Análisis

Estos son los principales conflictos de PP y Vox en Aragón: de la inmigración al trasvase

Las discrepancias entre PP y Vox por la política migratoria han abierto un frente entre los dos socios del Gobierno autonómico. Pero no ha sido el único desencuentro.

El presidente aragonés, Jorge Azcón (PP), ha comparecido este lunes acompañado por su vicepresidente, Alejandro Nolasco (Vox), para anunciar la petición de una Confederencia de Presidentes.
El presidente aragonés, Jorge Azcón (PP), ha comparecido este lunes acompañado por su vicepresidente, Alejandro Nolasco (Vox), para anunciar la petición de una Confederencia de Presidentes.
Guillermo Mestre

PP y Vox se volverán a ver las caras este miércoles para someter a examen el estado de salud de la coalición de Gobierno en Aragón, justo en los días que se cumplen sus primeros seis meses de convivencia. El detonante del pulso ha sido la llegada de inmigrantes, que llevó al líder del partido de extrema derecha, Santiago Abascal, a exigir la convocatoria de la comisión de seguimiento del pacto de coalición. Vox cree que no se está cumpliendo lo acordado. Pero este no ha sido el único foco de tensión. Estos han sido los más destacados.

El pacto en sí

El PP de Jorge Azcón inició su etapa de convivencia de la peor forma posible: con un no quiero. Los populares alcanzaron el acuerdo tras una larga etapa de negociación, marcada por la campaña de las elecciones generales por el medio. En sus primeras entrevistas, el nuevo presidente reiteró que hubiera preferido gobernar solo. Logró acuerdos con el PAR y Teruel Existe para buscar espacios de centralidad

Los directores generales ‘franquistas’

Al poco de ser nombrados, se supo que los directores generales de Justicia, Esmeralda Pastor, y Caza, Jorge Valero, los dos de Vox, habían hecho apología del franquismo. Fue la primera gran polémica del Gobierno, al poco de conformarse, y el presidente Azcón llegó a sopesar la destitución de los dos. Pero, consciente de que la decisión ponía en peligro la propia coalición (intervino incluso Abascal, que defendió en público a sus dos directores generales), finalmente se limitó a decir que las manifestaciones eran “desafortunadas”, pero no motivo de cese.

La polémica del lince

Los planes del Departamento de Medioambiente, dirigido por Manuel Blasco, de reintroducir el lince en Aragón pusieron en guardia al consejero de Agricultura, Ángel Samper, que desautorizó la propuesta y se colocó del lado de los ganaderos. Ante la polémica, el PP replegó velas y la reintroducción del lince quedó en la carpeta de las cosas olvidadas.

El intento de Vox de entrar a los gobiernos municipales

Si hay un asunto que ha tensado las relaciones entre PP y Vox en los últimos meses ha sido el intento de la formación de Abascal de acceder a los gobiernos municipales. Para Azcón, esta hipótesis no era posible, dado que no estaba prevista en el pacto de gobierno. Los populares ofrecieron la entrada en los ayuntamientos durante la negociación del acuerdo, pero Vox prefirió la presidencia de las Cortes, una vicepresidencia y dos consejerías. Al ponerse en jaque los presupuestos municipales de Zaragoza y Huesca, y por tanto la estabilidad de los consistorios, el PP aragonés entabló contactos con la dirección nacional del Vox para reconducir la situación. Las cuentas de las dos capitales salieron adelante y la formación de extrema derecha asumió su lugar en la oposición municipal.

El Justicia de Aragón

Los dos partidos evidenciaron en las Cortes sus discrepancias con la elección del Justicia, pactada entre el PP y el PSOE. Los voxistas rechazaron el hecho de que la elegida, la magistrada Concepción Gimeno fuera miembro de la Asociación Jueces y Juezas para la Democracia, de corte progresista. No obstante, los dos socios asumieron la discrepancia, que circunscribieron al ámbito parlamentario, sin que las tensiones fueran a más.

El trasvase

Era sabido que Vox está a favor de los trasvases, pero el PP aragonés, que está en contra, lo excluyó del pacto de gobierno. La posición del Ejecutivo en materia hidráulica la marca el presidente. Las discrepancias se recondujeron con la propuesta de Cataluña de construir nuevas conducciones para el Priorato, por la coincidencia en todo lo referido a las cesiones a los independentistas. En las Cortes votaron por separado cuando llegó la hora de posicionarse sobre el trasvase.

La inmigración

Ha sido otras de las cuestiones clave en las que PP y Vox han discrepado. Azcón siempre ha defendido que Aragón debía cumplir con sus obligaciones y colaborar con el Estado a la hora de atender la crisis migratoria en Canarias. Eso, ha pedido recursos económicos. Pero para Vox el rechazo a la inmigración, a la que vincula con la delincuencia, forma parte de su corpus ideológico. El asuntos ha supuesto un choque, aunque las dos partes rechazan que, pese a que se haya solicitado la reunión de la comisión de seguimiento del pacto de gobierno, esté en juego la estabilidad del gobierno.

¿Hay riesgo para la coalición?

Parece difícil que las diferencias no se vayan a reconducir o al menos eso dicen los socios. La relación entre Azcón y el vicepresidente Nolasco es buena, hablan a menudo, y el presidente es cuidadoso a la hora de dar protagonismo al socio. Los choques, como el de la inmigración, tampoco son desdeñados por el PP, que los ve como una oportunidad de marcar diferencias frente a Vox y lanzar su mensaje al votante más centrado. La clave electoral, con las europeas a la vista, es determinante para entender las últimas desavenencias y la intervención de la dirección nacional.

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