Si hablamos de carnes en Aragón, es imprescindible nombrar el ternasco, uno de los alimentos más reconocidos en la Comunidad que siempre se ha identificado con el territorio y cuyo consumo es habitual en las mesas de los aragoneses.

Se trata de una carne tierna, sabrosa y saludable que procede de corderos de 90 días con un peso de entre 8 y 12,5 kilos que han sido alimentados con leche materna y cereales naturales. Así pues, su jugosidad está garantizada y por eso es muy demandado en los fogones.

Una de las ventajas del Ternasco de Aragón, producto con denominación de origen, es su versatilidad, pues se puede preparar de maneras muy diversas. La receta más tradicional es la que lo prepara asado al horno con sus patatas panadera, pero cada vez surgen más formas de presentar este alimento que, además, se obtiene en cortes muy diversos: cuello, collares, carrillón, filete de carrillón, paletilla, chuleta, jarrete, falda, churrasco, costillar, pierna, filete, tournedó... El ternasco se ha adaptado muy bien a los nuevos tiempos y ahora es habitual encontrarlo en otros formatos, como en tapa o en bocadillo.

Además, es una carne muy sana, pues varios estudios han demostrado su aporte vitamínico y proteínico, así como sus bajos niveles de colesterol.

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