Concepción Gimeno jura como Justicia de Aragón con el reto de "velar por los derechos de los vulnerables"
La magistrada destaca el hecho de que se haya optado por primera vez por una mujer para asumir el cargo y se compromete a “buscar consensos”.
En un acto marcado por la emoción y consciente de la “relevancia histórica” de la institución, la magistrada Concepción Gimeno Gracia se ha convertido en la quinta Justicia de Aragón desde la recuperación en 1987 y la primera mujer en asumir el puesto. Y ha trazado la línea sobre la que quiere guiar esta nueva etapa en el Justiciazgo: “El Justicia de Aragón velará por los derechos de los más vulnerables”.
Pasadas las 13.30, la Justicia de Aragón electa ha entrado en el hemiciclo para jurar el cargo con todos los diputados en pie, que la han ovacionado de forma unánime. Tras el acto, el presidente, Jorge Azcón, se ha levantado para felicitarla afectuosamente, al igual que la presidenta de las Cortes, Marta Fernández. Después ha llegado su discurso, en el que ha expresado que la designación es "el honor más grande que podía imaginar".
Ha sido una intervención muy sentida. "No querría estar en otro lugar", ha afirmado Concepción Gimeno, que ha subrayado el "deseo" de la sociedad aragonesa "de hacer efectivo el derecho de igualdad de la mujer en el acceso a las responsabilidades públicas".
Se ha presentado ante los diputados como una zaragozana con madre oscense, de Loarre, y padre turolense, de Segura de Baños, por lo que ya ha avanzado que quiere estar muy presente en el territorio.
También ha recordado sus 30 años de carrera en la judicatura, de los que 24 los ha pasado en la jurisducción contencioso-administrativa, que es la que entre otros aspectos dirime los conflictos entre las instituciones y los ciudadanos.
"Confío en que esta experiencia podrá serme útil como Justicia de Aragón, porque me ha permitido comprender que el Derecho Público mantiene siempre un equilibrio entre la necesidad de la administración de garantizar los intereses generales y salvaguardar los derechos de los ciudadanos", ha afirmado.
Pero ha sobresalido en su intervención su compromiso con los más débiles. Ha anticipado a la Cámara que va a estar en un “continuo estado de alerta" y ha señalado que "no es posible efectuar una lista cerrada de la vulnerabilidad, el riesgo por la exclusión social, la marginación, el dolor y el sufrimiento humano”, aspectos todos ellos que ha podido “percibir" en su trayectoria profesional y en su vida personal. En su opinión, cada vez hay más personas que, "aun sin estar en ninguna estadística", podrían quedar incluidos en esos grupos
Labor de mediación
La Justicia, consciente de que llega a la institución en un contexto de polarización política, se ha mostrado a favor de propiciar los consensos "sin favorecer divisiones".
Como Justicia y con el aval de su bagage personal, Gimeno ha esgrimido el principio de legalidad y su compromiso con la tutela del ordenamiento jurídico de la Comunidad. En este sentido, ha defendido la necesidad de proteger el Derecho aragonés, en particular el Derecho Civil propio.
También se ha referido al Estatuto de Autonomía, que en su opinión es necesario estudiar y difundir, por lo que ha hecho referencia al papel que en este sentido ha desarrollado la Fundación Manuel Giménez Abad en los últimos años.
En su discurso ha hecho referencia a sus antecesores, Emilio Gastón, Juan Montserrat, Fernando García Vicente y Ángel Dolado, a quien releva al frente de la institución. Ha expresado "un recuerdo especial" a Emilio Gastón, el primero de ellos, que falleció en 2018, y a García Vicente, que estuvo 20 años al frente de la institución. Y ha recordado, caso con la voz quebrada a su familia y a sus allegados, a los que agradeció "su infinito amor".
Tras los discursos, la nueva Justicia de Aragón, acompañada por los representantes institucionales y los invitados, se ha dirigido al Salón del Trono del palacio de la Aljafería para firmar su toma de posesión. Allí la presidenta de las Cortes ha destacado la importancia del Justiciazgo y se ha mostrado convencida de que la institución quedará "en buenas manos".
