Hay ocasiones en las que una situación de crisis deriva, a corto o largo plazo, en una nueva oportunidad, en una alternativa más ventajosa. Nietzsche sostenía que todo lo que no mata, hace más fuerte y eso mismo debieron de pensar hace unos años los responsables de la empresa familiar Sat Gavill, de Ejea de los Caballeros, dedicada principalmente al cultivo del puerro, su manipulación y comercialización.

Fundada en 1999, una década después, en 2010, tuvo que enfrentarse a una importante crisis, como consecuencia de la caída de la producción del cultivo del puerro en la comarca de las Cinco Villas. «Esto nos hizo replantearnos nuestro modelo de trabajo y buscar otros clientes, no solo de Aragón, sino del resto de España, para poder atender las demandas que exigían las empresas distribuidoras y que con nuestra producción no podíamos cubrir», apunta José Miguel Gallizo, hijo del fundador de la empresa y actual gerente.

Fruto de este esfuerzo y de su continua apuesta por la especialización y la mejora técnica, Sat Gavill se ha convertido en un referente dentro del sector. Un trabajo que le ha hecho merecedora del Premio Excelencia, convocado por la Feria Internacional de Maquinaria Agrícola (FIMA 2018), en su segunda edición.

El jurado ha reconocido con este galardón «la coherencia de su modelo de negocio, orientado al mercado, y su estrategia empresarial que apuesta por la innovación, el uso de prácticas culturales y la manipulación eficiente y respetuosa con el medio ambiente», afirmaron en el fallo.

Mayor producción

En la actualidad, Sat Gavill da trabajo a 50 personas y es un referente dentro del mercado nacional y también internacional, ya que el 20% de su producción la destinan a exportación. «En estos 18 años hemos pasado de cultivar entre 15 y 20 hectáreas de puerros durante tres meses al año, a cultivar 170 hectáreas todo el año y recoger una media de 30 toneladas de puerros por hectárea», apunta Gallizo.

Además, han mejorado también todo el proceso de transformación y acondicionamiento de los productos, lo que les ha hecho merecedores, entre otros galardones, de la certificación Global Gap, que reconoce el cumplimiento de estándares tan importantes como la trazabilidad desde la semilla hasta la salida del almacén, las buenas prácticas agrícolas o el manejo integrado de plagas, entre otras muchas cuestiones.

También son un referente en materia medioambiental ya que han logrado su reto de conseguir un menor consumo de agua. «En la actualidad contamos con un sistema de riego por aspersión y goteo, en sustitución del riego a manta. Y en la transformación se usa agua sin tratar para un primer lavado. Agua que, a través de un proceso de decantación, se devuelve al sistema de riego», concluye.

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