CRECIMIENTO DE LA CIUDAD

Valdespartera aumenta su población un 34% en siete meses y supera los 10.000 empadronados

El estreno del centro de salud ha animado a muchos habitantes a registrarse como vecinos del barrio. Las principales quejas son la falta de comercios, sobre todo una farmacia, y el transporte público.

Varios vecinos esperan el autobús ayer en Valdespartera.
Valdespartera aumenta su población un 34% en siete meses y supera los 10.000 empadronados
ESTHER CASAS

Valdespartera va ganando vida. Lo dicen las cifras y también las impresiones de los vecinos. Las primeras señalan que el número oficial de la población del barrio ha aumentado un 34% en los últimos siete meses; los segundos hablan de que cada vez se ve más actividad y más vida de barrio en las calles con nombres de película. Aún hay carencias importantes, pero Valdespartera toma cuerpo.


El 1 de enero, la población oficial de este nuevo barrio era de 7.512 personas. En julio, ya eran 10.123 los habitantes de Valdespartera. Los pisos se van ocupando a un buen ritmo y, además, los vecinos se animan a empadronarse. Para ello, ha tenido una incidencia decisiva la reciente apertura del centro de salud. "Muchos residentes no se registraban aquí porque entonces tenían que ir al centro de salud de Casablanca y preferían seguir inscritos en su antiguo domicilio", señala Tomás Pellicer, de la asociación de vecinos Los Montes de Valdespartera.


Las calles poco a poco notan el aumento de movimiento. Aunque la población potencial se estima en más de 25.000 habitantes, los actuales 10.000 vecinos cada vez 'cunden' más. "El punto de inflexión fue Navidad, entonces empezamos a ver que la gente estaba más en el barrio; antes solo estabas tú y el viento", comenta Belén Renales. Sara Cardona, también miembro de la asociación de vecinos, coincide en que "al principio era un barrio dormitorio, ahora cada vez es más un barrio residencial".


Pueden confirmar este hecho los 18 bares del barrio, donde no falta la clientela ni entre semana ni los fines de semana. Ahora, en verano, las terrazas son toda una sensación -siempre que respete el viento, muy persistente en esta zona de la ciudad-. Cada vez más negocios se animan a levantar la persiana, aunque sigue habiendo carencias.


En mayo, por ejemplo, abrió la papelería The Planet, ubicada junto al centro de salud. Mabel Puey, una de las socias del local, señala que en los últimos meses "se nota que hay mucha más gente", aunque augura que lo notarán más "la última semana de agosto, cuando los vecinos vayan volviendo de vacaciones". "Por la tarde hay calles que tienen ambiente, como Luces de la ciudad, la gente baja a las terrazas en chanclas y no se mueve de ahí".


Una tintorería, dos panaderías, una óptica, otra guardería, un veterinario, una tienda de informática... Serán las próximas aperturas de negocios en un barrio en el que, sin embargo, aún faltan servicios esenciales. El principal, una farmacia, ya que los vecinos deben ir hasta Casablanca a por una simple aspirina.


El transporte público es otra de las grandes quejas, a pesar de que el recorrido de la C3 se ha aumentado recientemente. "Te deja en el Auditorio, luego allí te tienes que buscar la vida", señala María Alonso, usuaria habitual. Claro que todo cambiará en unos meses, con el tranvía. Desde la asociación de vecinos apuntan una reivindicación más, "un uso ciudadano para el recinto ferial". "Solo se utiliza unos días al año y ahí se proyectaron equipamientos para el barrio", reclaman.