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Panticosa, la inspiración de un panegírico pirenaico

La localidad del Alto Gállego conjuga la belleza de su entorno con una amplia serie de recursos para el turismo, tanto en verano como en invierno.

Tres desinencias y una raíz común. Panticosa es pueblo, estación de esquí y balneario, lugar de calma en temporada baja y cierto bullicio (manejado con suficiencia) en la alta, aunque sea una alta extraña como la de este 2020. En el mes de agosto, los números apuntan a excelentes en cuanto a número de visitantes, aunque la fluctuación de las reservas hoteleras por los periodos de cancelaciones haya sido un hueso duro de roer. No obstante, basta con asomar la nariz por este precioso enclave del Alto Gállego para entender que se ha acertado con la elección de destino.

Desde el pasado mes de octubre, Lorena López está a cargo de la información en la Oficina de Turismo del pueblo; viene de Sabiñánigo, a 30 kilómetros. “Panticosa ya es una gozada desde el primer paso en el pueblo. El esquí es primordial en la economía local, claro, pero el resto del año también hay mucho que ver y hacer. Este verano, a pesar de las dificultades y con todas las precauciones, hemos tenido bastante actividad cultural, desde conciertos y cuentacuentos a autocine, la feria con la Asociación de Artesanía de la Jacetania a mitad de este mes, teatro para adultos… en El Pueyo también ha habido cine, concierto y actividades infantiles. El próximo sábado 29, se va a hacer un espectáculo de equilibrismo cómico en El Pueyo”.

El tren turístico de alta Montaña El Sarrio, iniciativa local saludada con entusiasmo por los turistas en los últimos años, sigue siendo en éste una de las actividades más demandadas. Lleva en pocos minutos a la entrada del valle de la Ripera, punto desde el que hay seis rutas marcadas. “La que lleva a la cascada de Tendenera en apenas 40 minutos –explica Lorena– de paseo sencillo es la más familiar; la nueva de este año va desde el Rincón del Verde hacia el mirador de Sabocos, a dos horas y media”. Desde el balneario, y siempre según las posibilidades físicas de cada cual, son típicas las excursiones al hermoso ibón de Bachimaña, así como la subida al Garmonegro, el tresmil más accesible de la zona. No se pueden soslayar las subidas parciales o totales a Argualas, Infierno o Brazato, más propias de montañeros experimentados.

Subir con vistas de 360 grados

El telecabina de la estación de esquí, que sale desde el mismo pueblo, abre la puerta a otras excursiones interesantes, como la que lleva a los ibones de los Asnos y Sabocos. Hasta el próximo domingo 30 de agosto se sigue disponiendo de esta herramienta que ya ha dejado de ser exclusiva para los amantes de la nieve; los neófitos en el lugar se siguen sorprendiendo al ver las cabinas que suben y bajan, decoradas con los colores de diversos equipos de fútbol.

Este sábado 29 hay una experiencia muy interesante: se trata del Trekking El Sarrio Panticosa, y supone un día completo de actividad. Se sube con el tren del Sarrio hasta la Ripera y un guía acompaña a los participantes hasta el ibón de Catieras, la rinconada de Piniecho, la collada de Tablato, el ibón de Brazato y al Balneario, con circuito termal incluido y desplazamiento en taxi a Panticosa pueblo. Está limitado a 8 personas; el ‘pack’ cuesta 50 euros y se puede reservar en el 974 498 282 o en el correo electrónico reservas@aramon.es.

El balneario, ese lujo al alcance de todos en un entorno privilegiado

Raquel Alarcón, responsable de las Termas de Tiberio en el balneario de Panticosa, es una enamorada confesa de su entorno laboral, de lo que fue y lo que es;un lugar privilegiado de reposo en un entorno único. “Las aguas termales son sulfuradas, y están indicadas para problemas de piel, reumatismos, dolores musculares... además, son sedantes, así que ayudan con el estrés o los trastornos del sueño”. La parte antigua convive con la nueva en un conjunto que se remodeló y amplió entre 2005 y 2008. “Contamos con los edificios Continental Fase I y II, además de las Termas de Tiberio, y el hotel clásico y rehabilitado de 45 habitaciones; operativo todo el año”, explica Raquel.

Hay tres fuentes termales principales en el enclave. La Fuente de la Laguna, sale a 23 grados; la de san Agustín, preciosa, está cerrada al público ahora (tiene el PH alto) y el manantial de Tiberio, que sale de 49 a 52 grados según la época; este último abastece a las cinco piscinas del balneario, donde está a una temperatura de entre 32 y 37 grados. “Nuestra clientela viene sobre todo de Madrid, País Vasco, Cataluña y Francia. Entre los eventos anuales destaca el Festival de Música de Cámara, que se desarrolla en el Casino, también empleado para eventos varios y bodas. Hace poco recibimos a la gira del ‘Piano Du Lac’, que viene cada año desde Francia y ofreció tres actuaciones muy brillantes”.

En cuanto a los tratamientos, además de los comunes a cualquier balneario, destaca el uso de peloides: son barros hechos con agua termal y arcillas especiales, muy buenos para los dolores musculares. Además, se efectúan seguimientos médicos en estancias prolongadas. “Además de nuestros cuidados, todo suma: la tranquilidad, los paseos, comer con pausa… es un conjunto”, concluye Raquel.

La belleza del pueblo es un aliciente por sí misma para el visitante

Panticosa pueblo ya amerita por sí mismo un desplazamiento curioso: sus caserones con escudos centenarios, la iglesia de la Asunción, el puente románico, la zona antigua empedrada y sus calles estrechas que abrigan al paseante… además, entre los vecinos habituales (también entre los ocasionales recalcitrantes) hay cariño por el aspecto externo de las edificaciones: se cuidan las fachadas y es común decorarlas con flores en verano. Entre las peculiaridades de la zona figura con letras de oro los privilegios del quiñón; esta acotación medieval del terreno, que tenía competencia propia en materia de pastos, ganadería o caminos, incluye hasta el día de hoy un derecho de por vida de los habitantes de los pueblos de Panticosa, Hoz de Jaca y El Pueyo de Jaca, por el cual pueden tomar las aguas en el balneario de Panticosa de manera gratuita durante una novena al año.

PANTICOSA

Comarca. Alto Gállego.

Cómo llegar. Desde Huesca, su capital de provincia, hay 84 kilómetros por la E-7, la N-260 y la A-136 hasta destino. Al Balneario hay 7 kilómetros más por la carretera del Escalar.

Vespacito Pirineos. Este servicio (vespacito.es) se presta en la tienda de Nuria Farled, frente a la Oficina de Turismo. Se hacen rutas en moto por el valle de Tena, con tres vespas negras decoradas con tiras ‘bandera a cuadros’ y otra motocicleta de más cilindrada.

Hoteles y restaurantes. Entre la abundante oferta local destacan clásicos de siempre como el Morlans, el Escalar, Sabocos, Vicente, Arruebo… en la restauración, un sinnúmero de bares y cafeterías junto a veteranos como Sampietro (brasa) o Peña Blanca. Casa Belío es el restaurante del Camping.

El Pueyo de Jaca. La pedanía de Panticosa, sita junto al embalse de Búbal, cuenta con establecimientos hosteleros como Casa Escolano o Peña Telera, amén del Albergue Quinta Vista Alegre.

Artículo incluido en la serie 'Aragón es extraordinario'.

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