La punta de la crecida deja más de un metro de agua en el aljibe de la Aljafería

La punta de la crecida extraordinaria del Ebro llegó ayer a Zaragoza generando una gran expectación. Durante todo el día fueron muchos los curiosos que se acercaron a los puentes de cruzan el río en la capital aragonesa para observar la fuerza y la velocidad con la que discurría. Y aunque llegó con un caudal menor de lo previsto (2.100 m3/s frente a los 2.448 mr/s correspondientes a la riada de 2015 ), no quitó para que causara numerosas afecciones.

El agua anegó 3.000 hectáreas del término municipal, obligó a desalojar a 200 personas de barrios rurales, 300 cabezas de ganado y 250 perros de centros caninos próximos al cauce y a los bomberos a realizar más de 500 servicios, según el balance de incidencias por la avenida del Ebro que ha desgranado este miércoles el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón.

Las consecuencias de esta crecida extraordinaria del Ebro todavía también afectaron a los patios de recreo del colegio Jerónimo Zurita, que este martes amanecían cubiertos de agua, por lo que los alumnos no pudieron asistir presencialmente a clase. El agua también se coló, por ejemplo, en la planta baja del Club Náutico. En el caso del restaurante Aura, la zona del jardín quedó totalmente inundada. Las aguas del Ebro también se extendieron por los terrenos del Club Deportivo Helios y del Tiro de Pichón. Pero además, el nivel freático del río provocó que el agua acabara colándose en sótanos y garajes de las zonas más próximas a la ribera.

La riada también se ha hecho notar en uno de los monumentos más destacados de Zaragoza, el Palacio de la Aljafería. Allí, la punta de la crecida ha dejado más de un metro de agua en el aljibe, que corta la capa freática del río, tal y como explican en la cuenta oficial de Twitter de la Aljafería. De origen musulmán, ya en el siglo XI garantizaba el suministro de agua a los habitantes del palacio. 

Se encuentra en la torre del Trovador (la que inspiró la ópera de Verdi). A través del primer piso del palacio se llega por un estrecho corredor a este aljibe que, con una profundidad de 12 metros y cinco metros de diámetro, llega hasta las capas freáticas del río. "Cuando lleva mucho caudal, hay agua en este pozo", explican en las visitas guiadas. Unas escaleras de caracol permiten intuir dónde queda su fondo.

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