Fotocopiadora,una replicante en el año de la luz

Aunque apenas ha amanecido el nuevo año, a estas alturas seguro que ya está al tanto de que 2015 es el Año Internacional de la Luz y sus aplicaciones. Para celebrarlo, y puestos a ser originales, nada mejor que una (foto) copiadora. En este caso, una Olivetti de las muchas que poblaron los centros de trabajo de la época y seleccionada como pieza representativa de 1987 en la sala dedicada al siglo XX en el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología de La Coruña.

Fotocopiadora Olivetti de los años ochenta.
Fotocopiadora,una replicante en el año de la luz
Muncyt

Sí, las fotocopiadoras son otra aplicación tecnológica de la luz dado que el proceso de reproducción recurre a la ídem de una lámpara para atraer electrostáticamente la tinta seca que luego se funde sobre el papel. Procedimiento descubierto por el inventor norteamericano Chester Carlson tras consumir noches enteras en vela –nótese la ironía– experimentando en la cocina de su apartamento de Long Island. Y que bautizó, previa consulta a un profesor universitario de Filología Clásica, como xerografía, del griego ‘xerox’, que significa ‘seco’.


Eso sucedía en 1938. No obstante aún tendría que correr mucha tinta hasta que la primera fotocopiadora viese la luz, al encontrarse con la negativa de todas las compañías ante las que se presentó, incluidas General Electric o IBM, con su idea. No fue hasta 20 años después y tras haber fundado su propia compañía, la Xerox Corporation, con el apoyo del Battelle Memorial Institute, que los sueños de Carlson se concretaron en la primera máquina operativa, la Xerox 914.


Pero si eso acontecía en 1958 ¿qué pinta uno de estos aparatos en el año 1987? Respuesta: ¿Quién no tiene en mente la imagen del oficinista de turno insertando un pliego de papel carbón –el sistema empleado antes de la irrupción de estos dispositivos– en su máquina de escribir para obtener un duplicado? Durante años, las fotocopiadoras tenían un tamaño inmanejable. Hubo que esperar hasta los ochenta para que surgiesen nuevos diseños más asumibles que permitieron que su uso se generalizase en todas las oficinas y despachos.