La sequía aviva la guerra del agua: ¿existe riesgo de un trasvase del Ebro?
Aragón teme que la situación de emergencia que vive Cataluña y la capacidad de presión del independentismo reactive la amenaza del trasvase.
La falta de agua, que se convierte en sequía en buena parte de España y también en zonas de Aragón, ha devuelto al primer plano del debate político las soluciones en materia hídrica, con la amenaza de los trasvases en el horizonte.
La capacidad de presión al Gobierno de Sánchez que han demostrado los partidos independentistas de Cataluña, donde ya hay restricciones para el 80% de la población y empezará a ser abastecida con barcos-cisterna si no cambian las cosas, aviva los temores de que Aragón salga perdiendo a la hora de ver cumplidas sus expectativas en la gestión de sus ríos, la primera de ellas que no haya trasvase del Ebro. Estas son algunas de las preguntas clave del debate:
¿En qué situación están los ríos?
Tras un mes de diciembre muy seco, las cuencas internas de Cataluña, el Ebro, el Guadalquivir, las cuencas mediterráneas andaluzas, el Júcar, el Guadiana y el Tinto, Odiel y Piedras están en situación de sequía prolongada. En Aragón, el año 2024 se ha iniciado con sequía en la margen derecha.
Según el último informe de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), la cuenca del Huerva y el Segre se encuentran en situación de emergencia y la alerta llega a la cabecera y el eje de Ebro, el Huecha, el Leza y el Guadalope alto y medio. Y la falta de nieve agrava la amenaza en los próximos meses.
¿Existe riesgo de trasvase?
De momento, Cataluña ya ha planteado la construcción de una tubería para abastecer el embalse de Ciurana con el objetivo de regar el Priorato. Está en la cuenca del Ebro, pero desde allí se podrían alimentar las cuencas internas de Cataluña.
Es una obra descartada al menos hasta 2028 por la CHE, al no estar contemplada en el plan de cuenca, pero la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, sostiene que se arbitrarán "medidas extraordinarias" ante la sequía. ¿Cuáles? En Aragón se recuerda el riesgo de que se levante la suspensión del real decreto ley que el Gobierno de Rodríguez Zapatero aprobó en 2008 para poner en marcha un trasvase de agua de Tarragona a Barcelona.
¿Qué quiere hacer Cataluña?
Con las cuencas internas por debajo del 16%, la sequía ha derivado en una crisis política en Cataluña de primera magnitud. Con restricciones a seis millones de habitantes y afecciones tanto a la industria como la agricultura, crece la presión trasvasista en la comunidad vecina. A los colegios profesionales de Ingenieros de Caminos, Industriales, Agrónomos y de Economistas, se suma el sector turístico y la patronal catalana.
De momento, el independentismo, en competición permanente entre ERC y Junts, rechaza en principio un trasvase a Barcelona para no soliviantar a sus bases en Tarragona. Se opone a una transferencia de caudales al uso y se decanta por traer el agua desalada de Sagunto en barcos y reforzar las inversiones en las desaladoras. Mañana lunes se reúnen en Barcelona Ribera y el conseller de Acción Climática, David Mascort, para analizar estas posibles soluciones a la situación crítica del área metropolitana de la Ciudad Condal.
¿Qué papel juega Aragón?
Como una de las siete comunidades por las que pasa el Ebro, Aragón ya ha solicitado, al igual que Cataluña, una reunión con la ministra Ribera para que no se tome ninguna decisión sobre el Ebro sin contar con la DGA. Así lo dijo el presidente aragonés, Jorge Azcón, el pasado viernes después de mantener un encuentro institucional con el responsable de la CHE, Carlos Arrazola.
En la cita con la ministra Ribera reiterará el rechazo de Aragón al trasvase del Ebro a las cuencas internas de Cataluña. Sobre la mesa está la reivindicación aragonesa de completar las obras del Pacto del Agua, con la recuperación de Biscarrués, como ha venido defendiendo Azcón en los últimos meses.
¿El PP secunda la posición de Azcón?
En la guerra del agua, han entrado en juego dos vectores contrapuestos. Por un lado, Azcón ha evidenciado su rechazo a los trasvases frente a los presidentes de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, y Murcia, Fernando López Miras. En este contexto, el líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, se ha puesto de perfil, aludiendo a un genérico pacto nacional del agua o a futuras inversiones en el que sus barones puedan estar cómodos en sus posiciones discrepantes.
Pero el PP sigue sin resolver el debate de los trasvases ni sus propias contradicciones. Solo hay que ver el activismo trasvasista del diputado nacional Rafael Hernando, que ejemplifica la posición de muchos en su partido. Azcón, conocedor del impacto que tuvo para el PP de Aragón su apoyo al trasvase en el pasado, no piensa ceder en esta cuestión.
¿El trasvase está abriendo fisuras en la coalición de gobierno en Aragón?
La tradicional unidad que existe en los últimos años en Aragón en torno al rechazo a los trasvases se ha roto en esta ocasión, dado que Vox, con siete diputados en las Cortes, mantiene su posición a favor de las transferencias de caudales. Pero además comparte dos asientos en el Consejo de Gobierno que preside Azcón.
Fuentes del PP circunscriben esta cuestión a las discrepancias pactadas y subrayan que, pese a la posición de Vox, los dos socios han acordado su oposición a construir nuevas conexiones en Cataluña, dentro de la lógica del rechazo a los pactos del PSOE con los independentistas. En cualquier caso, el PP alude al pacto de gobierno, que no los contempla, y recuerda que la línea política en materia hidráulica la fija el presidente Azcón.
