Una remontada para la historia

El pasado domingo, al ganar 1-4 en Montilivi al Girona, el Real Zaragoza no solo consiguió seguir adelante en su competición, la promoción de ascenso a la Primera División española. Al remontar el adverso 0-3 sufrido en el duelo de ida y acceder así a la final, el cuadro zaragocista entró en los hitos referenciales de toda la historia del fútbol.

Desde este momento, el Zaragoza es uno de los únicos cuatro equipos que, a lo largo de toda la trayectoria del balompié mundial, han sido capaces de remontar tres goles adversos en un partido de vuelta jugado a domicilio. Es decir, una proeza atípica, que solo tenía hasta ahora tres antecedentes similares. Cuando algo así vuelva a suceder en el planeta fútbol, el Real Zaragoza será referencia inevitable. Una fantástica reseña estadística que revivirá su hazaña en el campo catalán infinitamente.

La primera referencia de una remontada de tres goles fuera de casa asoma precisamente en el fútbol español. Se dio en la Copa del Rey de 1986, es decir, en tiempos ya modernos. En la primera ronda de aquel torneo –que precisamente acabaría ganando el Real Zaragoza a Barcelona por 1-0, con el mítico gol de Rubén Sosa– se enfrentaban dos clubes gallegos de Segunda B: el Pontevedra y el Lalín, ambos de la provincia pontevedresa. Eran los tiempos donde los primeros cruces se sorteaban por proximidad geográfica. Entre septiembre y octubre de 1985, el más modesto Lalín dio la campanada al acabar eliminando a sus vecinos de la capital, que habían ganado 0-3 en la ida. El Pontevedra se confió en el choque de vuelta en Pasarón y el Lalín acabó ganando por 1-4.

Es decir, en cuanto a guarismos, fue un caso gemelo al que acaba de protagonizar el Real Zaragoza con el Gerona 30 años después. Pero la resolución fue diferente porque, por entonces, en la Copa española no regía todavía el factor del valor prevalente de los goles marcados fuera de casa en caso de empate global, norma que se instauró años después, en los noventa. Así que aquello acabó en la prórroga y el Lalín tuvo que consumar su sorpresón en la tanda de penaltis.

La segunda remontada de tres goles a domicilio tardaría en suceder 23 años, ya en el cercano 2008. Se dio en una eliminatoria de la Copa de la UEFA (actual Europa League) que enfrentaba al Slovan Liberec de la República Checa y el Dinamo Bucarest de Rumanía.

En la ida, los checos ganaron en el campo del Dinamo por 0-2, pero la UEFA sancionó a los rumanos por una alineación indebida y el marcador final se amplió, según la norma aún vigente, hasta el 0-3 a favor del Slovan Liberec.

Todo parecía resuelto cuando, dos semanas después, el histórico cuadro rumano visitó Chequia. Pero saltó la bomba y el Dinamo fue capaz de igualar el cruce con un idéntico 0-3 en los 90 minutos del partido de vuelta. Se acudió a la prórroga y, al no moverse el marcador, todo acabó en la inevitable tanda de penaltis. Los de Bucarest culminaron su machada y dejaron al Slovan petrificado en una noche negra en Liberec.

Y, por último, en la liga de Chile, dos años después, en 2010, tuvo lugar la tercera y última remontada de este calibre hasta la que llevó a cabo el Real Zaragoza anteayer en Gerona. En los cruces de ‘play off’ por el título del Torneo de Apertura (modo en el que se deciden los campeonatos en el país sudamericano), se enfrentaron el Audax Italiano de Santiago y el Everton de Viña del Mar en los cuartos de final. En la ida, jugada en el campo del Everton, los capitalinos del Audax parecieron resolver el cruce ganando 0-3. Sin embargo, siete días después, el club de Viña del Mar dio la campanada al vencer 1-4 en Santiago.

En este caso, el desarrollo de los partidos también siguió el patrón que dibujó el Real Zaragoza con el Girona este pasado fin de semana en una eliminatoria que ya forma parte de las efemérides mundiales.