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“Mis hijos están desesperados en Mali sin poder regresar desde hace un año con su madre a Zaragoza”
Fátima Oulale, maliense residente desde 2005 en la capital aragonesa, sigue confiando en las autoridades españolas para recuperar a sus hijos.
Fátima Oulale, una mujer maliense que reside en Zaragoza desde 2005, mantiene una batalla para recuperar a sus tres hijos (Bouba, de 16 años, Awa, de 12, y Mamdou, de 6) que se llevó su padre a Mali en julio de 2022. Ella describe este proceso como "un drama por entregas" porque los chavales, nacidos en España, no quieren quedarse en Mali. Fátima ganó el juicio en el Juzgado de Menores de su país, pero el padre lo llevó a la Corte de Apelación no se resolverá hasta noviembre.
Mientras tanto, el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, les ha respondido hace unos días sobre las gestiones realizadas por la Embajada de España en Bamako con el padre de los menores. El hombre manifestó su intención de volver a Zaragoza cuando tenga la sentencia los tribunales malienses.
"Mis hijos están desesperados en Mali sin poder regresar con su madre a Zaragoza desde hace más de un año y poder estudiar aquí. Incluso los he matriculado aquí en los colegios públicos de Félix Azara (el mayor lo dejó en 1º de Bachiller) y Santiago Hernández (la segunda estudia 1º de ESO en este centro) porque el pequeño puede ir al colegio Monsalud cuando lleguen aquí", anuncia la madre desde la capital aragonesa. "Mi prioridad es que vengan los aquí, porque ellos no tienen motivación en Mali y se sienten perdidos".
El Defensor del Pueblo ha informado a la madre y a la Asociación de Inmigrantes España Abierta al Mundo, presidida por el zaragozano Joaquín Soguero, que la Embajada de España en Bamako ya tiene conocimiento del caso y sigue un "estrecho seguimiento del mismo", tanto con la madre como con el padre, Abdoulaye Diarra.
Las autoridades judiciales malienses suspendieron la ejecución de la sentencia que otorgaba la custodia a la madre, al haber recurrido el padre esa decisión que se revisará en noviembre. Por su parte, el Juzgado de Instrucción 6 de Zaragoza dictó un auto en el que declaró no tener competencia en este caso a pesar de la apertura del mismo que hizo la denuncia de la madre.
"Me siento poco ayudada para traer a mis hijos a España, donde nacieron, no sé si es porque somos extranjeros o porque somos negros, pero ellos tienen derecho de venir aquí. El padre quiere quedárselos allí", denuncia la madre que trabaja en la empresa Bauhaus y pelea por el futuro de sus tres hijos, antes de poder emprender un posible proceso de separación. "Llevamos un año sin noticias, desde que se tomó la decisión del Tribunal de Menores a favor y luego se recurrió a la Corte de Apelación".
Aun así, la Embajada de España en Mali comunicó al Defensor del Pueblo el pasado verano que la sección consular contactó con el padre "para invitarle a regresar a España" con los tres menores y "renovar los pasaportes de los chicos" porque los tenían caducados.
Personal de la sección consular visitó la vivienda de Bamako, donde estaba el padre y los tres hijos. "No se apreció maltrato físico", informaron, y "los menores se encontraban jugando con otros familiares y estaban vestidos con ropa de deporte". Aun así, lo fundamental fue que "los niños expresaron su voluntad de volver a España para continuar su escolarización" ya que en Bamako han estado estudiando en una escuela turca en Mali.
En este proceso de conversaciones con el padre de los menores, el personal de la sección consular española de Mali volvió a entrevistarse con él para tratar el regreso de los menores a España. Aunque el padre manifestó su intención de volver a España, siempre sería después de que los tribunales malienses "dicten sentencia" en recurso del fallo de primera instancia para decidir sobre la custodia.
Además, los responsables de la Embajada de España informan al señor Diarra "de la necesidad de realizar seguimiento sobre la situación de sus hijos menores, por lo que se le trasladó la necesidad de efectuar posibles visitas a su domicilio en el futuro para comprobar su situación" y él manifestó “su conformidad”.
Seis mil zaragozanos firman en apoyo a la madre
De cualquier manera, Joaquín Soguero incide en que han conseguido más de 6.000 firmas a favor de la madre Fática Oulale para poder traer a sus tres hijos a Zaragoza, en las dos sedes que tienen de la asociación en la calle Arzobispo Apaolaza, en la zona universitaria, y Rodrigo Rebolledo, en las Fuentes.
La adjunta primera del Defensor del Pueblo, Teresa Jiménez-Becerril, manifestó a Fátima Oulale y a la Asociación de Inmigrantes España Abierta al Mundo que "la protección y asistencia consular de las autoridades españolas en Mali no permite la interferencia en asuntos que se encuentren judicializados en este país".
Aun así, agregan que "las autoridades españolas seguirán velando por la situación de los menores, pero no pueden realizar gestiones ni personarse en un asunto que se está judicializado". En la próxima semana podría comunicar desde el Defensor del Pueblo el apoyo a la madre que reside en Zaragoza con “la posible conclusión de su expediente o la reanudación de la actuación abierta ante la Administración competente”.
De hecho, el apoyo a la familia que reside en Zaragoza puede llegar también del Ministerio de Justicia, ya que tiene un departamento que se dedica a la eventual sustracción de menores, una vez que se conozca la decisión judicial en Mali sobre la custodia de los menores.
Por otro lado, la Policía Nacional sigue dar el paradero de Emily Vaquero Palli, una niña de 2 años que falta de su domicilio de Zaragoza desde el pasado 19 de mayo.
Su madre Iryna Palii se la pudo llevar esos días a su país, Rumanía, desde el pasado mes de mayo. Fuentes policiales señalaron que no se ha podido localizar a la menor, aunque la investigación sigue abierta.
Su pareja, Alejandro Vaquero, un profesor de la Universidad de Zaragoza, denunció los hechos de la desaparición de la chica, un suceso que se produjo después de que él hubiera planteado el divorcio con su pareja.
