La exalcaldesa de La Muela afirma que está "bastante cansada" de querellas

Marisol Aured  recuerda que desde que dejó de ser testigo protegido en la Operación Molinos ha recibido ocho denuncias y en siete de ellas la Justicia le ha dado la razón.

Marisol Aured, en la Audiencia Provincial de Zaragoza, junto con el acusado Luis Miguel Bolea.
Marisol Aured, en la Audiencia Provincial de Zaragoza, junto con el acusado Luis Miguel Bolea.
Oliver Duch

El juicio que se ha celebrado durante los tres últimos días en la Audiencia Provincial de Zaragoza contra la exalcaldesa de La Muela Marisol Aured, y el gerente de la empresa Seula, Luis Miguel Bolea, ha quedado este miércoles visto para sentencia. 

La Fiscalía y la acusación particular, ejercida por el Ayuntamiento de La Muela, han mantenido en sus informes que cuando los acusados firmaron un acuerdo extrajudicial sobre el contrato que la concesionaria del servicio de recogida de basuras tenía desde 2005 modificaron las condiciones del mismo de manera unilateral y sin someterlas al pleno municipal. En su opinión, esas nuevas condiciones supusieron para el consistorio un perjuicio de unos 400.000 euros, según la Fiscalía, y de cerca de 600.000, según la acusación particular. Por eso, les hacen responsables de delitos de prevaricación, exacción ilegal y malversación de caudales públicos y solicitan penas de entre cuatro y seis años de cárcel para Marisol Aured y de entre dos y tres para el empresario.

Las defensas, por su parte, han mantenido todo lo contrario, que la exregidora logró un buen acuerdo para el municipio, resolvió extrajudicialmente un pleito que ya estaba perdido y consiguió una quita de 300.000 euros sobre los 1,1 millones que el Ayuntamiento debía a Seula. Y, sobre todo, han insistido en que no hubo ninguna modificación del contrato -lo que hubiera obligado a pasarlo por el pleno- sino una actualización de los precios con los índices del IPC y el tipo de IVA que varió a lo largo de los años y no se había aplicado. Por eso, han solicitado su absolución.

Al termino de los informes, Marisol Aured (PP), sucesora de María Victoria Pinilla (PAR), a la que denunció a finales de 2007 por irregularidades en su gestión y dio origen a la Operación Molinos,  ha hecho uso de su derecho a la última palabra para decir que está ya "muy cansada" de querellas.  

"Estoy cansada, estoy bastante cansada. Desde que dejé de ser testigo protegido por la denuncia de la Operación Molinos yo he sufrido ocho querellas. En las siete anteriores la Justicia me ha dado la razón y esta es la octava, con el sufrimiento que conlleva pasar por el juzgado tantas veces y ustedes -dirigiéndose a los magistrados- lo saben mejor que nadie". "Yo no sé si fue el procedimiento más ortodoxo para resolver aquel asunto -ha continuado- dada la situación caótica que teníamos en el Ayuntamiento de La Muela, y con el consiguiente peligro que llevaba el convivir con imputados y, además, gobernar rodeada de imputados". Tras plantear esta cuestión, la exregidora ha concluido defendiendo su labor al frente del Ayuntamiento y queriendo dejar claro que siempre ha trabajado con "transparencia" y "defendiendo el interés general". "Eso es lo que me ha marcado siempre en mi vida y más, en mi actuación en el Ayuntamiento, tanto en la oposición como en la alcaldía. Eso es lo que quiero dejar claro y, desde luego, pedir la absolución", ha terminado.

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