Proyecto Hombre alerta del peligro de la falta de ayuda a la atención de adicciones

Señalan que la drogadicción podría volver a ser un problema de seguridad ciudadana como en los 80.

La drogadicción no debe volver a ser, como consecuencia de la reducción de las subvenciones públicas y las ayudas, un problema de seguridad ciudadana como lo fue en los años ochenta del pasado siglo, ha advertido este miércoles la Confederación de Entidades para la Atención a las Adicciones- Proyecto Hombre.


La advertencia la ha hecho Jesús Sánchez Felipe, director del Centro de Solidaridad-Proyecto Hombre de Zaragoza, durante la presentación de la memoria de cuentas y actividades llevadas a cabo por la confederación el pasado año, en el que atendieron a 7.094 personas.


Sánchez ha sido tajante: "no podemos, ni debemos cargarnos" lo que se ha hecho en esta materia en los últimos treinta años, un sistema normalizado de atención de las adicciones puesto en marcha con mucho esfuerzo y con la implicación de los servicios públicos sanitarios, ha añadido.


Hace tres décadas, el problema de la droga era el tercero que más preocupaba a los ciudadanos, después del paro y el terrorismo, y ahora ocupa el puesto 29 o 30 en los sondeos del CIS, por lo que "algo hemos hecho bien", ha destacado Jesús Sánchez.


La memoria refleja una caída de las subvenciones públicas y del montante de los servicios concertados con la administración en un 17,28% con respecto al año pasado, al pasar de 8.179.735 euros a 7.955.539. También han descendido las subvenciones privadas en un 24,75%, desde 1.085.266 euros a 677.944, mientras que, por contra, las donaciones se han incrementado en un 39,07%, de 1.434.657 euros a 1.762,296.


El ejercicio de 2013 lo cerró la confederación, de la que forman parte organizaciones de Cataluña, el País Vasco, Aragón, Zamora y Badajoz, con unos gastos de 10.275.471 euros y unos ingresos de 10.395.781, de los que 7.955.539 procedieron de subvenciones públicas.


La memoria resalta el tratamiento de las adicciones a la cocaína y el alcoholismo, con un aumento importante entre las mujeres, que siguen siendo las patologías que se tratan en los centros que integran la organización, según María Roig, coordinadora de la confederación.


Del total de atenciones realizadas el año pasado, 3.662 fueron a personas drogodependientes, 240 de ellas en prisión, 2.007 a familiares, 761 a adolescentes con comportamientos de riesgo y 664 correspondieron a consultas de orientación e información.


El 79,16% de las personas atendidas fueron hombres, un 61,60% de entre 30 y 50 años; un 32,36% por consumo de cocaína; un 57% estaba en paro y un 13,50% sin domicilio fijo; mientras que un 32,8% se presentaron con patología dual.


Un dato relevante ha sido el aumento de mujeres que acudieron el año pasado a los centros, ya que supusieron el 30,48%, frente al 14,79 del año anterior, y con el alcoholismo como principal problema, una adicción que ya supone el 27,73% de las que se tratan en los centros.


Un 30,9% de las personas atendidas lo son en centros de la organización, donde cumplen una estancia media de 136 días, un 12,2% en programas de atención con metadona y un 3,3% en prisión, que se ha quedado en los dos últimos años sin subvención, ha lamentado Sánchez.


Por otra parte, el año pasado atendieron a 761 menores, 194 de ellos chicas, que, además de por el consumo de drogas, demandan atención por distintas problemáticas personales o familiares como el fracaso o acoso escolar. Y mientras han bajado respecto al año anterior las atenciones a este colectivo por consumo de drogas en un 15,76%, los problemas de índole personal y familiar han crecido un 7,92 y un 12,1%, respectivamente.


Los responsables de la confederación han hecho un llamamiento para que el tratamiento de las adicciones se afronte desde un punto de vista "biopsicosocial" frente a los programas "muy medicalizados", aunque las medicinas son necesarias.