A terapia por el 'Candy Crush'... en Zaragoza

Enganchados a las apuestas, a la droga... y ahora también a los teléfonos móviles. Los centros de tratamiento de adicciones de Zaragoza ya atienden los primeros casos por el abuso de las nuevas tecnologías. La mayoría son jóvenes que no pueden vivir sin su 'smartphone', y aunque de momento son pocos los casos, los expertos temen que irá a más.

En la sede de Azajer, la Asociación Aragonesa de Jugadores de Azar en Rehabilitación, son bien conscientes de esta nueva problemática. Su presidenta, Ester Aguado, asegura que “hay muchísima gente que está enganchada al móvil”. En sus sesiones de terapia, independientemente de la adicción que se trate, está prohibido su uso, y “muchos participantes sufren”.

De hecho, ya han atendido a personas adictas al teléfono, en muchos casos procedentes de las apuestas deportivas y el juego. “Hemos tratado a gente por el Cundy Crash. Cuando se quedan sin dinero apostando, se enganchan a estos juegos que son gratuitos”, explica Aguado.

En primer lugar, “eliminamos los juegos del móvil gracias a una aplicación, que da una clave de acceso a la persona que hace el seguimiento” del afectado, normalmente un familiar. Además, se fomenta la conversación personal, el deporte como medio de socialización... “No demonizamos la tecnología, pero hay que usarla con sentido”, reclama la presidenta de Azajer.

No en vano, el consumo de megas en los teléfonos aragoneses se ha incrementado en un 28% en el último año, pasando de 425 MB a 545 MB según un reciente estudio, mientras el consumo de voz y mensajes de texto -sustituidos en muchos casos por aplicaciones online- ha caído.

En cuanto al uso del móvil por edad, los usuarios aragoneses de 15 a 20 años son los que más hablan por teléfono y también los que más datos consumen. Según los datos del Observatorio Aragonés de la Sociedad de la Información (OASI), hasta el 44% de los menores de entre 11 y 14 años tienen perfil en alguna red social, uno de los principales usos en la actualidad de los 'smartphone'.

De ahí que los psicólogos reclamen mayor implicación por parte de los padres. “Deben ver que sus hijos tienen un problema y actuar para atajarlo”, piden desde Azajer.

En los últimos dos meses, en el Centro Municipal de Atención y Prevención de las Adicciones de Zaragoza (CMAPA) ya han intervenido en siete casos. “Últimamente nos llegan muchas llamadas de padres preguntando qué hacer con sus hijos, de entre 14 y 22 años, porque tienen síntomas de adicción”, explica Alberto Beltrán, psicólogo del centro.

“Nos hablan de muchas horas de consumo del móvil, lo que se refleja en un daño académico, aislamiento del joven, irritabilidad...”, apunta. En las intervenciones se analizan aspectos como el tiempo que dedican al día a las nuevas tecnologías, con qué fin las utilizan, qué actitud tienen hacia ese uso -si, por ejemplo, les sirve de refugio personal- y qué consecuencias se desencadenan -como obtener malos resultados escolares-.

En función de estas y otras variables se establece la gravedad de la adicción, aunque en la mayoría de casos, como señala Beltrán, “bastan dos o tres sesiones para establecer una serie de pautas” y reconducir la situación, por lo que no hacen falta tratamientos más específicos. “Lo importante es que puedan reconocer que existe un problema y que ellos pueden tener un papel en su solución”, concluye el psicólogo.

Pendientes de las subvenciones

Por otro lado, asociaciones como Azajer, pero también otras relacionadas con la prestación de servicios sociales, están pasando por una delicada situación económica debido al retraso en la convocatoria de subvenciones por parte del Departamento de Sanidad de la DGA. “No sabemos cómo vamos a llegar a final de año”, lamenta Ester Aguado, la presidenta de esta asociación que en la actualidad atiende a cerca ce 90 pacientes.

“Es un problema muy importante, porque hay mucha demanda”, critica. El auge del juego online lo refleja. En el año 2011, la cantidad apostada por los aragoneses en este tipo de juegos era de casi 6,5 millones de euros. Tres años después, en 2014 es de 37,6 millones de euros, lo que supone un aumento del 584%.