace la búsqueda del consenso político para que el nuevo modelo jurídico y de financiación de La Romareda prospere sin incidencias. Serrano no quiso dar pistas sobre cuál será la fórmula para salvar el proyecto y poder iniciar obras en julio del próximo año. 

Lo que está claro es que tendrá que haber aportaciones de dinero público, dado que ahora no lo pagará íntegramente el club. Apuntó que en los últimos años se han estudiado alternativas, pero no ha aclarado cuál podría prosperar. En 2020, Urbanismo preparó una modificación del Plan General para 420 viviendas que iban a servir para financiar parte del presupuesto de La Romareda, unos 60 millones. Al final no la llegó a aprobar.

Un margen de ocho meses

Reiteró que el compromiso del Zaragoza de continuar con las labores de redacción del proyecto técnico da un margen de ocho meses para cerrar un acuerdo, así como completar la tramitación urbanística para que las obras puedan empezar en julio de 2024. Preguntado por una sociedad mixta, opción que fue muy defendida por Jorge Azcón cuando era alcalde, fue prudente a la espera de que los servicios jurídicos lo analicen. «A la opinión pública hay que darle certezas», afirmó Serrano. 

Por su parte, Azcón no aclaró el alcance de la participación económica de la DGA, entre otros motivos porque prefiere esperar a que Chueca dé con la fórmula. «Es la alcaldesa quien tiene que liderar el proyecto, pero con una diferencia fundamental: el presidente de Aragón, a diferencia de lo que ocurría en el pasado, va a respaldar a la alcaldesa. No voy a poner palos en la rueda», concluyó.

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