Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor. Y, aunque muchas veces esta afirmación no sea cierta, la realidad es que echas la vista atrás y sientes cierto grado de nostalgia.

Recuerdas los viajes que hacías con tus amigos, las noches de fiesta y desenfreno, las escasas preocupaciones que rondaban en tu cabeza... Todo eso forma ya parte del pasado. Ahora eres una persona madura y cada vez con más obligaciones. En definitiva, te has vuelto mayor.

Si todavía no tienes muy claro si es o no tu caso, aquí tienes siete señales que te indican que tu etapa de juventud ha tocado a su fin.

Actualizas tus redes sociales: emplear los domingos por la tarde para colgar en Facebook fotos de la pedazo de fiesta que te has corrido el fin de semana con tus amigos ya no es lo más guay. Ahora eres (o, al menos, intentas) una persona adulta, con responsabilidades. Por eso, tal vez no proyectes tu mejor imagen si tus seguidores solo conocen tu afición por cerrar todos los bares de la ciudad. Incluyes tu primer trabajo en la biografía, cambias tu foto de perfil por una más seria, tratas de controlar tu fiebre por las stories de Instagram… ¿Te suena? Conoces qué es el cansancio: ¿Quieres conocer hábitos para conciliar el sueño? Antes eras capaz de ir a clase después de toda una noche de fiesta. Sin apenas dormir, una buena ducha y un cambio de vestuario servían como solución. Ahora, te duele la espalda un lunes por la noche, no duermes bien y al día siguiente estás que te duermes por cualquier esquina. El problema no acaba ahí: el sueño lo irás acumulando según avance la semana. Que te cancelen un plan el viernes por la noche es fantástico: se acabó lo de pasar la semana deseando que llegue el fin de semana. El trabajo te ha absorbido 24 horas al día, apenas has tenido tiempo para ti y, para rematar la semana, tienes un plan con tus amigos al que no te apetece nada ir. Que el encuentro se cancele y no tengas que asistir será una de las mejores noticias de la semana. Por fin podrás tumbarte en el sofá toda la noche y dormir sin programar el despertador. Tomar algo en casa es la mejor fiesta posible: perder horas y horas en arreglarte para salir por ahí forma ya parte del pasado. Ahora tu mejor plan será quedarte en casa, rodeado de buenos amigos y organizar una suculenta y apetitosa cena todos juntos. Si encima estáis dispuestos a desfasar… ¡igual os quedáis viendo una peli hasta las tres de la mañana! Los famosos son cada vez más jóvenes: ¡Qué tiempos en los que rezabas cada día para que tus padres te dejasen ir al concierto de tu cantante favorito! Una persona mucho más mayor que tú, por el que hubieses hecho casi cualquier cosa para conocerlo en persona. Ahora, sin embargo, si repasas la edad de los cantantes o futbolistas del momento, ninguno tiene más años que tú. Lo normal, de hecho, es que sean increíblemente más jóvenes. Preguntas a tus amigos por sus padres: cuando eres adolescente, te da exactamente igual cómo esté la familia de tus amigos. Sin embargo, con una cierta edad, comenzarás a socializar de otra manera con la gente, verás menos a tus amigos de toda la vida y, cuando lo hagas, llegarás incluso a preguntarles cómo se encuentran sus padres. Los sábados, día internacional de hacer la compra: hablábamos antes de que el trabajo apenas te ha dejado rato para ti entre semana. Si no has tenido para ti, ¿cómo vas a tener para los demás? La nevera llega prácticamente vacía al fin de semana. Por eso, ¿qué mejor plan que, ya que no has salido la noche anterior, invertir la mañana de sábado en ir al supermercado?- Ir al suplemento de Heraldo Joven