El arzobispo de Zaragoza ve "muy mal" que Cataluña se empeñe en retener los bienes

El presidente Lambán se reúne hoy con Lanzuela, Iglesias y Rudi para consensuar la estrategia a seguir por la DGA.

El arzobispo de Zaragoza, Vicente Jiménez Zamora, reiteró ayer que "las sentencias están para cumplirlas, los bienes reclaman a sus parroquias y tienen que volver". Por ello, afirmó que le parece "muy mal" que el obispado de Lérida y la Generalitat no entreguen el arte sacro aragonés que retienen.


El máximo responsable de la Iglesia en Aragón recordó que no tiene jurisdicción sobre los bienes secuestrados, ya que corresponde a sus compañeros de Barbastro-Monzón y Huesca, pero insistió en que "en democracia las leyes están para cumplirlas".


Además, recabó el apoyo para la causa del obispo de Ávila y presidente de la Comisión para el Patrimonio Cultural de la Conferencia Episcopal, Jesús García Burillo, natural de Alfamén y que ayer visitó Zaragoza para abrir el XXIX Congreso de Archiveros de la Iglesia en España.


García Burillo –quien dijo estar "bastante enterado" del asunto, como de todo lo que ocurre en Aragón–, explicó que, como bienes eclesiásticos que son, están "bajo el amparo y la jurisdicción de su obispo", que "circunstancialmente" están fuera, pero que espera que pronto puedan regresar.


Asimismo, recordó que ya existe una sentencia del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica que en 2007 ordenó a Lérida entregar los 112 bienes a Barbastro-Monzón, así como un pronunciamiento de la Nunciatura española en el mismo sentido.


Y añadió que desde el punto de vista patrimonial los bienes son "una parte de la vida de Aragón" y que, por ello, deben volver a su lugar de origen porque fueron generados "por la fe de un pueblo" y "lo normal, lo necesario y lo justo" es que regresen.


A las manifestaciones de ambos responsables eclesiásticos se sumarán hoy las del presidente autonómico, Javier Lambán, y sus tres últimos antecesores: Santiago Lanzuela, Marcelino Iglesias y Luisa Fernanda Rudi. En la primera reunión de estas características que se convoca en Aragón, y que se celebrará en el Pignatelli, está previsto que los expresidentes pongan en común sus respectivas experiencias en la gestión del conflicto, que todos ellos tuvieron que abordar y que ninguno pudo zanjar por las continuas trabas de Cataluña.


Por ello, en el encuentro de hoy también tendrán oportunidad de exponer su postura sobre la estrategia que a su juicio debe seguir en adelante el Ejecutivo aragonés para intentar dar un giro a esta situación que se arrastra desde hace dos décadas y lograr por fin el ansiado retorno de todo el patrimonio, tanto de las parroquias de la zona oriental como del monasterio de Sijena.


Además, tal y como publicó ayer este periódico, Santiago Lanzuela aprovechará para entregar a Lambán un documento de la Dirección General de Bellas Artes fechado en 1961 y que autorizaba al Museo de Barcelona a restaurar allí "todas las pinturas murales" que quedaban en Sijena, con el deber de "depositarlas en el Museo de Huesca o en el de Zaragoza" una vez concluidos los trabajos. El citado permiso hacía referencia a los frescos arrancados de la sala capitular.

Casi lista la respuesta a Mas

Pero sobre, recordaron desde el Gobierno, con esta cumbre inédita se pretende transmitir una imagen de unidad como símbolo del apoyo unánime que suscita esta histórica reivindicación en la sociedad aragonesa. Todo ello, en un momento en el que el presidente catalán, Artur Mas, ha vuelto a exhibir su desafío a Aragón y su nula intención de devolver las piezas que retiene pese a las sentencias canónicas y civiles que confirman la propiedad.


El PAR apoya la reunión e insta a Lambán a utilizar la declaración institucional que impulsó en las Cortes su presidente, Arturo Aliaga, como instrumento "para defender los intereses de Aragón".


Al margen de este encuentro, Lambán quiere crear una comisión permanente y pedir una audiencia al Papa. También contestará a la carta de Mas en la que se negaba a devolver los bienes. Ya tiene su respuesta casi lista. "Está ya muy elaborada, hemos incorporado la pluma de políticos y técnicos, pero quiero tener la reunión con los expresidentes y que su experiencia nos sirva", explicó.

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