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El Parque Cultural del Río Vero cumple dos décadas

Entre el norte del Somontano y el sur del Sobrarbe, en la sierra de Guara, ofrece un viaje a la Prehistoria en un espacio prácticamente inalterable al que conocieron los primeros pobladores hace 30.000 años

El escenario donde aparecieron hace unos 30.000 años los primeros pobladores de lo que hoy conocemos como el valle del río Vero, con sus abrigos de la sierra, cañones de Guara y comarcas de Somontano y Sobrarbe, ha celebrado este 2021 sus 20 años de catalogación como Parque Cultural. Un hito que aportó gran relevancia al territorio; lo dotó de una figura de protección y gestión para preservar toda su riqueza natural y sus sobresalientes pinturas del arte rupestre, declaradas desde los 90 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y se trata de una palanca para el turismo que dinamiza las poblaciones del norte del Somontano hasta el sur del Sobrarbe.

El Parque Cultural del Río Vero se declaró el 22 de mayo de 2001, bajo la premisa de preservar y promocionar el arte rupestre encontrado décadas atrás por el malogrado Vicente Baldellou y su equipo;son un total de 60 abrigos con muestras pictóricas de arte esquemático, paleolítico y levantino, siendo el único lugar de España donde se reúnen estos tres tipos de arte rupestre, junto al resto del Patrimonio del Parque. Para hacer justicia, habría que remontarse a finales de los 60, cuando se produce el primer descubrimiento de abrigos con pintura rupestre en el Gallinero –cortado del río Vero en el término municipal de Bárcabo– por el francés Pierre Minvielle, pireneísta y divulgador de las excelencias naturales de Guara y la práctica del barranquismo en el país vecino.

Baldellou, director del Museo Provincial de Huesca durante cuatro décadas y uno de los mayores eruditos del estudio de la Prehistoria en el Alto Aragón, tiene su propio espacio a modo de homenaje en una de las más bellas puertas a este parque, a los pies de la Colegiata de Alquézar y frente al cañón del río Vero que da nombre a un espacio que simboliza la relación milenaria entre hombre y naturaleza.

El Parque Cultural está situado al pie del Pirineo, y abarca un espacio singular, reconocido por sus valores naturales. No solo cuentan los ligados a la Prehistoria y su arte rupestre, sino también las joyas monumentales, la religiosidad popular, su patrimonio inmaterial o la etnografía, que nos ofrece una estampa fidedigna de lo que podríamos llamar como la “civilización del Vero”. En él se dan la mano bosques, cañones, riscos, flora y fauna, historia, arte, tradición y el dinamismo propio de sus gentes, que otrora habitaron estos lares con una economía de subsistencia transformada hoy parcialmente gracias al turismo.

El río Vero es el eje vertebrador del terreno, desde su nacimiento al sur de Boltaña y en la Fuente de Verrala en inmediaciones de Lecina, donde nos encontramos con otro de sus atractivos naturales, la milenaria carrasca que fuera Árbol Europeo 2021. En cuanto a los culturales, acompaña abrigos de arte rupestre hasta su desembocadura en el río Cinca. Eso ocurre en la capital del Somontano, Barbastro, principal puerta de acceso al parque cultural, donde se encuentra la sede de la Comarca que se encarga de la gestión de este espacio. De norte a sur, este río conecta las áreas montañosas prepirenaicas con los suaves relieves y el paisaje mediterráneo del Somontano, unidad geográfica integrada en la Depresión del Ebro.

Centros de interpretación

El Parque cuenta con unos 250 kilómetros cuadrados, y lo forman once municipios que siguen el curso del río Vero. Enumerados de norte a sur, son Boltaña, Aínsa, Bárcabo, Colungo, Alquézar, Adahuesca, Santa María de Dulcis, Pozán de Vero, Azara, Castillazuelo y Barbastro. Admistrativamente, ocho de ellos forman parte de la comarca de Somontano de Barbastro, y tres (Bárcabo, Aínsa y Boltaña) son de la comarca de Sobrarbe. En buena parte de ellos hay centro de interpretación, espacios museísticos donde conocer algunos aspectos propios de estas localidades, y que se abren en función de la demanda.

En Barbastro encontramos el Pozo de Hielo más imponente de la provincia, así como el Espacio del Vino, el espectacular Museo Diocesano y el de los Mártires Claretianos. En Castillazuelo se ubica el Centro de Interpretación del río Vero, ligado al propio afluente del Cinca, y que muestra los aprovechamientos que ha hecho el hombre de su potencial, como batanes o azudes.

En Adahuesca se encuentra el Centro de las Leyendas y del Patrimonio Inmaterial de esta cuenca del Vero. En Buera, localidad del municipio de Santa María de Dulcis, se restauró una antigua almazara del siglo XVII para convertirla en un acogedor espacio consagrado al oleoturismo. Buera también cuenta con otro pozo de hielo, el santuario de Dulcis o el bosque de los Olivos.

Alquézar cuenta con su Museo Etnológico Casa Fabián, sin olvidar las célebres Pasarelas del Vero o la obligada visita a la Colegiata–Castillo, amén de su conjunto histórico artístico medieval y del hecho de formar parte de los Pueblos Más Bonitos de España.

Para toda la familia

Colungo constituye la puerta principal del Parque. Allí se encuentra el Centro de Interpretación del Arte Rupestre, que ofrece numerosos talleres a lo largo de todo el año para acercar este periodo histórico a los escolares. Desde allí parten todas las visitas guiadas a los bellos abrigos de pinturas rupestre.

Por último, en la Plaza Mayor de Lecina –localidad perteneciente al municipio de Bárcabo– se expone en maquetas un compendio de las construcciones más características de esta bella población medieval, así como recreaciones de cabañas pastoriles, una actividad que nos remonta al neolítico.

Desde su fundación, el Parque ha sido un modelo en la gestión de recursos públicos para vertebrar el territorio, dotar al medio rural de infraestructuras, recuperar patrimonio y poner al cauce del Vero en el mapa internacional con numerosas actividades de dinamización. Los abrigos rupestres reciben más de 30.000 visitas al año, a los que habría que añadir los 180.000 visitantes que acuden a otros espacios del Parque atraídos por la naturaleza, la gastronomía, la etnografía o la historia. Cifras que seguirán creciendo ya que el Parque Cultural forma parte de la red Camino del Arte Prehistórico Europeo.

Visitas guiadas al arte rupestre en la Constitución y Navidad

En estos días llega la última oportunidad de la temporada para poder admirar los abrigos del arte rupestre a través de las visitas guiadas que organiza el Parque Cultural del Río Vero, dirigidas mayoritariamente a un público familiar. Durante el Puente de la Constitución, primero, y en Navidad después se ofertan visitas a los abrigos de Mallata (4, 6, 7 y 26 de diciembre, amén del 2 y 3 de enero), Barfaluy–Lecina Superior (5, 8 y 27 de diciembre) y el barranco de Arpán (7 de diciembre y 3 de enero) con visita a su famoso ciervo pictórico, uno de los iconos del Parque.

Para reservar plaza en estos pases hay que llamar a los teléfonos 974 318 185 (los fines de semana, en horario de 10.00 a 14.00) y 974 306 006 (días laborables, de 9.00 a 14.00). El Parque también ofrece la posibilidad de concertar visitas fuera de este horario, con antelación suficiente.

Además de las ofertas detalladas, se puede visitar el Centro del Arte Rupestre de Colungo sin necesidad de reserva hasta el 8 de diciembre los sábados, domingos y festivos, y en el periodo navideño los días 26, 27, 2 y 3 de enero en horario de 10.00 a 14.30. Allí se podrá acceder al mundo prehistórico en la cuenca de este río, y los niños podrán conocer dólmenes, casas o los abrigos donde plasmar sus manos, una de las primeras obras de arte de la Humanidad. Los días 4, 6, 26 de diciembre y 2 de enero, a partir de las 10.00, habrá allí un taller prehistórico.

Artículo incluido en la serie 'Aragón es Extraordinario'.

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