Heraldo del Campo

Cuando la demanda es muy superior a la oferta

La Ingeniería Agrícola se presenta como una alternativa formativa y profesional con una gran proyección laboral ya que las necesidades del mercado no están cubiertas.

Los ingenieros agrícolas tienen un abanico muy amplio de actividades en las que pueden desarrollarse como profesionales.
Los ingenieros agrícolas tienen un abanico muy amplio de actividades en las que pueden desarrollarse como profesionales.==
C. I. A.

"Una carrera con muchas salidas en un sector con mucha demanda de profesionales cualificados y poca oferta". Esta podría ser la foto que describe la situación de la Ingeniería Técnica Agrícola no solo en Aragón sino en el conjunto del país.

Así se desprende de la mesa redonda organizada por la Escuela Ingeniería Técnica Agrícola de la Universidad de Zaragoza en su campus de Huesca, donde se cursan estos estudios. Esta iniciativa, que se celebra anualmente, tiene como objetivo dar a conocer a los alumnos de Grado y de Máster las diversas vías hacia las que encaminar su trayectoria laboral.

«Los profesionales de esta carrera pueden trabajar en el diseño de proyectos de construcción de instalaciones, en industrias alimentarias, en cooperativas… el abanico es muy amplio y el alumno empieza ya a especializarse en el segundo y tercer curso a través de las asignaturas que elige», explica Mariano Vidal, coordinador del Grado de Ingeniería Agroalimentaria y del Medio Rural. «No obstante, el contrastar sus inquietudes con profesionales expertos que además son egresados de nuestra escuela les ayuda a acercarse a la realidad laboral del sector».

Vidal detalla que la Escuela Politécnica recibe al menos una oferta laboral a la semana de empresas que necesitan profesionales. «El año pasado fueron 60 y este año ya hemos recibido 18», añade el coordinador del grado.

Además de los conocimientos que los estudios de grado aportan al estudiante, «es fundamental hablar inglés y realizar prácticas externas», asevera Vidal, quien añade que la formación que coordina va a incorporar una asignatura optativa de prácticas externas que dé a los alumnos un «primer contacto» con el mundo profesional.

En la misma línea se expresa el secretario general del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Somontano, Francisco Berroy: «Además de ser trabajadores y buenas personas, que eso es necesario para cualquier ámbito de la vida, hablar idiomas, inglés, sobre todo, y hacer prácticas externas son dos elementos fundamentales», explica.

Berroy anima a los estudiantes a tener su propia explotación. «Es una salida muy digna, en un momento en el que el sector requiere de cualificación técnica para llevar a cabo muchos procesos y, en muchos casos, es necesario subcontratarla». Una salida que, a su juicio, no es tan difícil ya que muchos de los alumnos proceden del mundo rural y ya cuentan con explotaciones familiares ya sean pequeñas o grandes y con una maquinaria con la que arrancar. Asimismo, insiste, hay que tener en cuenta que el mundo rural está envejecido y que hay personas que necesitan vender o alquilar sus tierras.

«Tenéis un montón de salidas, pero no olvidéis nunca que este trabajo es vocacional. Que requiere de sábados, domingos...», les decía el gerente de la Finca La Rambla, Joaquín Aniés, a los asistentes, para quien el futuro de la profesión está garantizado. «Me fui con una sensación muy buena ya que vi a gente muy preparada y muy preocupada por tomarse en serio su trabajo y hacer las cosas bien», algo que es una ventaja para un sector «que es un motor de desarrollo económico y vertebración del medio rural».

Apoyo profesional

Recibir formación específica y tener un cierto apoyo en su labor profesional son algunas de las peticiones que los alumnos que están a punto de concluir sus estudios y muchos profesionales del sector de la Ingeniería Agrícola demandan. Facilitarlo es uno de los principales ejes de actividad del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Aragón, Navarra y País Vasco, cuyo decano, Ángel Jiménez, participó también en la mesa redonda para ofrecer su Colegio no solo como facilitador de gestiones y trámites sino también como nudo de unión entre empresas que necesitan profesionales del sector y los propios profesionales.

«La mayor profesionalización del sector agrario hace que el asesoramiento técnico sea cada vez más necesario. El agricultor requiere de unos conocimientos técnicos y es allí donde los ingenieros tenemos muchas oportunidades», asegura Jiménez.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

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