Un rincón andaluz en el corazón del Arrabal: “En Sevilla iba a ser un sevillano más con otro bar”
Con motivo del quinto aniversario de Antoñito's bar El Sevillano en Zaragoza, el hostelero lo celebró con rumbas y productos típicos de su tierra.
Zaragoza cuenta con una amplia variedad de opciones en lo que a gastronomía se refiere y son muchos los reclamos locales que hacen de esta tierra un punto de encuentro para paladares exquisitos. Sin embargo, haciendo alarde de aquella afirmación que dice que en la variedad está el gusto, hace más de una década un joven andaluz eligió la capital aragonesa como la ciudad en la “volver a empezar”. Y qué mejor que hacerlo cumpliendo uno de sus sueños: tener un bar.
“A lo largo de mi vida he sido mecánico, carnicero y militar. Llegó un momento en el que sentí que quería cambiar de aires, tener más tiempo para pasar con mi familia y trabajar para mí. Pensé que Zaragoza, donde hice la formación militar, podría ser un buen lugar para empezar”, recuera José Antonio Riscart. Así abrió sus puertas hace más de una década Antoñito's bar El Sevillano, local que regenta desde sus inicios en el corazón del Arrabal. “Abrí el primero en la calle Valle de Zuriza y también regenté un tiempo la Casa de Andalucía, pero con la pandemia lo tuve que dejar”, reconoce.
Hace justo cinco años se mudaba a la ubicación actual en la denominada plaza del Dragón, al principio de la avenida de Cataluña. La crisis sanitaria les dejó en una situación muy comprometida, por eso, una vez superada; decidieron que cada año era una buena excusa para celebrar, sobre todo con quienes hacen posible que cada día se levante la persiana del bar: “Soy sevillano y eso no se olvida. Pero me siento parte del barrio y de la ciudad”.
“Nosotros ponemos el corazón, pero nuestros clientes lo hacen realidad”, reconoce. Por eso, el pasado 6 de mayo, a las 13.00, el Arrabal de Zaragoza sonaba a rumbas y sabía a tortillas de camarón, pescaíto frito y cigalas. “Y esto no ha hecho más que empezar”, afirmaba, emocionado. Tan solo una pequeña muestra de los productos que pudieron degustar los más de 50 invitados a esta fiesta tan especial.
“También era una forma de organizar nuestra propia feria de abril en la ciudad. Quería celebrarlo con la gente de siempre, los clientes de toda la vida, los que me han apoyado desde que abrí aquí, en esta esquinita en la avenida de Cataluña; pero también desde que abrí mi primer local”, explica.
Sabores del sur
Ubicado en el 15 de avenida Cataluña, el hostelero cuenta con una amplia carta de productos típicos de su tierra que, asegura, difícilmente se encuentran en otros lugares de la ciudad. Destacan el rabo de toro, el ‘pescaíto frito’, sus papas con mojo picón, una amplia variedad de ‘tostaítas’ y las tortillas de camarón o el solomillo al whisky de carne ibérica preparado a la brasa: “Desde que llegué tuve claro que diferenciarse era fundamental”.
Tras un completo menú, la celebración continuaba en el interior del bar de la mano de algunos integrantes del grupo ‘Almendra Garrapiñá’, a ritmo de rumbas y sevillanas. En un local amplio y luminoso vemos un curioso mural que fusiona la basílica del Pilar con la Torre del Oro de Sevilla, separadas por un río. Mientras atiende a sus clientes de diario, tanto Antonio como el resto de su equipo lucen una camiseta que reza “De Triana al cielo”.
Y es que, a pesar de la distancia, Antoñito no ha perdido ni el amor por su tierra, ni el acento: “En Sevilla iba a ser un sevillano más con un bar más. Aquí podía hacer las cosas distintas”.
