El hotel escondido de Aragón que 'The Times' sitúa entre los mejores del mundo
Este inigualable establecimiento tiene concepto boutique: pocas habitaciones, decoración primorosa, y entorno espectacular.
La película ‘Tierra baja’ concluyó hace pocas semanas su rodaje en Belmonte de San José y Alcañiz tras un mes de faena y madrugones en el corazón del Bajo Aragón. Con Miguel Santesmases a la cabeza, el equipo llevó a cabo un trabajo impecable, que probablemente verá la luz al año próximo, aunque es muy pronto para pensar en una fecha concreta de estreno. Aitana Sánchez Gijón protagoniza este filme sobre una escritora que regresa al ámbito rural para encontrar la inspiración perdida.
La localización es perfecta. Belmonte de San José y Alcañiz son dos joyas de la provincia de Teruel, perfectas para que las musas vuelvan a susurrar al oído a quienes busquen nuevos estímulos en la vida. Y qué mejor que hacerlo en lugares hermosos, claro. El equipo se dio el gusto de visitar el hotel Mas de la Serra, a las afueras de Fuentespalda, y disfrutar allá de la quietud, los mimos y el paisaje de un lugar mágico.
Hotel Mas de la Serra: escondido, como casi todos los tesoros
El hotel está al final de una pista de cuatro kilómetros que lleva unos 15 minutos de trayecto: hay que ir despacio. El hotel tiene concepto boutique: pocas habitaciones, decoración primorosa, entorno espectacular. Era una antigua torre de vigía, por lo que las vistas (los Puertos de Beceite) son un plus.
El proyecto comenzó por iniciativa de un ciudadano británico, perteneciente a la familia propietaria de las casas Hendricks y Glenfiddich. El escocés Alasdair Grant posee la parcela y la masía desde 2002: se trata de un aventurero especializado en la realización de documentales de viajes, con multitud de trabajos estrenados en la BBC. Se enamoró del lugar, valoró igualmente el potencial trufero de la zona y la calidad de las almendras locales, hasta el punto de poner una empresa para comercializarlas.
En cuanto al hotel, que figura en el top 20 de los hoteles de montaña en todo el mundo según ‘The Times’, Grant lo rehabilitó durante siete años y lo abrió en 2009. Puso en la gestión a un matrimonio peruano que combinaba el conocimiento y la excelencia del negocio: él es economista y ella chef.
Junto a la sobrina de ambos se encargan de llevar este negocio en un enclave bien rehabilitado y reconstruido, con piscina de tipo sin fin, billar, sala de lectura, música y películas, un bar y bodega de uso libre donde se maneja la fórmula de la confianza (‘honesty’ bar: apuntas lo que tomas) y delicadeza en cada detalle. Un dato importante: el pisco sour es impresionante, y no solo porque lo prepare alguien autóctono de la gran nación inca: es que realmente lo bordan.
La masía se puede alquilar en régimen de casa completa (nueve habitaciones: seis dobles y tres suites) y cuenta con tres terrazas. Se puede alquilar en paquetes de una semana en verano, y también hay posibilidad de contratar instructores de yoga y masajista, así como catas de vino, paseos a caballo y visitas guiadas a los representantes locales de los pueblos más bonitos en España: concretamente, Valderrobres y Calaceite, aunque La Fresneda o Beceite no se quedan atrás, sin ir más lejos.
