Los afectados por el derrumbe del bloque de viviendas de la calle San Francisco de Teruel silbaron y abuchearon este martes por la noche a la alcaldesa, Emma Buj; al concejal de Infraestructuras, Juan Carlos Cruzado; y a la concejala de Seguridad Ciudadana, Ana Oliván, cuando estos salieron de la Casa Consistorial tras haber mantenido allí una reunión con distintas entidades e instituciones sobre el grave suceso registrado.

Concentrados ante la puerta del Ayuntamiento, los más de 300 manifestantes recibieron a Buj y a su equipo con gritos de "¡fuera!", "no tenéis vergüenza" y "queremos soluciones concretas". Algunos de los participantes entablaron una fuerte discusión con Emma Buj y Juan Carlos Cruzado, a quienes reprendieron "por no haber tomado medidas para evitar el derrumbe o al menos para permitirnos salir de casa con una maleta".

La disputa alcanzó un tono bronco y muy tenso cuando varios de los afectados mostraron su disconformidad por haber sido enviados al albergue que Cáritas tiene en el antiguo colegio San Nicolás de Bari para pasar las próximas noches, a la espera de que el Ayuntamiento busque una solución habitacional permanente. 

José María Luz, de 75 años, apoyado por su familia, se quejó de que, pese a ser diabético, tendría que pernoctar en dicho refugio "con un bocadillo como cena". Muy indignados, los manifestantes espetaron a la alcaldesa que, o los alojaba en un hotel o estaban dispuestos a plantarse en su casa toda la noche. Finalmente, los ánimos se calmaron un poco y unos y otros se emplazaron a una reunión esta tarde en el Ayuntamiento para analizar la situación.

Fotos de la protesta de afectados por el derrumbe de un edificio en Teruel

En la concentración, muchos de los afectados lamentaban haber perdido a sus mascotas y explicaron que todos ellos habían tenido que comprarse ropa después de haber dejado su casa "con lo puesto". Buj destacó que el Ayuntamiento ha atendido a los desalojados "desde el minuto uno" y explicó que los escombros de las 21 viviendas irán a un recinto municipal en el que los inquilinos podrán buscar algunos de los enseres que han perdido.