TURISMO

Ingenio y ofertas en los hoteles zaragozanos para atraer a los propios

Los hoteles de la capital aragonesa diversifican su actividad para captar clientes, incluso, dentro de la misma ciudad. Triunfan los jacuzzis, piscinas, noches temáticas y servicios de alquiler.

La terraza-piscina del Hiberus
Siesta y piscina en el corazón de la ciudad
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En el Hotel Nastasi de Zaragoza lo tienen claro: el futuro está en los propios vecinos de la ciudad. Ante el descenso de la demanda extranjera y de la estancia media por habitación, los hoteles de la capital aragonesa buscan soluciones imaginativas que lleguen a nuevos clientes potenciales. Por eso, el producto estrella del Nastasi pasa por las noches para parejas, sobre todo zaragozanas, que ellos han denominado ‘Velada íntima’.


«Están funcionando de maravilla, porque la relación calidad-precio por una noche es muy buena», explican desde este establecimiento ubicado en la plaza del Pilar. El pack incluye habitación doble con vistas a la basílica, cena «romántica» para dos, botella de cava, desayuno en la habitación, que además se decora con rosas, incienso, velas y bombones, circuito termal y ‘check out’ a las 14.00. Todo un desafío a la cursilería y a la crisis, que atrae a numeras parejas de la ciudad, por un precio que ronda los 150 euros.


En la misma línea están trabajando desde el Hotel Boston, donde asegura su director, Jaime Gutiérrez, que «cada vez viene menos gente de fuera» por lo que «la idea es captar a la gente de aquí». Por ello, varias de sus ofertas especiales también hacen hincapié en las veladas románticas. Aunque en este veterano complejo hotelero van más allá, y han lanzado promociones curiosas, como el servicio de siestas.


«Va dirigida a gente que llega cansada de un viaje, o que simplemente quiere echar una cabezada antes de seguir su jornada de trabajo», señala Gutiérrez. Con este servicio, el cliente podrá disfrutar de un almuerzo en la cafetería y de una habitación hasta las 18.00 de la tarde para descansar por un precio de 70 euros, aunque también hay opción de reserva la cama sin comida, con una tarifa más económica.


Los hay, en cambio, que apuestan por la música en directo, como en el Silken Zentro, donde sus veladas de jazz atraen cada día a más público de la capital. Además, en este hotel cuentan con un servicio de alquiler de bicicletas «muy demandado por los turistas extranjeros, pero también de aquí», apunta el subdirector Juan Yegüas.

PIscinas en el cielo

Con la llegada del buen tiempo, no son pocos los hoteles que se vuelcan con una de sus principales atracciones: la piscina. Disfrutar de un buen chapuzón en el corazón de la ciudad no tiene precio. Aunque en realidad, sí. La mayoría de los hoteles ofrecen este servicio solo a los clientes que se alojan en sus habitaciones.


Una de las novedades que presenta la ciudad este verano es la piscina del Hotel Alfonso (inaugurado este otoño) ni más ni menos que ubicada en la planta 12 de este emblemático edificio. Se une así a las otras dos que ofrece el grupo Palafox. Una, en el hotel que da nombre al grupo (en la novena planta), y la otra en el Hiberus de Ranillas.


Este último es uno de los establecimientos hoteleros de la capital que mejor cuida su oferta estival, gracias a su coqueta terraza. En ella se pueden disfrutar de unas vistas del Ebro y de la ciudad ideales para acompañar con un cóctel o su Menú Lunas del Ebro, inaugurado el verano pasado. Este año ofrecen sabores frescos con productos naturales por un precio de 28 euros por persona.