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Hospederías de Aragón: seis alojamientos diferentes para quedarse a vivir

En las tres provincias aragonesas hay ejemplos de este tipo de hospedajes.
Hospederías de Aragón: estancias para viajar atrás en el tiempo 

Hospedería de Rueda
Hospedería de Rueda
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Dormir en un monasterio, en un palacio o un edificio histórico es posible si se opta por alojarse en uno de los establecimientos de la Red de Hospederías de Aragón. 

De los nueve lugares de este tipo en la comunidad aragonesa, seis están actualmente en activo. Son el Mesón de la Dolores, en Calatayud; el Palacio de Allepuz; el Monasterio de Rueda, en Sástago; la Casa Abadía de Roda de Isábena; la hospedería de Loarre y la de Sádaba.

La singularidad de estos edificios, su calidad y el espacio de interés patrimonial que ocupan, así como el entorno natural que los rodea son algunos de los alicientes que mueven a un número cada vez mayor de visitantes hasta estos lugares únicos. Además, la reforma y reconversión de estos espacios para su uso como hospedaje contribuye a la conservación de los propios inmuebles.

Hospedería de Loarre
Hospedería de Loarre
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Bajo la atenta mirada del castillo y en la plaza principal del pueblo (Miguel Moya, 7), la hospedería de Loarre recibe a sus visitantes los fines de semana. Este edificio del siglo XVI todavía conserva su carácter íntimo y relajado. Tiene doce habitaciones de las que once son dobles y una, individual. También dispone de restaurante, cuyas elaboraciones se pueden catar sin estar alojado en el establecimiento. Entre su oferta hay desde platos actuales hasta otros tradicionales de la zona, como costillas de cordero o crema de bisaltos con cebolla asada. El castillo de Loarre es el principal atractivo de esta zona, pero desde la hospedería también se organizan actividades de naturaleza y turismo activo como rafting o barranquismo en los cañones de Guara.

Mesón de la Dolores
Mesón de la Dolores
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El Mesón de la Dolores, en Calatayud, es uno de los edificios más emblemáticos de la localidad y forma parte de la Red de Hospederías de Aragón. Es un palacio del siglo XV perteneciente en origen al Marqués de Ayerbe y que pasó después a manos de Dolores Peinador. ‘La Dolores’ es como se conoce de forma coloquial a esta bilbilitana de nacimiento de, al parecer, vida azarosa. Alrededor de su figura se ha creado toda una leyenda y tiene hasta un pasodoble que reza: “Si vas a Calatayud, pregunta por la Dolores”. Y ¿dónde mejor para preguntar que en su mesón? La hospedería tiene 34 habitaciones, con nombres de pueblos de la comarca, y están decoradas con el mobiliario original, lo que da un ambiente decimonónico con todo lujo de comodidades. El edificio está restaurado pero se han conservado varios elementos, como el patio-corrala interior empedrado, al que se asoman los balcones de las tres plantas del inmueble. El edificio (plaza Mesones, 4) tiene restaurante, salón privado y, en las antiguas cuadras, sala de catas, tienda y cafetería.

El Monasterio de Rueda es otra de las hospederías activas actualmente en Aragón. Situado en Sástago, es uno de los máximos exponentes de la orden del Císter y su hotel de cuatro estrellas ha vuelto a abrir este mes. El espíritu medieval todavía se respira de puertas para adentro en este cenobio del siglo XIII, a orillas del río Ebro. Del conjunto destaca la gran noria de agua, de 18 metros de diámetro, que da nombre al monasterio. El establecimiento tiene 35 habitaciones, ubicadas en el palacio abacial y la galería corredor, y todas son exteriores. En el restaurante se puede degustar cocina de autor con productos kilómetro cero y el complejo monástico se puede conocer con una de las visitas guiadas que se ofrecen desde Turismo de Aragón. Cuestan 6 euros y son los viernes, sábados, domingos y festivos.

Hospedería de Roda de Isábena
Hospedería de Roda de Isábena: antiguo refectorio de la catedral
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Roda de Isábena es el pueblo más pequeño de España con catedral y también tiene su propia hospedería. La localidad de la Ribagorza ofrece la posibilidad a los turistas de alojarse en una antigua abadía en plena plaza Mayor. El establecimiento se inauguró en 1995, cuando se recuperó este edificio situado justo en frente de la catedral. Este lugar íntimo y pequeño cuenta con tan solo diez habitaciones dobles, un salón social y un comedor al que se accede a través del claustro catedralicio. Tiene capacidad para 60 comensales y se sitúa justo en el lugar del antiguo refectorio, conservando todavía su techo abovedado de piedra y toda la esencia del pasado. Alojarse en esta hospedería es disfrutar de la paz en pleno Pirineo, tanto por la espiritualidad del interior de la casa-abadía como contemplando las vistas desde la terraza que se asoma a todo el valle del Isábena.

Hospedería de Allepuz
Hospedería de Allepuz
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El palacio de Allepuz, en la comarca turolense del Maestrazgo, es un edificio del siglo XVI rehabilitado para su uso como hospedería. Desde 2014, la también conocida como Casa Grande, cuenta además con su propio spa, para completar una estancia de relax total. El conjunto es un ejemplo del esplendor de la arquitectura civil renacentista de influencia italiana. Es una construcción típica de residencia palaciega aragonesa y, actualmente, consta de seis plantas. Se accede por la calle de la Luna, a través de un arco de medio punto, y su interior se distribuye en 22 habitaciones, dos de ellas suites. También hay varios salones, una cafetería con terraza que hace las veces de mirador al valle del Sollavientos, y un restaurante ubicado en lo que antiguamente era un horno, donde se conserva la bóveda de cañón.

Hospedería de Sádaba
Hospedería de Sádaba
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En el centro de la villa de Sádaba se levanta la hospedería, un edificio de época conocido como Casa Cortés reformado. La historia y la modernidad se combinan en este establecimiento de las Cinco Villas que cuenta con 20 habitaciones de diseño minimalista. En la parte baja hay una cafetería con terraza y una bodega donde se conserva una prensa de uva manual como elemento decorativo. El restaurante tiene varios salones donde disfrutar de una propuesta gastronómica que combina la cocina de vanguardia con la tradicional.

Aragón tiene otras tres hospederías que actualmente no están en funcionamiento. Estas se sitúan en La Iglesuela del Cid, San Juan de la Peña e Illueca (el Palacio del Papa Luna). Con ellas, son nueve este tipo de alojamientos impulsados desde el Gobierno de Aragón para, entre otras cosas, afianzar el turismo de calidad en zonas de interés turístico del medio rural, donde habitualmente la oferta hotelera es escasa.

Todos los establecimientos en activo tienen entre tres y cuatro estrellas y los precios por noche van desde los 50 hasta los 200 euros, dependiendo del tipo de alojamiento y la habitación escogida.

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