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Las rutas del chopo cabecero a orillas del río Pancrudo

Esta especie autóctona puebla buena parte del sur de Aragón y en el entorno de Calamocha se pueden recorrer varios itinerarios a la sombra de estos árboles de grandes copas.

Chopos cabeceros en la comarca del Jiloca.
Chopos cabeceros en la comarca del Jiloca.
Antonio García/Bykofoto

El chopo cabecero es una especie arbórea autóctona que puebla buena parte del sur de Aragón y que surge por la adaptación del paisaje a las necesidades económicas fundamentalmente de las zonas que viven de la ganadería. Se encuentra en las orillas de los ríos y en otros espacios de aguas subterráneas y es fruto de un trabajo de aprovechamiento silvícola por el que se trasmochan los chopos comunes. Con el uso de una técnica de corte concreta se favorece que los árboles crezcan más deprisa. Ramblas, ribazos, caminos y márgenes de ríos son lugares con corrientes superficiales o aguas subterráneas donde se pueden encontrar chopos cabeceros.

Es el caso de la cuenca del río Pancrudo, un pequeño y desconocido afluente del Jiloca. Este entorno cercano a la localidad turolense de Calamocha es rico en estos árboles. Se caracterizan por tener un tronco derecho y grueso, ensanchado en su extremo superior, conocido como cabeza. A la misma altura surgen varias ramas o vigas. Para verlos de cerca y pasear bajo su sombra hay trazadas una serie de rutas aptas para todos los públicos en esta zona de la comarca del Jiloca.

Una de ellas va desde el municipio de Navarrete hasta Cutanda. En total son siete kilómetros por un camino asfaltado que discurre en paralelo a la carretera A-1508. El trazado está marcado como ruta senderista y también es apto para BTT. Durante la caminata se pueden ver un pequeño bosque adehesado en el río Pancrudo, junto a la desembocadura de la rambla del Regajo, y un bosque en galería de chopos cabeceros al ascender por la misma. El camino conduce directamente hasta Cutanda, pero se puede acortar para volver a Navarrete por el monte, tomando alguna de las bifurcaciones marcadas.

Para ver chopos monumentales hay una ruta que sale desde La Masada, una explotación ganadera a 2,5 kilómetros del desvío a Cutanda por la A-1508, hasta Barrachina. En total son apenas cuatro kilómetros de caminata por asfalto. También desde Cutanda, se puede recorrer un itinerario de algo más de siete kilómetros que va por la carretera A-2513 hasta Olalla.

Entre Torre los Negros y el puente de San Miguel discurre otra ruta entre chopos cabeceros. Es la más corta de todas las propuestas, con 3,4 kilómetros de extensión y parte de este pequeño núcleo poblacional hasta la confluencia de la TE-V-1011 con la N-211. Por la rambla de los Nueros, a los pies del Santuario de la Virgen de Pelarda, se puede hacer una caminata, esta vez por camino de tierra y piedras, a lo largo de la que el chopo cabecero es protagonista. Discurre por las cercanías de Nueros, un barrio rural de Calamocha, y es el claro ejemplo de la adaptación del paisaje de buena parte de la provincia de Teruel a la necesidad de pastos para la ganadería.

Todas las rutas, excepto esta última, se pueden recorrer también en un coche convencional ya que son tramos asfaltados. Para conocer la rambla de Nueros, por su parte, hace falta un vehículo adaptado a circular por caminos.

Bien de Interés Cultural Inmaterial

Tal es su valor tanto ecológico como cultural y paisajístico que el chopo cabecero está catalogado como Bien de Interés Cultural Inmaterial desde 2016. La zona de Aragón por excelencia para conocer de cerca esta especie y entender su origen y su función es el Alto Alfambra. La ribera de este río, entre Gúdar y Galve, alberga unos 20.000 ejemplares, lo que la convierte en la mayor arboleda de chopo cabecero de Europa.

La zona está protegida bajo la declaración de Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra. Está al sur de la cordillera Ibérica y, gracias al aprovechamiento histórico de sus recursos naturales, alberga hoy en día un importante patrimonio cultural y natural. En la zona, la economía se ha orientado desde siempre a la ganadería ovina y a la elaboración de la lana por lo que parte de los bosques que poblaban este territorio se tuvieron que transformar en praderas donde los rebaños pudieran pastar. Al mismo tiempo, también se necesitaba madera, por lo que se plantaron miles de chopos y se gestionó como trasmochos, es decir, talados de una forma peculiar para que pudieran crecer más. Ambas circunstancias han dado como resultado el paisaje actual en esta zona de Teruel: la mayor masa de chopo cabecero de Europa salpicada de verdes prados.

Ruta por el Alto Alfambra

Para poder sumergirse en este ecosistema único, existe el GR-199, un sendero de nueva creación que acompaña al río Alfambra desde su nacimiento en la val de Motorritas, término municipal de Gúdar, hasta los Estrechos de los Alcamines, en Galve. En el transcurso, atraviesa también los de Allepuz, Jorcas, Aguilar del Alfambra y Camarillas, vertebrando el citado parque cultural.

La ruta discurre en pleno Parque Cultural del Chopo Cabecero, entre Gúdar-Javalambre y el Maestrazgo y atraviesa los prados y bosques del Alto Alfambra. El itinerario propuesto conecta estas dos comarcas turolenses y tiene una duración de unas cuatro horas, con 15,7 kilómetros de recorrido durante los que se alcanzará una altura de 1.600 metros.

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