aragón es extraordinario

Calatorao es todo garra con el tiro de barra

El pueblo de la comarca de Valdejalón es famoso por sus canteras de piedra negra y por este deporte tradicional, con sus campeonísimos Félix Serrano y Rebeca Aguarón

El tiro de barra se parece bastante al lanzamiento de disco, y otro tanto al de peso, pero requiere de otras habilidades y fortalezas; no viene de la antigua Grecia, sino de Argavieso, un pequeño pueblo oscense, aunque son muchas otras las localidades que reclaman la paternidad de la criatura; hay bastante consenso con la relevancia que tuvo y tiene en Épila, Utebo, La Almunia, Teruel, Loscos (el pueblo del futbolista del Real Madrid cedido en el Granada Jesús Vallejo, antiguo capitán del Real Zaragoza) y, por supuesto, Calatorao.

Félix Serrano, leyenda viva de este deporte, explica los rudimentos de la especialidad en un campo cercano a Calatorao, donde tiene un terreno y ha convocado a la chavalería del Club de Barra y Bola; después habrá convite de carne a la brasa para los presentes. “Mira, es fácil; se puede marcar la pista en cualquier sitio, y el campo es perfecto si tienes un suelo apropiado, llano. Se fija una tabla de dos metros de largo para contener al lanzador, parecido al límite del círculo de lanzamiento en peso, disco o martillo”.

Dónde se puede practicar

El proceso de preparación de la superficie de referencia es rápido. A ambos lado de la tabla se colocan dos cintas que se van abriendo hasta alcanzar una distancia de ocho metros entre ellas. Son las guías para marcar la zona de recepción de la barra, quedando el campo reglamentario en forma de trapecio, con una veintena de metros de longitud. Se hace énfasis en la seguridad; nada de colocarse cerca de los límites, el golpe de la barra no es nada recomendable. “Si se sale de las líneas, no vale; es una fuerza dirigida. Por eso hay que desarrollar bien la técnica, además de tener fuerza. El control es fundamental para llegar más lejos”, explica.

El vigente campeón de Aragón en categoría senior es Óscar Villaescusa, de Calatorao. Entre las mujeres, Rebeca Aguarón (otra del pueblo de la piedra negra) ha dominado muchos años la especialidad, aunque la campeona actual es Vanessa Gil, de María de Huerva. “Hay 24 atletas en el club en total; seis son chicas. Rebeca ha motivado a muchas. Además, tiene el récord de Aragón con 14,64”, explica la entrenadora Ana Val. En categoría masculina, el récord es de Antonio Morón, de Utebo, con 19,40 metros.

¿Cuánto pesa ese barrón descomunal, acabado en punta? No es poco. “Pues son siete kilos y 257 gramos en la competición de adultos, a partir de 18 años –explica Félix– y si habéis investigado un poco sobre esto, sabréis que viene de la agricultura. Cuando se labraba el campo con los barrones en punta, que soportaba el llamado arado romano, los mozos esperaban un descanso en la faena para sacar los barrones de la estructura y retarse a lanzarlos lejos”.

La barra es de hierro, tiene forma de cono y la punta biselada. Según las edades de los lanzadores, el peso va variando;los benjamines (8 y 9) lanzan dos kilos, los alevines (10 y 11) tiran tres, los infantiles (12 y 13) se atreven con cuatro, los cadetes (14 y 15) se van a cinco, los juveniles (16 y 17) ya tiran seis, y desde los 18 se compite con el referido peso de 7,257 kilos. “En la categoría femenina –explica Ana– se tira un poco menos en cada categoría, y las senior compiten con barra de cuatro kilos. Lo importante en categorías inferiores, y en todas realmente, es disfrutar y mantener esta tradición, pero siempre gusta ganar. En 2018, en los Juegos Escolares, tuvimos varios campeones de Aragón en el club. A pesar de que no se viva una situación ideal, creo que hay futuro para nuestro deporte”.

Vídeo de lanzamiento de barra en Calatorao en 'Aragón es extraordinario'

"Siempre agradeceré el apoyo de HERALDO y de Mariano Faci"

Félix Serrano se acaba de jubilar de sus tareas agrícolas, y también dejó atrás su etapa como concejal de Calatorao. Carlos, su hijo, une su puesto de consejero comarcal de Valdejalón a su trabajo y la tarea de técnico de barra en el pueblo. De tal palo, tal astilla, cada uno con su personalidad y condiciones. El padre está orgulloso, y el hijo también. “La afición aquí se mantiene –explica Félix– y es verdad que en Aragón ha bajado un poco, pero hay más sitios donde se practica bien: Utebo, La Almunia, Épila, María, Teruel, el Alto Aragón y más sitios. Y estamos orgullosos de que se haya consolidado la afición entre las chicas, que ya llevan muchos años tirando, cuando en un principio esto era deporte masculino. Rebeca Aguarón es toda una pionera, Ana Val ha trabajado muy bien... en Utebo también hay buenas tiradoras”.

Félix fue una de las estrellas de la barra (la Estrella, con mayúsculas) a finales de los 70 y la década de los 80. “Mi marca oficial es 18.29, los tiré en Jaca; he tirado más, eso sí. Ten en cuenta que mi primer récord fue 16.80, y fui evolucionando, y el tiro de barra conmigo, junto a otros compañeros”.

El tiro de bola es otro mundo. “Ya lo creo; hace falta un camino poco transitado y mucha pericia. Al tirador de bola le basta con velocidad y fuerza. En la primera parte del siglo pasado era mucho más popular la bola que la barra, los partidos duraban más de una semana, de Cariñena a Épila, de Alfamén a Lucena… se hacía incluso un contrato entre los tiradores de bola; era como un documento notarial con normas muy estrictas, instrucciones para casos de accidentes… de todo”.

Cuando repasa su trayectoria, Félix siempre tiene dos nombres en el capítulo de agradecimientos. “Mi entrenador, Daniel Tabernas, fue el primero que me picó para que probase, diciéndome que no me veía capaz. Al principio no creía que pudiese lograrlo, pero trabajé duro y lo convencí para que me entrenase luego. Eso sí, nunca agradeceré lo suficiente la ayuda de un compañero vuestro de HERALDO, Mariano Faci, que hizo una cobertura tremenda de una tirada de nuestro deporte con el gran fotógrafo Luis Mompel; se tiraba entonces en muy pocos sitios. De ahí empezó a moverse mucha afición”.

La barra se lanza sin carrerilla, y Félix tampoco la necesita para argumentar sobre el deporte al que consagró buena parte de su juventud, aunque no le rentara económicamente. “En mis años se recuperó el interés por el tiro de barra, aunque luego volvió a decaer un poco;estaba Fernando Maestro en La Almunia y muchos otros, y cuando yo salí siguió la tradición en Calatorao con gente tan buena como Ángel Fernández de Heredia y Sergio Aguarón, hermano de Rebeca, que llegó a batir el récord de Aragón”. Hablando de batir récords, Félix lo consiguió siete veces. “Y gané el campeonato de Aragón 17 veces. Un orgullo, pero lo mejor de este deporte es que la competencia es sana; en cuanto acaban las tiradas, todos amigos. Espero que siga practicándose el tiro de barra muchos años, es algo nuestro y a mí me sigue emocionando”. Oyendo a Félix, hay algo que queda claro: aquí no se rebla.  

Un club de pétrea convicción, pleno entusiasmo y exitosa trayectoria

Carlos Serrano (hijo de Félix) y Ana Val tienen un predicamento claro con sus jovencísimos atletas. “El club –explican– nació en 1976, y nosotros, que somos vecinos desde críos, siempre hemos practicado. llevamos ya muchos años, primero como tiradores, luego entramos en la junta del club y cogimos las riendas técnicas”. “Por mi parte –cuenta Ana– ya llevo más de una década en esto, y me encanta; no lo haces por dinero sino por ganas de que continúe. La falta de competición es dura para mantener el ánimo de los chavales, eso sí. Hemos ido mucho a los colegios, dando charlas y pequeñas exhibiciones que iban trayendo a los más niños a probar este deporte”.

El calentamiento es ineludible para evitar lesiones. Tras las indicaciones de los técnicos, todos los chavales cogen sus barras y empiezan a practicar los movimientos, para ir pasando de uno en uno por la tabla de lanzamiento. Uno, dos, tres, cuatro; marcan los movimientos para unificar la técnica. “Es como un compás en música –explica Carlos– pero también hay que poner bien el pie, atender al aire… es una ayuda. Si no se calienta bien sufren las lumbares, el cuello y los brazos. En un tiro correcto interviene todo el cuerpo, la flexión de rodillas es clave, por ejemplo”.

Artículo incluido en la serie 'Aragón es extraordinario'. 

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