El pueblo de Aragón que es el Tirol austriaco de España, según la revista Condé Nast Traveler
Este pequeño municipio de 312 habitantes está enclavado en el Pirineo oscense y es toda una joya natural cuyo paisaje recuerda incluso a una de las regiones turísticas más conocidas del mundo.
Tendemos a pensar en viajar a otros países cuando vamos en busca de rincones inhóspitos. A pesar de ello, no hace falta irse muy lejos para encontrar pueblos encantadores e impresionantes paisajes que te dejen con la boca abierta y que nos hacen sentir que hemos salido al extranjero, pero ni siquiera hemos traspasado nuestras fronteras. Y no hablamos únicamente de las de España, sino de las de Aragón. Nuestra comunidad esconde joyas de lo más sorprendentes que se pueden comparar con otros lugares remotos del mundo, pero que nada tienen que envidiarles.
Desde la famosa 'Muralla China', pero rodeada por aguas turquesas en el Prepirineo oscense, hasta las chimeneas de hadas de la 'Capadocia española', en Zaragoza, el territorio aragonés no deja de sorprender jamás. Tanto es así que prestigiosas revistas de viajes como National Geographic o Condé Nast Traveler se hacen eco de los encantos de Aragón y comparan muchas zonas de la comunidad con parajes increíbles de otras partes del mundo.
Hoy hablamos de un pueblecito pirenaico que perfectamente podría situarse en Austria pero que, por suerte, se encuentra en la provincia de Huesca y es todo un regalo para la vista.
Qué ver en Torla, el Tirol austriaco de Huesca
Este pueblo de la provincia de Huesca es toda una joya natural de Aragón. Es nada más y nada menos que la puerta de entrada al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, donde podemos encontrar desde impresionantes fenómenos kársticos hasta el icónico Monte Perdido, pasando por bosques, prados y glaciares.
Su casco urbano conserva la arquitectura típica del Pirineo y ya lo dice la revista Condé Nast Traveler: por su conjunto urbano de calles estrechas y empedradas y el magnífico entorno en el que está enclavado, al lado del impresionante pico Mondarruego, con 2.850 metros de altitud, parece sacado del Tirol austriaco.
En Torla destaca la Iglesia del Salvador -que data del siglo XVI- con su torre-campanario, que también hacía funciones de Castillo y, sobre todo, Casa Abadía. Tiene un jardín a su entrada y alberga el Museo Etnológico, con pinturas medievales y la cripta de San Jorge.
Otra destacada es la torre de la iglesia de San Miguel de Linás de Broto, que se ubica junto a la otra iglesia, sobre la capilla central de la cabecera. Esta torre sobresale por su carácter defensivo, siendo reconocida y declarada Bien de Interés Cultural.
Además, un paseo por las calles de este pueblo de la Comarca del Sobrarbe nos descubre varias casas señoriales del siglo XIII hasta el siglo XVIII como Casa Oliván o Casa Viú. Es el lugar ideal para contemplar la arquitectura tradicional altoaragonesa.
Su ubicación lo convierte, por si fuera poco, en el destino perfecto para disfrutar de la naturaleza. Desde aquí podemos realizar infinidad de rutas senderistas como la que lleva hasta la cascada de la Cola de Caballo, así como deportes de aventura como el barranquismo, el senderismo, BTT, rutas por vías ferratas y el rafting en el río Ara, uno de los últimos ríos vírgenes del Pirineo.
La festividad más destacada del pueblo es el carnaval de Torla-Ordesa, donde el protagonista es el 'carnabal', una figura mitad oso, mitad macho cabrío, encarnada por un joven de la localidad que en los días previos, merodea por el pueblo hasta ser capturado por el 'tenedor', una suerte de cazador. Atado, es paseado por el pueblo, intentando huir y asustando al público con su aspecto feroz. Un tribunal llamado 'de la Santa Inquisición', compuesto por un juez y representantes del clero, lo juzga y lo condena a muerte.
Dónde comer en Torla
Uno de los restaurantes más destacados en este pueblo de Huesca es El Duende, situado en la calle Iglesia, s/n. Destaca por ofrecer una cocina típica española y platos de pescado en una casa de piedra vista del siglo XIX con un encanto rústico.
Cómo llegar a Torla, en Huesca
Para llegar a Torla desde Huesca hay que tomar la A-23 y la N-260 en un trayecto de una hora y 20 minutos en coche. Mientras que para llegar desde Zaragoza hay que tomar la A-23 en un trayecto de dos horas en coche.
