MARCA ARAGÓN

César Langa: "Intentamos hacer vinos que la gente los pueda memorizar"

El director técnico de la bilbilitana Bodegas Langa y su hermano Juan, el gerente, son la quinta generación de una empresa familiar líder del cava aragonés.

César Langa, director técnico de Bodegas Langa, en Calatayud.
César Langa, director técnico de Bodegas Langa, en Calatayud.
Macipe

Van ya por la quinta generación tras 156 años de andadura en el mundo del vino. ¿Cuál es el secreto de Bodegas Langa?

El reto es mantener el núcleo familiar unido y dar lo mejor de nosotros mismos para que el negocio siga adelante. Uno de los éxitos que ha tenido esta familia es que, independientemente del rol que ha desempeñado cada miembro, nadie ha pensado que era más importante que el de al lado.

También habrá detrás un trabajo bien hecho. Les gusta decir que son vinos con alma.

Esa es una característica de los vinos familiares, no son impersonales. Los conocemos como si fueran un hijo nuestro.

¿Tiene alguno preferido?

No. A todos les tenemos un cariño especial. Todos nos han dado muy buenas noticias cuando hemos recibido premios.

Los cavas Reyes de Aragón les están dando muchas satisfacciones. La última en diciembre: mejor cava de España y el tercero mejor del mundo.

Los cavas o vinos espumosos ya forman parte del 50% del negocio familiar. Tenemos que estar muy agradecidos a nuestra región porque ha sido la que más ha apostado y más cariño nos ha dado a la hora de adquirir nuestros productos. Gracias a eso, estamos presentes en más de 30 países.

¿Qué peso tiene la exportación en la compañía?

Es vital. El crecimiento sostenido de los últimos años es gracias a ella. Fíjese si es así que en vinos tranquilos estaremos en un 96%-97% de exportación y en espumosos, en torno al 35%-40%. Tenemos una cartera de trabajo muy alta cuando otros colegas de otras bodegas están sufriendo los rigores de una crisis brutal, no solo económica sino también de consumo. Necesitamos invertir más en viñedo porque prevemos que en los próximos años va a haber un crecimiento importante.

¿Cómo se presenta este año?

La incertidumbre hace que nadie sea capaz de predecir nada y nosotros tampoco. La previsión es que si todo sigue como ha ido el primer trimestre pueda haber un crecimiento en torno al 5%-10% este 2023. Vamos a esperar a ver lo que ocurre, pero la tendencia es muy positiva.

Uno de los proyectos pendientes es ampliar sus instalaciones con una nueva bodega. ¿En qué punto se encuentra?

En marcha. Si nada lo impide, este año empezaremos las obras. Es una nave montada a la última tecnología, sobre todo para aumentar el nivel de almacenamiento y producción de la bodega. Y luego tenemos otro proyecto muy ilusionante que trata de la recuperación de variedades ancestrales perdidas. El año pasado ya plantamos dos variedades típicas de Aragón: gonfaus y parrel. Tienen todo para hacer un buen vino: color, aroma y dulzura. Esperamos tener la primera cosecha en 2024. Si esta prueba funciona, sacaremos al mercado vinos únicos y abrirán el camino a otras variedades.

¿Va en la línea de la apuesta por los vinos ecológicos, que iniciaron ya en 2000?

No. Esto es una apuesta bastante más arriesgada. Tiene una cosa en común, que es intentar hacer las cosas de forma diferente. Es darle al campo lo que es suyo: variedades que se han criado siempre aquí y que por desgracia han desaparecido porque han sido colonizadas por otras o porque otros cultivos han sido más rentables.

"Aragón es la que más ha apostado por nuestros cavas. Estamos muy agradecidos"
"Mi hermano y yo hemos intentado mejorar lo que había sin ninguna pretensión"
"En España tenemos los mejores vinos del mundo a precios realmente alucinantes. Lo malo es que no nos damos cuenta"

¿Qué es un buen vino? Habla de color, aroma y dulzura.

Eso son los parámetros que nos ayudan a obtenerlo, pero un buen vino es un concepto muy amplio. Lo forma esa parte y otra más etérea que le aporta alma y que viene de un viñedo con una historia. Un gran vino es el que al final te aporta una experiencia cuando lo pruebas. Buenos vinos hay muchos, grandes vinos no hay tantos.

¿Un buen vino debe ser caro?

No. El precio forma parte del márquetin del vino. El buen consumidor es aquel que bebe buen vino sin gastarse dinero. Quizá España sea en eso líder mundial; tenemos los mejores vinos del mundo a precios realmente alucinantes. Lo malo es que no nos damos cuenta.

Entiendo que a lo largo de las décadas habrá variado el paladar de los aragoneses.

Sí. No solo en el vino, es algo cultural. Una de las peores cosas que le puede pasar al mundo del vino es la globalización. Hace 30 años los vinos aragoneses eran corpulentos, rudos y con ciertas aristas. Hoy en día son todo lo contrario: pulidos, armoniosos y siguen siendo vinos con fuerza. Yo abogo por que se siga manteniendo una línea de identidad. Nosotros, por ejemplo, no elaboramos con levaduras comerciales; lo hacemos con levaduras de nuestro viñedo porque aportan identidad, terruño y diferenciación. No intentamos hacer los mejores vinos del mundo, pero sí intentamos hacer vinos que la gente los pueda memorizar. Para mí, la identidad es la parte más difícil del vino.

¿Qué impronta le gustaría dejar a la sexta generación?

Espero que se den cuenta de que lo que van a heredar no ha venido de un maná que ha caído del cielo. Se ha construido a base de esfuerzo y sacrificio. Tienen que mejorar lo que han hecho los que ha habido antes. Eso es lo que hemos intentado hacer mi hermano y yo: mejorar lo que había sin ninguna pretensión e intentar hacerlo cada día un poco mejor. Con eso ya nos damos por satisfechos.

Instalaciones de Bodegas Langa.
Depósitos en  las instalaciones de Bodegas Langa.
Macipe

El sector vitivinícola, por promocionar el consumo

La Comunidad aragonesa puede presumir de ser una tierra de excelentes vinos, con cuatro principales denominaciones de origen -Calatayud, Campo de Borja, Cariñena y Somontano- a las que sumar Aylés y Cava.

Según destaca el director técnico de Bodegas Langa, el sector vitivinícola está mejor que nunca. "Aragón ha sacado una hornada de gente joven, de proyectos de bodegas y de zonas que podemos decir que prácticamente todas tienen éxito. Y luego está el posicionamiento de la garnacha a nivel mundial; no hacen falta calificativos", dice César Langa.

A su juicio, lo que más necesita el sector es seguir invirtiendo en promoción. "Es vital. A pesar de las ayudas, los recursos que muchas veces tenemos las bodegas son limitados y no todas tienen acceso a este tipo de ayudas. Y también la Administración tiene que poner de su parte sobre todo para promocionar el consumo, uno de los retos a trabajar de cara al futuro. Todas las medidas que vienen de Europa van encaminadas a reducir los consumos y hay un claro ‘lobby’ antialcohol. Se nos está intentando meter en un grupo de bebidas a las que se les tacha de no saludables, cuando el vino se considera alimento porque aporta calorías y no es alcohólica porque su mayor componente es el agua", explica.

Asimismo, César Langa remarca que el mundo del vino está muy burocratizado, algo que para las bodegas familiares pequeñas como la suya es "una condena". "Tenemos que aportar información y documentación de una manera excesiva que casi no nos deja trabajar en lo que tenemos que trabajar, que es producir y vender. Al final, todo esto se tiene que simplificar bastante", observa.

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