información elaborada en colaboración con la dpz

Si planeas una escapada por la provincia de Zaragoza, toma nota de estos tesoros no tan conocidos

Estos destinos, hasta ahora menos transitados por los turistas, son perfectos para disfrutar con amigos, en pareja o en familia.

Torre de Santa María, en Ateca.
Torre de Santa María, en Ateca.
Laura Uranga

Zaragoza provincia cuenta con auténticas joyas muy conocidas tanto dentro como fuera de Aragón. Sin embargo, también tiene otros tesoros menos transitados por los turistas. Debido a las actuales restricciones de movilidad, durante los próximos meses estos destinos son el plan perfecto para disfrutar de una escapada en pareja, con los amigos o en familia.

Un buen ejemplo es el arte mudéjar, que en los valles zaragozanos cuenta con muchos de sus más bellos edificios. Los máximos exponentes de este excepcional estilo artístico son las tres iglesias de Zaragoza provincia declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco -la iglesia fortaleza de Santa María de Tobed, la iglesia de Santa Tecla de Cervera de la Cañada y la colegiata de Santa María de Calatayud -, pero a lo largo del territorio se salpican otras muchas y magníficas construcciones: la iglesia fortaleza de San Félix de Torralba de Ribota; la torre de Santa María y la del Reloj de Ateca; las iglesias de Maluenda (San Miguel, la iglesia de la Asunción y la iglesia de las Santas Justa y Rufina), en la Comunidad de Calatayud; la iglesia de San Miguel Arcángel de Alfajarín y la iglesia de la Asunción, en la Puebla de Alfindén, y la iglesia de la Asunción, de Quinto, en la Ribera Baja del Ebro; la iglesia de San Miguel, en Ambel, la antigua iglesia de Santa María de la Huerta de Magallón y la torre y la ermita de Gañarul, en Agón, en la comarca Campo de Borja; la torre de la iglesia de Santa María, en Tauste; la torre de la iglesia de San Pedro, en Alagón; y la torre de Santa María de Utebo, entre otros.

El medievo también ha dejado otros rastros en la provincia. Los amantes de este periodo histórico pueden sumergirse en él visitando el castillo de los Luna en Mesones de Isuela, una edificación gótica de función militar cuya construcción data del siglo XII y que está tan magníficamente conservado que el visitante parece estar metido en una película; el castillo de Trasmoz, una fortaleza ubicada en la sierra del Moncayo que fue uno de los enclaves más disputados por los reinos de Aragón y Navarra; o el castillo de Sádaba, edificio de clara influencia cisterciense, erigido en el siglo XIII, y que ha pasado a ser uno de los más representativos de su época.

En Pedrola, a tan solo 30 kilómetros de la capital aragonesa, puede visitarse el palacio de los duques de Villahermosa, un majestuoso palacio renacentista construido en el siglo XVI por la familia de los Luna. Rodeado de unos espectaculares jardines, el interior del edificio conserva tres obras de Francisco de Goya: ‘El baile de las máscaras’, un boceto de ‘La Carga de los Mamelucos’ y un retrato de medio cuerpo de Ramón Pignatelli. Otra de las joyas palaciegas de la provincia es el palacio de los condes de Bureta, en el que vivió la Condesa de Bureta, heroína de los Sitios, y que ofrece una experiencia turística que también transporta al visitante a la vida de los nobles aragoneses durante los siglos XVIII y XIX.

En cuanto a los yacimientos que pueden visitarse, de los más importantes de la época romana son los de Los Bañales (en Uncastillo) y Bílbilis (en Calatayud), o las construcciones de la presa de Almonacid de la Cuba, de excelente conservación y declarada Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Aragón, y el mausoleo de Fabara, un sepulcro considerado como el monumento de este tipo mejor conservado de toda la Península.

Muchos millones de años antes de que MIguel Ángel dejase su firma en el Palacio del Vaticano, la preservación de fósiles de multitud de organismos animales marinos, entre los que se encuentran numerosos trilobites -con casi 80 especies diferentes descritas-, le han valido al yacimiento cámbrico de Murero la denominación de la 'Capilla Sixtina' de los trilobites, referencia a nivel mundial en el estudio y conocimiento de la evolución de la vida en nuestro planeta, con señales de la primera gran extinción de especies conocida.

Para los amantes de la naturaleza y el aire libre, la provincia también ofrece otras fantásticas propuestas de ocio como un paseo por las lagunas saladas de Chiprana (reserva natural) o las de Sástago y Bujaraloz (humedal Ramsar); un recorrido por la sierra de Santo Domingo, declarada paisaje protegido y que se extiende desde el valle de las Cinco Villas hasta la provincia de Huesca; o por la sierra de Armantes, situada en el Sistema Ibérico zaragozano, entre la vega de los ríos Manubles, Ribota y Jalón, con sus características formaciones de colores rojizos y blanquecinos que recuerdan al lejano Oeste; o una visita a los aguarales de Valpalmas, un paisaje único moldeado por la erosión que se conoce como ‘la Capadocia zaragozana’, o a los Ojos del Pontil, un humedal de unas seis hectáreas de extensión y aguas cristalinas situado en plena estepa, a un kilómetro de Rueda de Jalón. Otra opción es recorrer el espectacular barranco de la Hoz Seca, un cañón de película situado entre Jaraba y Calmarza y declarado espacio de interés turístico de Aragón.