Un nuevo impulso para la zaragozana calle de Franco y López
Una promoción inmobiliaria recién acabada y otra que empieza a vislumbrarse dan vida a la calle limítrofe con la Ciudad Jardín.
Los promotores hablan de una "ubicación privilegiada, a tan solo diez minutos del centro urbano". Los vecinos del entorno de Franco y López, por su parte, destacan que es una zona tranquila y "con servicios a tiro de piedra". Este eje de Las Delicias, entre la avenida de Valencia y Duquesa Villahermosa, está experimentando un renacimiento gracias al impulso de dos nuevas promociones, a las que podrían no tardar en sumarse otras.
Una de ellas, el primer proyecto que Avantespacia llevó a cabo en Zaragoza, ya ha comenzado a recibir a sus primeros moradores. La otra, el edificio Carmen, que tendrá áticos y dúplex con piscina privada, está asentando estas semanas sus cimientos.
Ambos edificios, en pie o en sus recreaciones, destacan en el entramado de calles de una zona residencial que se fue configurando hace casi cien años. La calle de Franco y López es justo el límite de la Ciudad Jardín, que cuenta con protección por ser un "conjunto urbano de interés". En todo este área la edificación "es de gran sencillez y amable escala, dentro de la estética populista", destacan las fichas de Patrimonio, donde se recuerda que fue allá por 1930 cuando la corporación municipal aprobó la construcción de viviendas de bajo coste en la zona llamada el Terminillo, en Las Delicias. Las nuevas promociones no son de bajo coste (la horquilla de precios de los pisos van de los 200.000 hasta los 500.000 euros), si bien el barrio también ha cambiado sustancialmente en las últimas décadas.
El primer inmueble que trata de revitalizar esta zona residencial se levanta a la altura de los números 18 y 20 de Franco y López y contempla 51 viviendas de uno a tres dormitorios en un edificio de hasta siete alturas. Se encuentra justo frente al centro deportivo municipal Ciudad Jardín, unas piscinas de gran demanda desde el pasado sábado, y desde la compañía inmobiliaria Avantespacia destacan que “se encuentra cerca del distrito de Universidad y del campus San Francisco”.
"La verdad es que la zona es muy buena y muy tranquila. Quizá falte algo de pequeño comercio, pero a pocos metros están las tiendas de Corona de Aragón, de la calle Delicias y del paseo de Calanda", comenta María Montañés, vecina de la calle Unceta, saliendo del mercado Ciudad Jardín, uno de los que más puestos y actividad conservan de la ciudad. Su compañera, Victoria Hernández, añade que, además de las piscinas, desde el nuevo edificio también se ve el recoleto parque de la Ciudad Jardín, "y en las inmediaciones hay desde un centro de salud hasta una comisaría o una iglesia moderna como es la parroquia de Montserrat".
Avantespacia insiste en las bondades de su ubicación y cita también que los hospitales (Clínico y Servet) están a pocos metros, así como el Auditorio, el campo de la Romareda, Aragonia… "Franco y López pertenece a Las Delicias por delimitación, pero en realidad es un barrio que combina parte de Universidad, parte de Las Delicias y, si me apuras, parte del Portillo y hasta del Centro", comenta Mariano Lorenzo, que lleva viviendo en la zona "desde los años 60, cuando algunas calles interiores aún estaban sin urbanizar". La mayoría de las construcciones que hoy se ven en Franco y López se levantaron entre 1956 y 1972. De aquellos años los más veteranos aún recuerdan cómo el barrio estaba encorsetado por la línea de ferrocarril de Cariñena e, incluso, alguna que otra acequia que bajaba de La Almozara.
Hoy en día Franco y López presume de sus buenas conexiones e, incluso, fue de las primeras calles hace ya una década en ver cómo se completaba su trazado de carril bici. Este se ha visto cortado e interrumpido durante los meses que han durado las obras del nuevo edificio, si bien no registra excesivos usos, a pesar de que el albergue juvenil Baltasar Gracián está en la misma calle.
"Es curioso que en los números pares hay una tipología de vivienda y, en los impares, otra totalmente distinta", incide Lorenzo, que remarca que la Ciudad Jardín (los impares) es un remanso de paz en el que parece que se haya quedado detenido el tiempo. Aquellas construcciones, inspiradas en el modelo de Ildefonso Cerdá en el plan de reforma urbanística de Barcelona, poco tienen que ver con las del otro lado de la calle, hasta la fecha, edificios levantados en los años 60, algunos de ellos promovidos por la Obra Sindical del Hogar con características similares, por ejemplo, a las del cercano grupo Severino Aznar.
El nuevo invitado al baile de la calle de Franco y López es la promoción bautizada como Carmen y cuyas bondades se ven en la web de Casa Inmobliaria. De momento, tras el movimiento de tierras a la altura del número 32, ya se ven los primeros grandes pilares de hormigón encofrado, los mismos que en unos meses están llamados a transformarse en un singular edificio en chaflán, con "18 viviendas innovadoras, con gimnasio equipado y zona ‘wellness’ de sauna", explican desde la promotora. Otras de sus apuesta son la eficiencia energética, así como el cuidado diseño visible en sus fachadas o en los áticos de lujo que tienen, incluso, piscina privada.
