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La muralla china de Finestras: lo más plus en Viacamp y Litera

Esta doble pared pétrea, un plegamiento del Cretácico remojado por el embalse de Canelles, es uno de los parajes más hermosos del Pirineo

El final de los adjetivos, el punto en el que la exageración no solo está permitida, sino que se antoja mandatoria. La muralla china de Finestras (Finestres en catalán vernáculo) es una de las joyas del término municipal de Viacamp y Litera, de la Ribagorza, del Pirineo entero y verdadero y, ‘ojo cuidao’, de todo el territorio español. No hace falta imaginarlo, para eso está la imagen de arriba que vale más de mil palabras, pero toda realidad observada desde diferentes puntos de vista arroja idéntico número de consideraciones precisas, por aquello del acierto infalible de la subjetividad en el ánimo individual. La muralla china de Finestras, con sus dos muros pétreos recortados como placas en el lomo de un stegosauro, es una maravilla desde la atalaya en la que se asienta la ermita de San Marcos, junto al propio despoblado de Finestras; también se disfruta desde dentro, con buenas piernas (porque hay cuesta) y el sorpresón de otra ermita entre ambas paredes, la de San Vicente, que tiene hasta libro de firmas para los visitantes. También hay vestigios de un castillo medieval.

Desde el restaurante Montsec de L’Estall en la N-123, a la entrada de Viacamp, hay una pista transitable con cualquier vehículo hasta la mitad; desde el desvío (hacia Montfalcó a un lado, hacia Finestras al otro) la cosa cambia, y el último tramo de la pista hasta Finestras es desaconsejable para un turismo bajito; son unos 45 minutos de recorrido para apenas 20 kilómetros. En las posibles paradas del recorrido hay vistas muy interesantes, pero la promesa del postre final hace que sea complicado alejar la vista del objetivo. El pueblo de Finestras no está habitado actualmente; hay un par de bancos de madera a cubierto pensados para el reposo de los excursionistas, y poco más, aunque sorprendentemente hay cobertura en casi toda la zona.

La muralla, por cierto, es un plegamiento del Cretácico; roca caliza surgida por un efecto tectónico que se ha ido erosionando poco a poco. Cuando se llega en kayak por el embalse de Canelles puede atravesarse por una oquedad y acampar en la zona trasera. También hay vías de escalada abiertas en las paredes contiguas. La cosa es tan impresionante que hace dos años tuvo eco en el programa del aventurero Bear Grylls, sobre todo por la fama de la persona que llegó con él: la actriz Lena Headey, Cersei en ‘Juego de Tronos’. Salieron desde el aeródromo de Benabarre se subieron a la muralla y se lanzaron al agua desde la parte más baja.

El embalse, que ejerce de frontera entre Aragón y Cataluña, es larguísimo y alberga todo tipo de sorpresas; por ejemplo, el enclave emparedado y casi inaccesible de La Olla, donde crece la trufa silvestre. Además, en el embalse hay mucha pesca deportiva desde las pasarelas de Montrebei hacia el sur; en dirección norte hay zona de reserva natural y repoblación. El área es zona ZEPA de protección de avifauna, con buitres leonados y alimoches como especies estelares junto al quebrantahuesos (que anida de noviembre a febrero: en estos meses no se puede escalar aquí en pared) y el halcón peregrino.

Ahora ya hace fresquete y vivimos en pandemia, pero si no conocían el lugar, anótenlo mental, digital y físicamente para cuando puedan ir. Se trata de una experiencia inolvidable.

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En mayo de 2013 se inauguraron las pasarelas de Montfalcó en las paredes del espectacular Congosto de Montrebei. Son unas escaleras colgadas de las paredes que pueden admirarse desde el agua (el inmenso embalse de Canelles es el punto privilegiado de observación) o caminando con ganas y las adecuadas pausas. Los senderos salen de Casa Batlle, el albergue de Montfalcó comprometido con el medio ambiente, que sirve además de punto de reunión para las dos empresas aragonesas que manejan paseos acuáticos por Canelles en kayak o catamarán: Guías del Montsec (responsable del mismo albergue) y Montrebei Explora. Tras las pasarelas se puede empalmar con el lado catalán del embalse a través del puente Segué.

“Las pasarelas de Montfalcó son un lujo”. Cristian Reguera, marplateño residente en la zona desde hace más de una década y técnico del Ayuntamiento de Viacamp durante los últimos cuatro años, tiene claro el objetivo principal de las visitas a la zona; se anima a una propuesta para disfrutarla a plenitud. “Mucha gente hace la ida andando y la vuelta por el agua. Se puede llegar en coche propio hasta el albergue, pero yo lo dejaría en Viacamp, cogería el taxi desde el restaurante Montsec de L’Estall que te lleva a La Masieta o Montfalcó y haría el primer trayecto de las pasarelas caminando de un punto a otro; son unas cuatro horas desde Montfalcó pasando por las pasarelas, dos puentes y el Congost, con descansos para comer y hacer fotos. Luego contrataría el retorno por el agua, ya fuera en kayak o catamarán, para regresar nuevamente en taxi por la pista desde el albergue. También se pueden los dos trayectos por el agua, claro. Es lo bueno que tenemos aquí:se pueden diseñar formatos para todas las edades y condiciones físicas”.

Un lujo para el caminante, por variedad y calidad de alternativas

De camino a las aguas en los dos accesos privilegiados al embalse en el término, destacan varios senderos de interés, además de referentes patrimoniales religiosos como la ermita de la Virgen de Obac y la de la Mare de Deu. Hay un sendero señalizado donde pueden verse antiguas colmenas; en Chiriveta, otro despoblado técnico (porque sí tiene una familia asentada buena parte del año) se ve el Congost de la cara norte a la sur; se llega en pista asfaltada. También es muy bonita la caminata hasta el despoblado de Fet desde la pista de acceso a Montfalcó. En el pueblo cabecero destaca la torre de Viacamp, con su llamativo acceso exterior, y la ermita de Santa Quiteria. En el pueblo de Litera hay cinco casas con asiento permanente de habitantes, mientras que en Viacamp permanecen otras cinco parejas el año entero, además de gente con segundas residencias y estancias prolongadas.

VIACAMP Y LITERA

Comarca. Ribagorza.

Cómo llegar. Desde Huesca, su capital de provincia, hay 118 kilómetros por la A-22 y la N-123.

Núcleos de población. En el término están Viacamp, Litera, Chiriveta, L’Estall, Fet, Finestras, Montfalcó y Montgai.

Dónde dormir y comer. El Albergue Casa Batlle es la mejor opción de estancia, mientras que para comer se cuenta a pie de carretera nacional con el restaurante y bar Montsec de L’Estall.

La torre de Viacamp. Erigida en el siglo XI, formaba parte de un conjunto defensivo fronterizo para tratar de contener el avance del Islam.

Taxi. En Viacamp se ofrece un servicio de taxi para los atractivos turísticos de la zona, con salida en la oficina de Turismo local. Contacto en el móvil 671 48 72 56.

Ermita de San Marcos. Situada a apenas 300 metros del caserío de Finestras, en un punto estratégico para el registro de imágenes del pantano y la muralla china, es un sencillo edificio de mampostería con pinturas en el altar y la pared oriental.

Artículo incluido en la serie 'Aragón es extraordinario'.

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