Prohibir el móvil en los colegios: "Les costó mucho dejarlo y hubo un rechazo brutal, se sentían vacíos"

El debate sobre la presencia de los teléfonos en los centros escolares ha pasado de la calle a las esferas políticas, y tanto el Ministerio como la DGA se abren ahora a la posibilidad de legislar sobre su uso.

Alumnos y miembros de la comunidad educativa del IES Reyes Católicos de Ejea de los Caballeros, este jueves.
Un cartel que avisa de la prohibición de usar teléfonos móviles en el IES Reyes Católicos de Ejea de los Caballeros.
Toni Galán

El teléfono móvil se ha convertido en un problema para los adolescentes. El uso abusivo e incorrecto que hacen de este dispositivo, la adicción que les crea, el fácil acceso que les proporciona a la pornografía, el aumento del ciberacoso y la vulneración de los derechos de imagen son los elementos más negativos que les afectan.

Pero no los únicos. Profesores y psicopedagogos reconocen que también tiene consecuencias negativas en el aprendizaje y disminuye la concentración. Algo que ha quedado patente en los últimos resultados del informe PISA, en los que España ha obtenido los peores resultados de su historia en matemáticas, ciencias y lectura.

Con esta situación, miles de padres, madres y profesores de toda España han alzado la voz para que el debate sobre prohibir o regular el móvil en los centros educativos llegue a las administraciones y tomen partido. Algunas ya lo han hecho. En Andalucía acaba de aprobarse una norma para limitar su uso en las aulas. Castilla-La Mancha, Galicia y Madrid han prohibido utilizarlo a nivel personal durante la jornada lectiva. En Aragón, la consejera de Educación, Claudia Pérez Forniés, indicó el jueves que la cuestión se abordará en la próxima reunión del Consejo Escolar, y aseguró que comparte "la preocupación de las familias y la sociedad": "Nuestro objetivo es sentarnos con toda la comunidad educativa para llegar a una solución lo más consensuada posible en beneficio de nuestros niños", aseveró.

Los casos de Ejea y Grañén

Mientras tanto, son muchos los centros educativos aragoneses que ya han tomado cartas en el asunto. El último en hacerlo ha sido el IES de Ejea de los Caballeros, que hace tan solo unas semanas decidía no permitir los móviles en las aulas en horario lectivo tras una votación popular de toda la comunidad educativa.

Pero ya desde hace cinco años las instalaciones del IES Montes Negros, de Grañén, son espacios libres de móviles. "El consejo escolar del centro y el claustro de profesores decidieron prohibir su uso e incorporamos la norma al reglamento interno del centro", explica Susana Paúles, directora del instituto, que apunta que los alumnos pueden traer los móviles, pero "no usarlos en horario lectivo".

"Tomamos esta decisión porque vimos que los chicos sufrían una adicción brutal, y si lo tenían en la mano, no podían evitar mirarlo", continúa. Asegura que en el recreo se daban problemas de convivencia porque "no jugaban a nada ni hablaban entre ellos; solo estaban pendientes del móvil". Y también hubo problemas en cuanto a derechos de imagen, porque los alumnos "hacían fotos y vídeos de otros compañeros o de profesores en clase, a escondidas, y las subían a redes sociales", asegura la directora.

"Hay aplicaciones como BeReal que les piden, de repente, hacerse una foto y subirla rápidamente a la aplicación. Así era imposible dar clase, porque se ponían a hacerse fotos todos a la vez para seguir el reto”, señala Paúles. "Y no cogían apuntes ni se molestaban en escribir, solo le hacían una foto a lo que el profesor había escrito en la pizarra, lo que conllevaba problemas de lectoescritura", añade.

"Se sentían vacíos y lo pasaban muy mal"

Tomada la decisión de prohibirlos, "al principio les costó mucho dejarlo y hubo un rechazo brutal, porque se sentían vacíos y lo pasaban muy mal, pero poco a poco se fueron acostumbrando", asegura Paúles. "Ahora es una norma integrada y hemos dejado de tener móviles sobre los pupitres. El recreo ha cambiado ya a simple vista. Ahora juegan al fútbol y al baloncesto, hablan entre ellos e incluso hemos puesto un DJ para que dinamice ese rato de ocio", asevera la directora.

En clase también se ha notado la diferencia. "Prestan más atención y solo pueden traer el móvil si el profesor lo pide para hacer alguna actividad, pero se avisa a las familias con antelación para que lo lleven, porque ahora ya casi todos lo dejan en casa", apunta.

Sobre la posibilidad de que se regule de manera general para todos los centros, Paúles confiesa que ven "bien" que se tomen medidas al respecto a nivel general: "Nos sentiríamos más reforzados".

La colaboración de padres, profesores y centros

En Zaragoza capital, el IES Jerónimo Zurita tampoco permite el uso de los móviles en el centro. "Está prohibido su uso, salvo si lo usan como herramienta didáctica en clase. Lo tenemos regulado en el reglamento interno y sancionamos al alumno que lo usa sin permiso", dice Pilar Illueca, jefa de estudios. “Llevamos desde 2018 con esta política, ya que vimos que teníamos que poner freno al abuso y mal uso. La sanción es la retirada del dispositivo 48 horas o la expulsión”, informa. 

"Las familias nos apoyan y están de acuerdo con que les requisemos el móvil, e incluso algunas nos dan permiso para que nos quedemos con él toda una semana", añade Illueca. "Esto, para los alumnos, es como si les arrancaras una extremidad", insiste, y reconoce que les facilitaría mucho las cosas "que se regulase el uso del móvil en los centros escolares a nivel autonómico".

"En Inglaterra está prohibido, y cuando entran por la puerta meten los móviles en unas cajas y se los devuelven al salir", aporta la psicopedagoga Olga Lázaro. Sin embargo, considera que en nuestro país "es complicado", porque muchos padres "pondrían inconvenientes, y si se prohibiese, tendría que hacerse contando con la colaboración de todos: administración, familias y centros educativos", apunta.

"Este es un problema que trasciende el ámbito educativo, y prohibir los móviles en el aula puede acarrear otros problemas como el tener que vigilar al alumnado que no cumple con esa norma", indica por su parte Teresa Hernández, presidenta del sindicato independiente de profesores de la enseñanza pública en Aragón (ANPE). Por ese motivo ven necesario "establecer una regulación de referencia, coordinada a nivel estatal y entre las diferentes Comunidades Autónomas, sobre el protocolo relativo al uso de los dispositivos móviles en los centros educativos", asegura. "Con carácter general, no es adecuado dentro del aula y los alumnos deberían dejarlos en casa, ya que dificultan la práctica docente y generan distracción, pero no podemos perder de vista que existen usos pedagógicos, y por tanto positivos, de los teléfonos móviles, por lo que una norma para todos ayudaría a regularlo", insiste.

De la misma opinión son desde la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón, Fapar, que ve "fundamental" educar en el buen uso y facilitar a las familias herramientas que les ayuden en su tarea educadora.

"Regulación, no prohibición"

Consideran asimismo que es "necesaria la regulación, que no prohibición, del uso de móviles en los espacios educativos, y esto debe pasar por la reflexión compartida de la comunidad educativa". Según Fapar, el móvil hoy es una herramienta fundamental de comunicación, información y relación, "y la escuela no puede renunciar a educar en un buen uso, de la mano de las familias". Por esta razón, indican desde Fapar, "si nos planteamos únicamente que se prohíba llevar móvil al centro, estaremos parcheando un problema que debemos afrontar como sociedad educadora".

Miguel Angel Sarralde, representante de Fecapa Aragón (Federación Cristiana de Padres y Madres de Alumnos de Aragón), también valora como "positiva" cualquier iniciativa que prohíba el uso del móvil en los colegios, si bien en sus centros ya está regulado su veto.

"La prohibición, tanto en horario lectivo como no lectivo, se hace más necesaria que nunca, ya que los alumnos mayores comparten espacio y tiempo con los más pequeños, por lo que los de más edad “deben dar ejemplo", aclara.

Entre todos, aseguran desde Fecapa Aragón, hay que "fomentar el uso responsable del móvil en los menores", favoreciendo un valor tan imprescindible en el ámbito escolar como la "sociabilización", y a su vez evitar "perjuicios" como el deterioro de la salud visual, la hiperactividad o los peligros que derivan del acoso en las redes o ciberacoso.

En este sentido, la directora de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), Mar España, argumenta que está "demostrado" que en las comunidades autónomas que ya han prohibido su uso en las aulas "ha bajado significativamente el ciberacoso" y aumenta el rendimiento escolar de los alumnos.

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