inmigracion 

La batalla de Fátima para recuperar sus tres hijos entra en una nueva fase

El padre ha manifestado a las autoridades españolas en Mali que pretende traer a los menores en los próximos días a Zaragoza.

Fatima Oulale, madre de los tres hijos, y Joaquín Soguero, presidente de la Asociación de Inmigración España Abierta al Mundo, el pasado viernes con las firmas recogidas en el Instituto Félix de Azara.
Fatima Oulale y Joaquín Soguero, presidente de la Asociación de Inmigración España Abierta.
Guillermo Mestre

La batalla de Fatima Oulale, una mujer de Mali que lleva viviendo en Zaragoza desde 2005, para poder recuperar a sus tres hijos (Bouba, de 16 años, Awa, de 12, y Mamadou, de 6) de su país natal, donde permanecen retenidos por su marido desde el pasado verano, ha llegado al Defensor del Pueblo. Las autoridades españolas en Bamako confirmaron a HERALDO que esta actuación podría facilitar el regreso de los chicos a España en los próximos días.

El presidente de la Asociación ‘España Abierta al Mundo’, Joaquín Soguero, señala que después de haber comunicado la situación de Fátima Oulale y sus tres hijos a varias instituciones (desde la Casa Real hasta el Ministerio de Asuntos Exteriores), una representante del Defensor del Pueblo les ha comunicado que el padre de los chicos, Aboulaye Diarra Traore, ha manifestado en su país que su voluntad es “volver a Zaragoza”.

“Nos han comunicado que el padre quiere volver con sus hijos a Zaragoza y vamos a ayudarles, ya que desde que se marcharon el verano pasado se han quedado sin vivienda”, precisa Joaquín Soguero. “Pero lo que más nos preocupa sobre todo es la salud del hijo mayor”.

Crisis psicológica del hijo mayor 

Esta reacción pone de relieve el problema de salud que sufre el hijo mayor, Babou, quien padece una “miocardioapatía” y estaba siendo tratado en el hospital Miguel Servet. 

Fatima Oulale, madre de Mali que reside en Zaragoza de 2005, es apoyada por los alumnos del instituto Félix de Azara, en Delicias, por el secuestro de sus tres hijos que se quedó el padre en África.
Fatima Oulale, madre de Mali que reside en Zaragoza de 2005, es apoyada por los alumnos del instituto Félix de Azara, en Delicias, por el secuestro de sus tres hijos que se quedó el padre en África.
Ruben Losada/FotografiArte

Asimismo, a este problema del adolescente se le une a una “crisis psicológica” que sufre por la situación. Sus compañeros del instituto Félix de Azara ya se manifestaron en su apoyo el pasado mes de mayo y mantienen contactos periódicos con él para animarle.

Todo comenzó cuando toda la familia hizo un viaje de vacaciones el año pasado a Mali, con billete de ida y vuelta (del 1 al 20 de julio). Al llegar a la capital maliense, Bamako, el padre fingió una supuesta visita a un pueblo para ver a un amigo,  pero lo que hizo fue volver a España, trasladar todo lo que tenían en el piso familiar en la calle Julián Sainz Ibáñez en una furgoneta desde Zaragoza hasta el país africano, y quedarse con los pasaportes de los tres hijos para que no pudieran regresar a España.

La madre quiso volver a la capital aragonesa con unos salvoconductos facilitados a los menores por la Embajada española ya que ellos tienen doble nacionalidad (de España y Mali), pero esta vía fue truncada el pasado 16 de agosto de 2022, cuando el padre se presentó con la Policía en el aeropuerto de Mali e impidió su salida.

Fatima con sus tres hijos en el viaje que hicieron el verano pasado desde Madrid a Bamako.
Fatima con sus tres hijos en el viaje que hicieron el verano pasado desde Madrid a Bamako.
Heraldo

Informe policial 

Un informe policial al que ha tenido acceso este periódico detalla que “no está claro todavía qué pasó durante los meses de julio y agosto, ya que ambas partes sostienen versiones diferentes”. Aun así, inciden en que la madre reclamó esa documentación en la Embajada de España “para ella y sus tres hijos” y no les dejaron coger el vuelo “porque el marido no había dado el consentimiento para sacar a los niños del país”.

Esta situación cambió cuando el 12 de septiembre pasado, la madre reclamó la custodia de sus hijos y el Tribunal pour Enfants (de Menores) de Bamako resolvió que la custodia de los tres niños sea encomendada a la madre, estableciendo una pensión alimentaria y un régimen de visitas.

Posteriormente, el padre recurrió esa sentencia para evitar que la madre se quedara con los hijos y mostró su voluntad de quedarse en su país con ellos.

Los chicos fueron escolarizados en un colegio de Bamako, donde solo se habla francés (un idioma que ignoran) y su vida en estos meses está siendo complicada, según comenta su madre Fátima Oulale.

Ante esta coyuntura, la mujer optó por trasladarse a la capital aragonesa el pasado 2 de febrero y presentó una denuncia en la Comisaría de Policía de Actur-Rey Fernando, que lleva el Juzgado de Instrucción 6 de Zaragoza. 

Admás, Fátima tuvo que buscarse un piso y un trabajo para mantenerse y trasladó su caso a la Asociación ‘España Abierta al Mundo’, que ha mantenido informadas las autoridades españolas sobre la situación de esta familia.

Fatima Oulale, madre de Mali que reside en Zaragoza de 2005, es apoyada por los alumnos del instituto Félix de Azara, en Delicias, por el secuestro de sus tres hijos que se quedó el padre en África.
Fatima Oulale, madre de Mali que reside en Zaragoza de 2005, es apoyada por los alumnos del instituto Félix de Azara, en Delicias, por el secuestro de sus tres hijos que se quedó el padre en África.
Ruben Losada/FotografiArte

Citación al padre en la Embajada de España 

Por su parte, funcionarios de la Embajada Española en Mali citaron al padre el pasado 6 de junio para que explicara su versión de los hechos. Él detalló que había recurrido la sentencia del Tribunal pour Enfants ante el órgano judicial superior y estaba a al espera de una respuesta. “Los niños se encuentra escolarizados y viviendo con él”, agregan.

Asimismo, el padre tuvo que llevar los pasaportes de sus hijos a la Embajada. Además, facilitó un número de teléfono y una dirección de contacto para que las autoridades españolas los tengan localizados.

Fátima Oulale, por su parte, ha reconocido que es maliense y no posee doble nacionalidad, después de llevar 18 años residiendo en Zaragoza. Ahora intenta solucionar esta coyuntura para evitar que se le impida su entrada en España con sus tres hijos, de los que tiene la custodia.   

      

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