Mirai, la berlina de pila de combustible de Toyota, ha debutado, aunque solo por unos días, a nivel nacional en Zaragoza. Por primera vez en España, y dentro del Congreso Mundial del Hidrógeno que se celebró la pasada semana en la capital aragonesa, cuatro unidades del modelo japonés, que utiliza el hidrógeno como fuente de energía para propulsarse y no emite nada más que vapor de agua, han estado expuestas y han podido ser probadas por los participantes del simposio en el entorno de la zona Expo.

"El Mirai no se comercializa actualmente en España debido a la ausencia de infraestructura de recarga del hidrógeno, pero Toyota ya tiene coche para poder moverse de una forma limpia y eficaz. Las autoridades ya no pueden alegar que no hay coches de hidrógeno para impulsar una red de repostaje", decía Alejandro San Martín, relaciones públicas del fabricante nipón.

En todo el territorio nacional hay cinco estaciones de carga de hidrógeno (una en Zaragoza, Huesca y Albacete, y dos en Sevilla), de origen privado y en cierto modo también desactualizadas con respecto a los más recientes estándares técnicos.

Mirai ya se vende en Japón y en Estados Unidos desde finales de 2014 y 2015, respectivamente, y en diversos países de Europa: comenzó en Reino Unido, Alemania y Dinamarca y, posteriormente, se han unido Bélgica, Suecia y Noruega. A todos ellos se sumará Holanda a finales de año.

La berlina de hidrógeno de Toyota, cuyo nombre significa "futuro" en japonés, funciona gracias a la combinación de hidrógeno y oxígeno en su grupo de pila de combustible, donde se genera la electricidad que mueve el motor eléctrico e impulsa al Mirai.

Su autonomía de 550 kilómetros es similar a la de los vehículos de gasolina y el tiempo de repostaje es de entre tres y cinco minutos.

Con un motor eléctrico de 154 caballos de potencia, ofrece una velocidad máxima de 178 km/h y una capacidad de aceleración de 0 a 100 km/h en 9,6 segundos.

El Mirai mide 4,89 metros de longitud, 1,82 de anchura y 1,54 de altura. Como coche eléctrico, rueda en silencio, con gran suavidad y, pese a su gran tamaño, se mueve con facilidad. Por dentro es muy cómodo, con unas suspensiones blandas que hacen el viaje confortable.

Su precio en Alemania ronda los 65.000 euros.

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