Una sentencia condena a un colegio a pagar más de 5.000 euros a un niño que sufrió 'bullying'

El menor, que tenía 7 años, fue maltratado por sus compañeros y sufrió daños psicológicos.
La jueza concluye que el centro no se ajustó a la gravedad del caso y no le constan castigos a los agresores

Parte de la sentencia dictaminada.
Una sentencia condena a un colegio a pagar más de 5.000 euros a un niño que sufrió 'bullying'

El Juzgado de Primera Instancia número 21 de Zaragoza ha dictado una sentencia a favor de la familia de un niño que sufrió acoso escolar (‘bullying’) en el colegio privado de Zaragoza en el que estudió hasta los 7 años. La jueza considera probado que el pequeño "era maltratado por varios compañeros de forma continuada durante el recreo", y que es "evidente" que las medidas que tomó el colegio "no se ajustaron a la gravedad de la situación y en modo alguno evitaron los daños psicológicos que finalmente padeció el menor", a pesar de que en el juicio el centro, que es el Liceo Europa, insistió en que no hubo pasividad por su parte. Además, la sentencia desestima la pretensión del colegio de cobrar a esta familia el importe del curso que el niño abandonó en octubre de 2012, cuando sus padres decidieron cambiarlo a otro centro para poder pasar página. Las primeras sospechas

La pesadilla de esta familia, que prefiere no dar a conocer su identidad para proteger el anonimato de su hijo, había comenzado varios meses antes, cuando, a lo largo del año 2011, los padres comenzaron a notar que el niño llegaba a casa con cardenales, en alguna ocasión con las gafas rotas y que estaba cada vez más retraído. Además, y según explicó el padre del pequeño, otros progenitores empezaron a alertarles tras varios episodios violentos contra el menor que ellos mismos habían presenciado y en los que habían tenido que intervenir o que sus hijos les contaban. Entre ellos, y según relató la familia, que al niño lo ataban con cuerdas mientras recibía balonazos de sus compañeros o que, en alguna ocasión, fue obligado a comer tierra. 


Los padres de la víctima explicaron a HERALDO que intentaron solucionar el problema de forma dialogada, tanto con los padres de los otros niños que participaban en estos episodios como con la dirección del centro, y constan incluso cartas que llegaron a enviar a la tutora del pequeño manifestándole su preocupación y deseando aclarar las cosas. Finalmente, la familia decidió desmatricularlo comenzado el mes de octubre de 2012, algo que notificó por escrito. "En ese momento no denunciamos, solo queríamos pasar página porque estábamos muy tristes y deshechos", explicó el padre


Cuál sería su sorpresa cuando, poco después, recibieron una demanda del centro en la que les reclamaban 1.965 euros por las cuotas de enseñanza, material y seguro escolar correspondientes al curso que ya había comenzado, además del importe de comedor y autobús (224 euros) del mes de octubre. El colegio privado lo consideraba justo aludiendo al contrato que tienen con su alumnado, y por el que la familia debe abonar el curso comenzado incluso en el caso de que el alumno cause baja por motivos externos al centro. Fue entonces cuando la familia decidió hacer una reconvención: es decir, responder a la demanda contraatacando, demostrando que los argumentos esgrimidos por la otra parte estaban, en realidad, a su favor. 


El juicio se celebró en junio y la sentencia no solo ha desestimado la demanda del colegio sino que, tras escuchar a los testigos (entre ellos profesoras, psicólogos y peritos), ha estimado la reconvención y condenado al colegio a pagar 5.326,16 euros por los daños morales al menor y por lo sufragado por sus padres al tener que cambiarlo de centro. El colegio habría ingresado ya el dinero, salvo los intereses y las costas procesales. Daños psicológicos

Precisamente, una de las claves para desestimar la demanda presentada por el colegio y la empresa de transporte y el comedor ha sido que la jueza entiende acreditado el "incumplimiento total y absoluto" del contrato por parte del centro ante "la forma deficiente de realizar los trabajos de docencia" y recoge que al niño se le causaron daños psicológicos que van remitiendo (ahora tiene 9 años). "Tanto la tutora del niño como la psicóloga del centro (...) han reconocido que el niño sufría acoso escolar". Además, se muestra el "alcance de la situación, realmente muy difícil para un niño de siete años, lo que ha marcado su personalidad", algo que queda patente con claridad en los informes de los peritos.


También detalla que es "evidente" que "en modo alguno se evitaron los daños psicológicos" por parte del centro y va más allá, ya que hace referencia a los agresores. "Es curioso que conocemos las medidas que se tomaron con la víctima de los abusos, pero nada se ha dicho sobre las medidas que se tomaron con los agresores, salvo hablar con ellos y reprimirles su comportamiento, algo que es evidente que resultó insuficiente". De hecho, no consta que recibieran ayuda psicológica "ni castigo alguno". 


Fuentes del centro aseguraron ayer, por su parte, que la psicóloga que prestaba servicio en el colegio "no alertó de la situación del niño, solo recomendó el cambio de clase (algo que se hizo) y después redactó el informe de parte para los padres" que se presentó en el juicio (realmente hubo dos). Ante estas circunstancias, el colegio manifestó que se plantea "emprender acciones legales" contra la profesional y "dar cuenta al Colegio Oficial de Psicólogos". Además, las mismas fuentes del colegio aseguran que el padre del niño "ya advirtió que lo íbamos a pagar caro cuando se reclamó la deuda".