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Tres paseos por el entorno natural de Zaragoza aptos para familias
El Canal, los ríos Huerva, Gállego y Ebro, o los Galachos de Juslibol son algunas propuestas de rutas de entre 60 y 90 minutos de duración a pie.
Como cuando se piensa en las grandes ciudades, pensar en Zaragoza evoca asfalto, tráfico, edificios, comercio y prisas. Pero Zaragoza también es agua, la de su Canal Imperial y sus tres ríos, el Huerva, el Gállego y, cómo no, el Ebro. También es vegetación, fauna y flora, como la que habita en los galachos de Juslibol o en La Alfranca.
A veces, se tiende a buscar lejos lo que se tiene al lado o ¿acaso nadie ha tenido la sensación alguna vez de conocer miles de lugares mejor que la ciudad donde vive? Zaragoza ofrece, además de su vida urbana, un sinfín de alternativas de ocio al aire libre. Pasear, hacer un picnic, andar en bici o salir a correr son prácticas que, a causa de un panorama sanitario que invita a evitar espacios cerrados, se han revalorizado (y eso que son gratis) como nunca.
En busca de este tipo de actividades, están los que viajan al pueblo, a la montaña y, en unos días, a la playa. Pero ¿y si no hay más opción que quedarse en Zaragoza? Quienes están deseando huir de la ciudad pero no pueden salir de ella, encontrarán aquí tres paseos por el entorno natural de la capital aragonesa aptos para todos los públicos.
Estas propuestas son rutas agradables de entre 5 y 7 kilómetros, que se recorren andando en un máximo de 90 minutos, y sin apenas desnivel, por lo que se pueden realizar en familia y con niños.
Ruta circular por el Canal: desde Casablanca hasta Valdefierro
Tomando como punto de partida la fuente de los Incrédulos, en Vía Ibérica, esta ruta circular por el tramo oeste del Canal Imperial arranca en las esclusas de Casablanca. Se trata de un recorrido de ida y vuelta, por ambas orillas de esta obra hidráulica que atraviesa Zaragoza desde el año 1782.
Los alrededor de siete kilómetros de esta ruta se recorren a pie en un tiempo aproximado de 90 minutos, con principio y fin en el mismo punto. La parada del tranvía del Hospital Militar está muy próxima y también se dispone de una zona de aparcamiento de tierra, por si se prefiere ir hasta allí en coche.
La marcha se emprende por la orilla derecha del Canal, en sentido Valdefierro. El trayecto de ida de este paseo transcurre por un camino de tierra y algún tramo de adoquín totalmente acondicionado para caminar. De hecho, son muchos los vecinos de estos barrios, Casablanca y, más adelante, la zona de La Floresta, Montecanal, Rosales y Valdefierro, los que lo emplean para sus paseos diarios. No extrañarse si, además de corredores y andarines, se ven pescadores o deportistas descendiendo las aguas del Canal sobre una tabla de paddel surf.
A unos tres kilómetros desde el punto de partida, se localiza el embarcadero de Valdefierro, construido con motivo de la Expo 2008, dentro del Plan de Riberas y que hoy está prácticamente en desuso. Hasta aquí, se habrán podido contar hasta seis puentes sobre el Canal, pero aún se podrá avanzar dos más allá antes de que la siguiente opción para cruzar a la otra orilla sin tener que mojarse quede demasiado lejos.
El camino de vuelta variará en lo que al terreno se refiere. El primer tramo está asfaltado ya que da acceso en coche a los llamados Huertos del Canal, un espacio habilitado para zona de cultivo que se alquila por parcelas. También se puede llegar hasta ellos por sendas de tierra conectadas con el cercano barrio de Rosales del Canal.
Más adelante, el camino se bifurca, continuando la ruta por la senda de la izquierda, resguardada del sol por la frondosa vegetación de ribera. Es el tramo más fresco y húmedo de todo el paseo y también el más estrecho. El paseo continúa por este tipo de entorno durante algo más de un kilómetro, hasta llegar al andador de Publio Cordón, pasando por debajo de la prolongación de Gómez Laguna, en las proximidades de la cooperativa de taxis.
El resto del camino discurre por terreno adoquinado, con varios montículos que salvan la entrada de agua del canal al estanque del Lago, un espacio agradable para pararse a descansar, ya sea en el césped o en el bar-terraza del mismo nombre. Desde aquí, el final de la ruta, en la fuente de los Incrédulos, queda a quince minutos.
Un paseo por los tres ríos: del parque lineal del Huerva al del Gállego
‘Paseando por los tres ríos’ es una de las rutas propuestas dentro del programa Zgzanda, de Zaragoza Deporte. Este paseo, de apenas cinco kilómetros de distancia, una hora en tiempo a un ritmo normal, pasa por los tres ríos, el Huerva, el Gállego y el Ebro.
La ruta comienza en las inmediaciones del CDM Alberto Maestro, en el parque lineal del Huerva. Una vez en su orilla, el primer tramo de este paseo discurre en paralelo al cauce del río hasta llegar a su desembocadura en el Ebro, en el paseo de Echegaray y Caballero.
Una vez ahí, la ruta continúa hacia la derecha por la ribera Ebro hasta alcanzar el azud, que servirá para cruza a la margen izquierda y seguir las aguas por la otra orilla. Tomando hacia la derecha el camino de tierra que transcurre en paralelo al paseo de la Ribera, la caminata continúa hasta el parque Entrerríos. Si se explora hasta el final, en la misma dirección y siguiendo el cauce de las aguas, se llega hasta una pasarela de madera que desciende unos metros. Es el mirador del Gállego, el otro río que desemboca en el Ebro a su paso por Zaragoza, justo en este punto.
Sobre la desembocadura, comienza una pequeña senda entre vegetación de ribera que lleva hasta una pista. Si se recorre hasta el final, el caminante llegará, remontando las aguas del Gállego, hasta el parque Ríos de Aragón (el parque lineal del Gállego).
Este recorrido completo tiene una distancia de cinco kilómetros y una duración estimada de una hora a pie. Se puede realizar de forma lineal, empezando en el parque del Huerva y terminando en el del Gállego, o bien regresar desde el mirador al punto de partida.
El Galacho de Juslibol, un destino ineludible
Vivir en Zaragoza y no conocer el Galacho de Juslibol es la mejor excusa para que realizar esta tercera ruta de 7,6 kilómetros y una hora y media andando. Desde el barrio rural de Juslibol, hasta el que se puede llegar en coche o transporte público, los carteles indican la dirección hacia el antiguo meandro del río Ebro.
Es uno de los espacios naturales más emblemáticos de la ciudad y cuenta con un centro de visitantes que ya ha abierto de nuevo sus puertas. Las actividades que programa habitualmente también se han recuperado, lo que puede ser una alternativa para completar este paseo en familia y con niños.
Desde la plaza de Juslibol y dejando el barrio atrás, se abre un amplio camino de tierra entre escarpes de yeso y huertas. Se puede llegar hasta aquí en coche. En la siguiente bifurcación, la ruta continúa por el camino de la derecha para atravesar, unos metros más adelante, la barrera que indica que el paso de vehículos está limitado. Continuando por la pista que discurre paralela a los cortados, el camino se adentra en la zona de acogida del Galacho de Juslibol, con un área de descanso con fuentes y bancos y el Centro de Visitantes.
La ruta propuesta terminaría con el regreso por el mismo camino de ida, hasta la plaza de Juslibol. No obstante, una vez llegados a este punto, se recomienda realizar alguno de los recorridos señalizados para conocer este singular espacio natural, de 100 hectáreas de extensión.
El río Ebro, las lagunas artificiales y el galacho o antiguo meandro confluyen en este paraje con los cortados de yesos y la estepa. Una fusión de ecosistemas para conocer el paisaje característico del valle medio del Ebro.
Si entre el paseo de ida y la visita al galacho el cuerpo no puede con el camino de vuelta, que no cunda el pánico. El tren El Carrizal conecta el centro de visitantes con el barrio del Actur. Aunque con el aforo limitado a la mitad, este servicio vuelve a estar en funcionamiento con salida hacia Zaragoza a las horas y media.
