El rincón de Aragón para sentirte como en la playa sin ir al mar

En verano es importante encontrar los puntos donde escapar del calor sobre todo cuando las temperaturas ronda los 40 grados.

Gente disfrutando en el Banana boat del pantano de Barasona
Gente disfrutando en el Banana boat del pantano de Barasona
Laura Uranga

El mar no está lejos de Aragón. Desde Zaragoza son dos horas y media, aproximadamente, sin saltarse los límites de velocidad, y se llega. Otros puntos la tienen a apenas una hora, como Monroyo en el Matarraña. Otra cosa son las playas: de eso sí puede presumir la tierra aragonesa. Son fluviales, o lacustres, o aparecen en los bordes de un pantano. Obviamente, la sequía de los últimos meses ha afectado a esta realidad, pero en condiciones normales no faltan los lugares donde bañarse bien a gusto en la Comunidad.

Uno de los más similares en cuanto a sensaciones playeras está en la Ribagorza, concretamente en su extremo suroeste. Se trata del término municipal de La Puebla de Castro y del pantano de Barasona o de Joaquín Costa, que honra a la figura del célebre intelectual aragonés a apenas 34 kilómetros de su Monzón natal.

Pantano de Barasona

En ese punto del pantano hay una playita que comparten dos iniciativas de emprendimiento, aunque el acceso es totalmente público. Eseraventura es una empresa que reparte su oferta de ocio entre las aguas bravas (en Campo, más al norte), las tranquilas (ahí mismo, en La Puebla de Castro) y otros puntos del Pirineo para alternativas de ocio en la naturaleza que no impliquen el agua como medio fundamental. En la esquina del pantano está además el Hotel Camping Bellavista, empresa familiar con casi medio siglo de historia, que combina en su oferta la hotelera tradicional, las parcelas de acampada, las casas móviles y los bungalows.

Playa y montaña en Aragón

Eseraventura hace que las sensaciones playeras se multipliquen, gracias a su oferta de diversión; además, el entorno montañoso hace que el contraste sea magnífico. La empresa permite que se pueda surcar el pantano con patines a pedales, la típica banana loca que corta el agua a toda velocidad tirada por una lancha, las espectaculares planeadoras, tablas de ‘paddle surf’ para recorrer la lámina acuática en calma, kayaks… todo lo que eligen los más deportistas entre los playeros cuando van al litoral.

En Eseraventura se pueden reservar individualmente o en grupos, por atracción o por paquetes para rebajar costes. Además, hay chiringuito público (operado por el Camping) justo donde se abordan estas atracciones. Y a un lado, zona abierta para plantar las toallas y disfrutar de una jornada redonda, que puede ser aún mejor acercándose a la cabecera del municipio de La Puebla de Castro (a cinco kilómetros) para disfrutar de la ermita de San Román de Castro o el yacimiento románico de Labitolosa.   

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