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El paseo de los cerezos y el de las huertas, un reclamo turístico de primavera en La Almunia

La explosión de color ha llegado a esta tierra de frutales que lucen en estas fechas en flor, tiñendo el paisaje de blanco y rosa y llamando la atención de numerosos visitantes.

Vista panorámica de los cerezos del entorno de La Almunia
Vista panorámica de los cerezos del entorno de La Almunia
José Samir López

Las huertas y campos de cerezos de La Almunia de Doña Godina lucen su mejor cara estos días. Con la primavera los árboles frutales que llenan estas fértiles tierras están en plena floración, tiñendo el paisaje de colores blanco y rosa y llamando la atención de numerosos visitantes. Muchos son quienes escogen esta zona de la provincia de Zaragoza para dar un paseo y plasmar con sus cámaras estampas que poco tienen que envidiar al valle de Jerte.

Para dar a conocer el lugar y potenciar sus atractivos, hace unos años el Ayuntamiento de La Almunia acondicionó parte de estos campos, asfaltando los caminos para hacer más cómodo y accesible el paseo. Así, hay dos rutas trazadas. Una es el Paseo de los Cerezos, que en esta época del año ya están en flor. Aunque es la cereza la que da nombre a la ruta, recorriéndola se ven otros tipos de árboles frutales, como domanisqueros (albaricoques), almendros, manzanos o melocotoneros. Todos ellos se cubren de flores multicolores en primavera y se extienden, sobre todo, desde La Almunia hacia la linde con Ricla, en las laderas de la zona de Valdefajas

La ruta parte del polideportivo municipal y asciende por la calle de Tenerías hasta abandonar el casco urbano por el camino de Cantalobos. Avanzando por éste se llega hasta un mojón tallado que indica el límite entre el término de La Almunia y el de Ricla. Desde este punto, a lo largo de 300 metros se recorre la zona, como si se siguiera una línea divisoria imaginaria para después volver a adentrarse en La Almunia al inicio de un pinar. Ahí se toma la senda por el barranco de Valdefajas, se cruza la pista conocida como de los Pinos, que llega hasta Alpartir y se recorre la zona limítrofe de pinares desde el camino Cantalobos, pasando por el de Fontellas, hasta la carretera de Alpartir.

Este sería el recorrido entre cerezos básico pero la excursión se puede alargar ya que existe un sendero botánico señalizado que parte desde el final del Paseo de los Cerezos y sube a la fuente de Fontellas y al mirador de Alberto. Desde este punto, de los más elevados de la zona, se obtienen buenas vistas de todo el valle. 

Un recorrido por los campos de cultivo

La otra ruta acondicionada en el entorno de La Almunia es el Paseo de las Huertas, que discurre entre campos de cultivo, explotaciones agrarias, acequias y brazales, y permite entender la esencia rural y campesina de la que surgió la localidad. Aunque la primavera es la época del año más interesante para hacer esta actividad, cada estación tiene su atractivo y los colores otoñales y de invierno también merecen la pena. 

El recorrido pasa por la zona agrícola por excelencia de la localidad zaragozana, situada en las estribaciones más bajas de la Sierra de Algairén, a caballo entre el valle y la montaña, a los pies del Sistema Ibérico. Esta ubicación le confiere unas características especiales que hacen que disponga de una amplia variedad de ecosistemas en un radio de distancia mínimo. Esta ruta en concreto pasa por los caminos que los agricultores usan a diario, por lo que no es de extrañar cruzarse con ellos mientras se recorre. El paseo sale desde el polideportivo de La Almunia hasta llegar a la salida del casco urbano por el camino de la Virgen del Pilar, junto a la cruz ubicada en el Tambor de Sancho. La ruta continúa por una pista asfaltada, dejando atrás varios almacenes y empresas y pasando junto a un sauce de gran tamaño. Después, hay que cruzar la variante del pueblo por un puente elevado. 

Al otro lado, el peirón de la Virgen del Pilar hace de divisoria de caminos y hay que tomar el de Enmedio, que va entre campos hasta pasar junto a la Huerta Lucía. La ruta continúa tomando un desvío a la dirección, por el camino del Saso, que acerca al visitante a otros puntos de interés como la Huerta Roy o de los Cochochos, donde se puede ver una colección de árboles de gran tamaño. Muy cerca está la Huerta Roy, donde destaca un roble milenario catalogado como árbol singular. Por sus grandes dimensiones sobresale la Huerta San Gregorio, junto al pinar del mismo nombre, que antaño incluso tenía una capilla donde se celebraba misa para los vecinos más próximos. 

Ya de regreso hacia La Almunia, la ruta para por la fuente La Nava, que da nombre al paraje donde se ubica y que está perdida entre la vegetación, por lo que no es fácil de encontrar. El camino de Vargas lleva hasta el peirón del mismo nombre, pasando por las Huertas de La Vita y Los Castellanos. La ruta sigue por el camino de La Cuesta, entre campos, vaquerías y algunas cabañas con árboles de gran tamaño, como la del Royo, donde hay pinos de 40 años de antigüedad. El barrio de San Sebastián anuncia al excursionista que está a punto de llegar de nuevo al pueblo, desandando en el último tramo lo andado anteriormente entre el peirón de la Virgen del Pilar hasta el casco urbano de La Almunia.

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