Un edificio de 5 plantas se derrumba sin víctimas en el centro de Teruel y deja a 21 familias sin hogar

Los crujidos y sacudidas que sufrió el inmueble forzaron la evacuación de sus 45 vecinos en 50 minutos.

Se derrumba un edificio de 5 plantas en Teruel
Se derrumba un edificio de 5 plantas en Teruel
Antonio García/Bykofoto

Un edificio de cinco plantas se derrumbó en la calle San Francisco de Teruel a las 11.25 de este martes sin causar daños personales aunque arrasando las viviendas de 21 familias, que tuvieron que ser desalojadas a toda prisa ante los alarmantes síntomas de colapso del inmueble desde las 10.35. El derrumbamiento obligó a evacuar por precaución las tres casas precedentes y las tres siguientes con un balance de cientos de personas expulsadas de sus hogares por tiempo indefinido.

El operativo de rescate se activó a las 10.35 a raíz de la llamada de un vecino al teléfono de emergencias 112 para alertar de que escuchaba crujidos alarmantes en la casa, se abrían grietas en las paredes y se detectaban otros daños estructurales, sobre todo en los pilares de las plantas inferiores. Cuando, a las 11.25 se completaba el desalojo de la finca siniestrada y de las dos colindantes, se produjo el derrumbamiento, que llenó de estruendo y polvo la céntrica calle de San Francisco.

Tras el hundimiento del inmueble, se sucedieron las escenas de llanto y abatimiento entre los 45 vecinos de la casa desplomada, que, como explicó uno de los afectados, lo perdieron "todo". En unos segundos se quedaron sin sus hogares, sus muebles, sus documentos, recuerdos familiares y, en algunos casos, hasta sin sus mascotas, atrapadas por el repentino colapso de la finca, un inmueble construido en 1974.

Los desojados

En el desalojo intervinieron las policías Nacional y Local y los bomberos de la DPT. Uno de los agentes que evacuaba la finca situada en el número 19 de la calle San Francisco -contigua a la derrumbada y que presenta también daños estructurales-, el inspector de la Policía Local Ángel Loras, contó que estaba "sacando gente" de la casa cuando tuvo que abandonarla rápidamente porque "se oían unos crujidos bestiales" y al instante "la casa del lado se ha derrumbado".

Loras recordó que una llamada de alerta advirtió de que el inmueble del número 21 había registrado una sacudida y hubo que desalojarlo "urgentemente", al igual que las colindantes. "Estábamos sacando al último ocupante de la casa del número 19 y confirmando que no había nadie más en el inmueble cuando se ha derrumbado el número 21", relató el policía. Tuvo tiempo de ver los pilares maestros del inmueble derrumbado, que estaban "totalmente destrozados, como papel de fumar". Al desintegrarse, las sucesivas plantas cedieron también.

Los bomberos de la DPT requirieron de la colaboración de la unidad canina de la DPZ. En torno a las 16.00 y tras sucesivas pasadas por el montón de cascotes a que quedó reducido el bloque hundido, los perros adiestrados en la localización de desaparecidos se confirmó que, afortunadamente, no había daños personales en el siniestro.

El jefe de intervención de la zona Oeste del Servicio de Bomberos de la DPT, José Luis Alejos, explicó que, al recibir la llamada de un vecino del número 21 para alertar de los indicios de peligro, los bomberos le instaron a evacuar sin más demora. Alejos señaló que, desde el primer momento, todo apuntó a que no había personas atrapadas pero se optó por confirmar este extremo con los perros adiestrados de la DPZ. 

VÍDEO EN EXCLUSIVA: El suceso no ha provocado daños personales, tras ser evacuadas 21 viviendas

El bombero explicó que, como medida de precaución, se cortó el flujo eléctrico en el tramo afectado por el derrumbamiento. Adelantó que, posiblemente, el ático de la finca del número 19 tendrá que ser demolido de forma controlada al haber resultado gravemente dañado por el desplome de la casa contigua. A las 15.20, empezaron las labores de desescombro en la calle San Francisco, aunque la circulación sigue cortada.

El suceso no ha provocado daños personales

Entre los testigos del colapso del edificio, estuvo la alcaldesa, Emma Buj, alertada por una llamada de la Policía Local. Buj vio como la cornisa se caía y tras ella todo el inmueble. "Estaba en la acera de enfrente cuando la casa se ha caído y hemos tenido que salir corriendo", relató.

Una de las primeras medidas habilitadas por el Ayuntamiento fue habilitar un teléfono de contacto para los afectados, el 689 11 67 58, y poner en marcha el operativo de realojo para los desalojados. "Lo primero es atender a los afectados a través de los servicios sociales y con psicólogos porque son familias que han perdido sus casas y sus pertenencias" y que están en "shock". No se quiso pronunciar sobre las causas del hundimiento porque hay que "investigarlas". Indicó que la empresa municipal de aguas trabajaba ayer para cortar las filtraciones de los bajos cuando sobrevino el derrumbamiento. Matizó, no obstante, que durante las tormentas ha entrado agua a numerosos bajos de edificios "y no han colapsado".

El aviso por tormentas en la Ibérica zaragozana que presagiaba una tarde de mirar al cielo ha acabado por confirmar los peores augurios en algunas zonas.

Los vecinos denunciaron que desde hace al menos 12 días habían comunicado al Ayuntamiento la existencia de filtraciones copiosas de aguas fecales y pluviales hacía las plantas inferiores de la casa. El pasado viernes, un grupo de vecinos se reunió con el concejal delegado de Infraestructuras, Juan Carlos Cruzado, para trasladarle la misma preocupación. Los damnificados criticaron que a pesar de sus sucesivas alertas sobre los desperfectos el problema de las humedades no se zanjó y, finalmente, se ha producido el derrumbamiento de todo el inmueble.

Las 21 familias que perdieron sus casas fueron alojadas de forma provisional en la cercana delegación territorial del Gobierno aragonés, donde recibieron una primera atención psicológica con la colaboración de los servicios sociales del Ayuntamiento de personal de la Comarca de Teruel. Posteriormente, los vecinos que lo solicitaron fueron trasladados al centro de día Santa Emerenciana para comer.  Finalmente, 54 personas sin alternativa residencial fueron alojadas en el colegio de San Nicolás de Bari. Por otro lado, la Federación de Asociaciones Vecinales hizo una llamada a voluntarios para colaborar de algún mudo en la atención de los desalojados.

La concejala saliente de Servicios Sociales, Nuria Tregón, explicó que el Ayuntamiento procuró la atención básica a los damnificados, como alimentación, ropa y alojamiento. Señaló que el Obispado ofrecio la residencia del Seminario para acoger a familias que han perdido sus casas o que las han tenido que evacuar. También Cáritas ofreció su colaboración. Por otro lado, la Federación de Asociaciones Vecinales hizo una llamada a voluntarios que estén dispuestos a colaborar de algún mudo en la atención de los desalojados.

Para coordinar la respuesta ante la catástrofe se reunió por la tarde el Centro de Coordinación Operativa (Cecop), presidido por la consejera de Presidencia en funciones, Mayte Pérez. La DGA ofreció 10 viviendas del parque de maquinaria para el realojo, al igual que 80 plazas en residencias del Departamento de Educación. La DPT se mostró dispuesta a ceder tres pisos con el mismo fin. Entre las fincas desalojadas, figura la sede del servicio de Medio Ambiente, que tuvo que trasladar la emisora de prevención y lucha contra incendios a una sala de la cercana Delegación Territorial del Gobierno de Aragón.

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