Arrancan por fin las obras para abrir el cañón de Añisclo: "Perdemos visitantes cada año"
La carretera que da entrada a uno de los sectores del Parque Nacional de Ordesa lleva cerrada desde octubre de 2022. El alcalde de Fanlo lamenta los graves perjuicios para el turismo un verano más.
Justo nueve meses después de que un gran desprendimiento cortara la carretera del cañón de Añisclo, el principal acceso a este sector del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, han comenzado las obras para poder reabrir el paso. La carretera está cerrada desde el 24 de octubre de 2022 a causa de un gran socavón provocado por la caída de piedras y hasta ahora no se ha podido empezar a trabajar por el largo proceso administrativo para obtener los permisos.
Los trabajos se prolongarán, como mínimo dos semanas, eso si el tiempo es benévolo. "Confío en que las obras no duren mucho", ha comentado el alcalde de Fanlo, Horacio Palacio, quien se lamenta de que el cañón ha vuelto a estar cerrado durante la mayor parte de la temporada alta para el turismo. Y no es la primera vez. Este acceso al valle de Vió y a la zona de Añisclo estuvo clausurado durante dos años, entre 2017 y 2018, debido al peligro de derrumbe de un túnel, donde hubo que hacer un proyecto de reparación por casi 2 millones de euros.
Las obras actuales comenzaron el pasado lunes, con la cimentación de la ladera que va a parar al río. Según la Dirección General de Carreteras, ya se habían emprendido anteriormente pero hubo que pararlas después de las tormentas para evitar accidentes por los desprendimientos.
Esta es una carretera estrecha de montaña donde se producen continuas caídas de piedras desde la margen izquierda, con paredes de casi 100 metros. El protocolo de seguridad marca que los trabajadores deben esperarse tres días tras un episodio de lluvias. De hecho, en 2019, una vigilante de Ordesa resultó herida de gravedad al caerle en la cabeza una piedra cuando limpiaba un desprendimiento en Añisclo.
El tráfico alternativo se desvía por el valle de Vió, a través de la carretera que discurre entre Puyarruego, Buerba y Escalona. Ha sido necesario parar las obras que se iban a realizar en el tramo final, entre La Tella y San Urbez, para evitar la asfixia del sector turístico de Vió y Puértolas. Este sector del Parque Nacional recibe unos 140.000 visitantes al año.
"Se están perdiendo unos 20.000 visitantes al año por los problemas en los accesos al cañón de Añisclo, y luego será difícil recuperarlos", asegura el alcalde de Fanlo, recordando el prolongado cierre en 2017 y 2018. "Si hay que arreglar una carretera no hay otra solución, pero al menos pedimos agilidad". Palacio tiene previsto celebrar una reunión con los hosteleros ya que a todo esto se suma el cierre del puente de Nerín en septiembre, durante unos dos meses, para acometer un ensanchamiento, obras que ejecutará la Diputación de Huesca.
"Va a ser un año muy complicado, esperemos que todo esto sirva para mejorar los accesos e intentar recuperar las visitas porque es un sector del Parque Nacional muy castigado, olvidado, y es necesario poder ofrecer unas condiciones dignas a los visitantes", ha declarado Horacio Palacio.
