Así estaban los pilares maestros del edificio que se derrumbó en el centro de Teruel

Presentaban un aspecto frágil con descorchones. El Colegio de Arquitectos de Aragón subraya que es pronto para saber las causas concretas del colapso.

Los pilares presentaban numerosos desconchones y desprendimientos
Los pilares presentaban numerosos desconchones y desprendimientos
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Los pilares maestros que se derrumbaron el pasado martes provocando el hundimiento de la finca situada en el número 21 de la calle San Francisco de Teruel presentaban un aspecto frágil y con numerosos desconchones y desprendimientos, según se desprende de las fotos tomadas por uno de los vecinos del edificio poco antes del siniestro y que han sido compartidas por redes sociales.

El inspector de la Policía Local de Teruel Ángel Loras, que participó en la evacuación del inmueble, describió estos soportes como si fueran “de papel de fumar”. El deterioro de estos apoyos, unido al efecto de las persistentes filtraciones procedentes de la red de saneamiento y también de las aguas pluviales de las últimas tormentas propiciaron el colapso del edificio, que dejó sin sus hogares a 21 familias. Afortunadamente, no hubo daños personales.

"Es pronto para saber las razones concretas"

La presidenta de la Demarcación de Teruel del Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón, María Castel, cree que la premura con la que se desplomó un edificio una vez que había quedado vacío "podría indicar que el fallo estructural pudo deberse a una causa activa y no a un proceso lento".

Aunque Castel reconoce en un comunicado que "es pronto para saber cuáles han sido las razones concretas", el análisis preliminar de algunos pilares, las filtraciones de agua a través de los muros de contención con la calle San Francisco o los vídeos del rápido desplome del edifico "parecen indicar que el colapso se debe a un fallo en el terreno".

El suceso no ha provocado daños personales, han sido evacuadas 21 viviendas

Según el Colegio de Arquitectos, la antigüedad del edificio, 49 años, o el desnivel entre las calles en que recaen sus fachadas "en principio no suponen un factor de riesgo", además de que todavía quedaba un año para que fuera obligatoria su inspección técnica.

El órgano colegial apunta que tras las labores de desescombro se podrán analizar los restos de la estructura y cimentación y estudiar las condiciones del terreno para su análisis por parte de equipos multidisciplinares de arquitectos y geólogos, entre otros.

"Conforme avance la retirada de los restos del edificio se irá teniendo más información para que los profesionales involucrados en su estudio puedan sacar conclusiones", apuntan los arquitectos, que recomiendan, no obstante, realizar catas en la calle "para determinar si pudiera existir alguna fuga en las redes municipales que pudiese haber contribuido al siniestro, y evitar así que otros edificios colindantes pudiesen resultar afectados".

Quejas solo por filtraciones

Por su parte, la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, ha asegurado este miércoles que la corporación que preside había recibido avisos de los vecinos del edificio derrumbado por posibles filtraciones de agua, pero no por daños estructurales, como han afirmado algunos propietarios afectados.

Buj ha explicado que tiene constancia de que el pasado viernes 9 de junio representantes de los vecinos del inmueble acudieron al consistorio para hablar con el concejal de Infraestructuras y dieron un aviso por filtraciones de agua, “que se trató como tal, y ese viernes por la tarde ya estaba la empresa de aguas trabajando”.

La alcaldesa ha indicado además que el martes por la mañana se pasó una cámara por las tuberías para intentar averiguar de dónde venían esas filtraciones, “por lo tanto ese aviso estaba atendido y lo que trato de averiguar es si había habido avisos anteriores”.

Ante las preguntas de los periodistas sobre si se había llevado a cabo un control municipal del estado estructural del edificio, Emma Buj ha insistido en que el aviso del que tiene constancia es el referente a las filtraciones de agua, “que se estaba tratando como aviso de filtraciones de agua”.

Buj ha reconocido que el miércoles se produjo una llamada desde un inmueble cercano, situado en el número 3 de la calle San Francisco, en la que se explicaba que había filtraciones y en la que se alertaba del mismo problema en otras fincas de la calle, como el número 21, el edificio que finalmente se derrumbó.

Emma Buj no ha querido pronunciarse sobre las posibles causas del derrumbe “porque esto será un trabajo complejo”, pero ha explicado que ha dado instrucciones para que se lleven a cabo con personal especializado, se tomen muestras del edificio y se hagan las peritaciones pertinentes.

Evaluación de los edificios colindantes

Este miércoles, los bomberos de la Diputación de Teruel han inspeccionado los edificios colindantes, junto a los técnicos municipales, para valorar su situación y han acompañado a vecinos desalojados de esas viviendas para recoger aquellos enseres y pertenencias que necesiten con más urgencia. Se trata de seis inmuebles, los tres colindantes a cada lado de que ha colapsado.

El Ayuntamiento de Teruel ha habilitado el número de teléfono 689 11 67 58 para los afectados, les ha procurado un alojamiento y ayuda psicológica, para lo que también se ha pedido el apoyo del Gobierno de Aragón.  

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