solidaridad
Se buscan 5.100 voluntarios para los bancos de alimentos de Aragón
33.790 personas comen gracias a ellos, de ellas 23.590 en la provincia de Zaragoza. Ahora precisan personas solidarias para la recogida de los días 24 y 25 de noviembre.
Los banco de alimentos de Aragón se juegan mucho en la próxima gran recogida que volverá a combinar las donaciones en metálico en caja con la recepción de productos físicos que sigue siendo posible en algunos supermercados y tiendas. Las entidades de las tres provincias quieren recaudar los próximos días 24 y 25 de noviembre más de 600.000 euros, medio millón solo en la de Zaragoza, que hasta finales del pasado septiembre había repartido 2,1 toneladas que llegan a 23.590 personas a través de 140 entidades. Pero se necesitan voluntarios.
Las estanterías del Banco de Alimentos de Zaragoza no están tan vacías como la pasada primavera, cuando ante la falta de leche y aceite de oliva y la caída en picado de las aportaciones económicas y la recepción de excedentes de las empresas, se lanzó un desesperado SOS que surtió efecto. "La situación ha mejorado algo, hemos recibido donativos de empresas y particulares, pero del resultado de la gran recogida depende que podamos afrontar con garantías los próximos meses hasta la primavera", señala su presidente, José Ignacio Alfaro.
En la provincia de Zaragoza las donaciones en las cajas a partir de cinco euros es posible en los 260 establecimientos que participan, y el habitual formato de kilo a kilo se mantiene en Eroski, Aldi, Alcampo hipermercado (no supermercados) y Carrefour.
En lo que va de año, el Banco de Alimentos de Zaragoza ha comprado comida con fondos propios por valor de 466.915 euros y en los próximos días se esperan recibir sendos camiones de leche y de aceite de girasol legados por empresas. Alfaro subraya que también han recibido donativos "finalistas" como uno de 50.000 euros para adquirir productos para niños de hasta 3 años (leche de continuación, pañales, papillas y potitos).
En comparación con el año pasado por estas mismas fechas los alimentos distribuidos han caído un 17,46% y la cantidad que se entrega por persona se ha reducido, de 145,97 kilos a 120,64. Las frutas y hortalizas de excedentes de producción procedentes del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) que se han donado han bajado un 16,42%. Las entregas de productos por parte de los mayoristas de Mercazaragoza también han disminuido un 37,5%. No obstante, Alfaro espera que estos datos mejoren, ya que la próxima semana empiezan a repartirse los 770.240 kilos del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA).
Leche, aceite y proteínas, lo más demandado
"Sobre todo seguimos necesitando leche y aceite, que ya somos conscientes que será de girasol ante el precio actual del de oliva, además de proteínas para segundos platos, sobre todo conservas de carne y pescado, y pañales de bebé, uno de los productos más básicos y caros", señala Julia Lera, presidenta del Banco de Alimentos de Huesca.
A través de la organización altoaragonesa se llega a unas 4.000 personas de toda la provincia. En esta campaña, en la que se implican 98 negocios, se han marcado el objetivo de obtener unos 95.000 euros en efectivo. Lera reconoce que para las entidades son más "cómodas" las donaciones en dinero "porque se puede jugar con las fechas de caducidad, adquirir lo que se necesita en cada momento y se evita mucho trabajo de clasificación", pero entiende que la gente "empatiza más" con el formato de kilo a kilo. Una opinión en la que coincide Esther Martínez, coordinadora del banco de Teruel. La entidad turolense atiende a 4.000 personas.
Para la gran recogida del 24 y 25 de noviembre los bancos de alimentos necesitan un gran despliegue de voluntarios que informen de cómo funcionan las donaciones de dinero y que recojan los kilos de producto en los establecimientos donde se mantiene el formato tradicional.
El de Zaragoza intenta atraer a 3.000 personas que estén dispuestas a dedicar dos horas de su tiempo a esta labor. La cifra supone multiplicar por mucho los 142 voluntarios con que cuenta en su día a día. También está muy lejos de los 1.200 que se comprometieron el año pasado.
"Es comprensible que la gente prefiera recoger los productos físicos que pedir dinero, pero hay que tener presente las ventajas que para nosotros suponen las donaciones económicas", comenta el presidente de la entidad en Zaragoza, José Ignacio Alfaro.
El dispositivo humano es más discreto en Huesca y Teruel, pero se necesita una gran implicación para llegar a todos los rincones. En Huesca buscan a 2.000 voluntarios y en Teruel a un centenar. La cita vuelve a estar marcada por la incertidumbre, pero hay muchas expectativas depositadas en ella.
