Cuatro planes de altura en Aragón para este verano

Tirolinas, vuelos sin motor o pasarelas sobre barrancos son algunas actividades no aptas para personas con vértigo que combinan turismo y adrenalina.

Una persona en la tirolina doble de Fuentespalda
Una persona en la tirolina doble de Fuentespalda
Laura Uranga

Turismo y descarga de adrenalina no están reñidos y en Aragón se puede disfrutar de planes que combinan ambas cosas. En la Comunidad se pueden realizar distintas actividades que tienen algo en común: no son aptas para personas con vértigo. Lanzarse por una tirolina de récord, introducirse en la práctica del vuelo sin motor o recorrer el pirineo desde las alturas, así como caminar sobre barrancos a través de pasarelas son algunas de las alternativas.

Tirolinas que baten récords

Desde que se puso en marcha la tirolina de Hoz de Jaca, otras similares se han ido sumando a la oferta de turismo activo de Aragón. La pionera fue la del Valle de Tena y recorre un kilómetro a 200 metros sobre el embalse de Búbal. También se organizan saltos nocturnos, a veces coincidiendo con la luna llena, que ilumina todo dándole un encanto especial al viaje.

Una persona preparada para lanzarse en la tirolina doble de Fuentespalda
Una persona preparada para lanzarse en la tirolina doble de Fuentespalda
Laura Uranga

Después llegó la tirolina de Fiscal para batir todos los récords. La de Ordesa-Pirineos sigue siendo actualmente la más rápida del mundo, alcanzando los 160 kilómetros por hora. El recorrido es de dos kilómetros sobre el valle. En Teruel está la tirolina de Fuentespalda, localidad del Matarraña donde éste es un recurso turístico en marcha desde 2019. Es la tirolina doble más larga de España.

Vuelos sin motor desde Santa Cilia

En el aeródromo de Santa Cilia (Jaca) opera Aeroclub Nimbus, experto en ofrecer vuelos sin motor en avionetas biplaza, con un piloto. Además, en verano se organizan campamentos para jóvenes, y durante todo el año hay cursos de iniciación o vuelos adaptados a personas con discapacidad.

En estas mismas instalaciones también trabaja la empresa Pirivuelo, especializada en vuelos turísticos. Su oferta incluye seis rutas, una básica alrededor de Jaca, otra por los picos del Pirineo, otra por los Mallos de Riglos, otra por el Monasterio de Leyre, otra por el Valle de Tena y una última por el Parque de Ordesa. Los viajes son en una avioneta de cuatro plazas de amplia visibilidad.

Pasarelas, un recurso con alta demanda

En los últimos tiempos han proliferado las pasarelas que acercan al visitante a entornos naturales que, de no ser por ellas, serían inaccesibles. La última incorporación ha sido las de Panticosa, que solo durante la Semana Santa de este año recibieron 3.000 visitantes. Se instalaron con el objetivo de desestacionalizar el turismo y consiste en una serie de puentes colgantes que atraviesan el congosto sobre el río Caldarés. El sendero por el que transcurren ofrece vistas panorámicas y recorrerlo es una experiencia única.

Pasarelas de Montfalcó sobre el Noguera-Ribagorzana.
Pasarelas de Montfalcó sobre el Noguera-Ribagorzana.
Albergue Montfalcó.

Otras rutas de pasarelas con más solera en Aragón son la del Parrizal, en Beceite (Matarraña), las del Vero (alrededor de Alquézar, en el Somontano de Barbastro) o las del cañón del río Blanco (en Calomarde, Sierra de Albarracín). Pero si se habla de turismo de altura, en estos planes no puede faltar la ruta de las pasarelas de Montfalcó, en el límite entre la provincia de Huesca y la de Lérida. El recorrido desde Montfalcó (Huesca) hasta La Masieta (Lérida) es de unos 8,5 kilómetros, partiendo desde el antiguo pueblo oscense, perteneciente a la localidad de Viacamp, en la Ribagorza.

Durante el recorrido, hay varios tramos de pasarelas, destacando por su espectacularidad y el vértigo que produce una primera construcción que salva un desnivel de 33 metros a través de la roca, zigzagueando entre pasarelas y escaleras protegidas por sirgas.

Subir a la torre del Pilar

Practicar turismo de altura no solo es posible en la naturaleza. La ciudad de Zaragoza se puede contemplar desde 90 metros de altura, distancia del suelo a la que se sitúa el mirador de la torre del Pilar. Desde 2011, cuando fue rehabilitado el ascensor de la torre de San Francisco de Borja, es posible subir hasta la cúpula en apenas 20 segundos. El último tramo es en escalera de caracol para llegar hasta la parte más alta de la atalaya noroeste.

Vistas desde el mirador de la torre del Pilar
Vistas desde el mirador de la torre del Pilar
José Miguel Marco

De las cuatro torres de la basílica, ésta es una de las dos a orillas del Ebro. Está equipada con un ascensor que lleva hasta dos zonas de mirador panorámico de uso turístico. Desde allí se pueden obtener vistas de toda la ciudad, del río y de sus principales edificios, incluso del Moncayo, al oeste, y de los Pirineos, que en días claros se atisban hacia el norte. La entrada cuesta 4 euros y se puede acceder todos los días, desde las 10 o 10.30 hasta las 19.30.

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