Desde casi el mismo instante en el que nació, hace ya nueve años, al pequeño Hugo siempre le han llamado Tanet, un apelativo cariñoso con el que su madre, María Pilar Garí, recuerda también a su abuelo, conocido en su localidad natal, Fraga, como el Tano. Tal vez por esto, no resulta nada extraño que eligiera este nombre tan familiar e importante para ella y su hermano Carlos para llamar Tanet al último de los quesos de cabra que han salido de su quesería artesanal, conocida con el nombre de Más del Tano, inaugurada en 2015.

Un queso cuyas primeras unidades se comercializaron en abril del año pasado y que, en apenas seis meses, se hizo merecedor del V Concurso de Aragón, al que se presentaron 32 candidatos. «Es un queso de leche cruda de cabra, con la corteza lavada, lo que le da un toque más suave y mantecoso. Un queso cuyo reconocimiento nos hizo mucha ilusión porque éramos una de las queserías más jóvenes de cuantas nos presentábamos al concurso», apunta María Pilar.

Desde muy pequeños, los dos hermanos ayudaron a sus padres, José y Virginia, en el cuidado de los animales, primero terneros y vacas y, después, desde 2008, cabras.

En la actualidad, Carlos se encarga de atender a los animales desde primera hora de la mañana y también colabora con M.ª Pilar en la elaboración del queso. «Al principio vendíamos la leche a otras queserías, pero un día mi padre empezó a hacer quesos y los daba a probar a amigos y familiares. Todo el mundo nos animó a comercializarlos y ahora transformamos en queso una media de 800 litros de leche a la semana», indica M.ª Pilar, quien recuerda emocionada el apoyo que sus padres siempre le han brindado a su hermano y a ella.

En la actualidad, la mayor parte de la producción la distribuyen en las provincias de Barcelona y en Zaragoza y también, aunque en menor medida, en Huesca y en Fraga, su localidad natal. Además, en los últimos meses, han recibido encargos en su página web (http://masdeltano.com) de personas procedentes de otros rincones de España y confían en que esta línea de negocio se incremente poco a poco.

Mientras tanto, M.ª Pilar y Carlos siguen trabajando «mucho», en la granja y también en los campos próximos ya que la mayoría de la alimentación de las cabras procede de su propia cosecha y el resto son piensos naturales «elaborados por nutricionistas con el fin de que la alimentación sea lo más sana y saludable posible».

M.ª Pilar reconoce no es una tarea fácil, ya que los animales comen «todos los días, incluido Navidad», pero los hermanos se turnan para poder librar. A pesar de las dificultades, reconoce que no le importaría que Hugo fuera el continuador de la saga porque «a él le encanta probar los quesos y ver a los animales y hacer lo que te gusta es lo más bonito del mundo. Yo lo hago».

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