La Guardia Civil auxilia a un perro enriscado en un barranco de Guara

Unos agentes que estaban realizando unas prácticas respondieron a la llamada de socorro de un cazador que pidió ayuda para sacar al animal de una cueva.

El perro fue evacuado en el helicóptero de la Guardia Civil.
El perro fue evacuado en el helicóptero de la Guardia Civil.
Guardia Civil

La Guardia Civil de Montaña tuvo que acudir en auxilio este fin de semana de un perro que se había quedado enriscado en un barranco de la Sierra de Guara. Ocurrió el sábado, el mismo día que se produjeron otros tres rescates en el Pirineo en los que el Greim rescató a dos montañeros arrastrados por una avalancha, a un escalador en hielo y a otra persona accidentada en la Mesa de los Tres Reyes. 

Fue un cazador el que a las 8.00 llamó a la Guardia Civil para pedir auxilio porque había extraviado a su perro, al que luego pudo localizar después enriscado en una zona del Barranco los Oscuros de Balcés (Huesca), en la sierra de Guara. El animal no podía salir por sus medios.

El perro fue encontrado por los guardias escondido en una cueva.
El perro fue encontrado por los guardias escondido en una cueva.
Guardia Civil

Especialistas del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña con base en la capital oscense, que tienen asignados los rescates en la sierra de Guara, se encontraban en la zona realizando unas prácticas. Ellos se dirigieron al lugar en un vehículo oficial, y una vez localizado el animal, montaron un rapel para acceder hasta él, encontrándolo dentro de una cueva. Tras colocarle un arnés, se contrapesó al animal hasta un punto de reunión, logrando dejarlo en sitio seguro y entregarlo ileso en el momento a su dueño.

Este tipo de rescates de animales, sobre todo perros de caza o mascotas que acompañan a montañeros y sufren un percance, son relativamente frecuentes. Uno de los últimos se llevó a cabo el pasado mes de diciembre en el cañón de Añisclo (Fanlo). Fue una operación complicada pero se consiguió salvar la vida del perro, que se había caído por un cortado de 30 metros cuando paseaba con su propietario. Al parecer, iba suelto y se escapó siguiendo el rastro de un animal hasta que desapareció por un precipicio. Ocurrió dentro de los límites del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, donde está prohibido llevar a los perros sin atar, por lo que su dueño acabó siendo denunciado.

 

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