Sociedad

"A la vuelta al cole destinamos un sueldo"

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El inicio del curso escolar se vive con intensidad en la zaragozana familia Larriba-Llamas. Con 9 hijos -8 de ellos escolarizados-, regresa la rutina de los deberes, los libros, las mochilas y la obligada necesidad de cuadrar horarios. El reto está servido.

"A la vuelta al cole destinamos un sueldo"
JUAN CARLOS ARCOS

Alas 6.30 suena el despertador en casa de la familia Larriba-Llamas. Los tres hijos mayores -Juan, Isabel y Teresa- se preparan para coger el autobús de la línea 41 hasta el colegio Salesianos, en Zaragoza. Eduardo, el padre, se ha levantado hace ya hora y media y ha salido al trabajo. A las 7.30 es el turno de Mª Isabel, la madre, y los seis pequeños: Eduardo, José, Jorge, María, Raúl y Fernando, que con dos años recién cumplidos es el único que todavía no está escolarizado.


Todos ellos saben lo que es narrar su día a día en Heraldo Abierto. Fueron los protagonistas de los gastos diarios en enero de 2008. Entonces contaron los trucos que debe hacer una familia numerosa para llegar a fin de mes. Una tarea difícil que se agrava en septiembre con la compra de libros, mochilas, ropa deportiva, material escolar...


María Isabel Llamas explica que para la vuelta al cole en su casa destinan "casi el sueldo de un mes". De hecho, ya solo en libros gastan 1.112 euros, una cantidad que se incrementa cada año. "El curso pasado este concepto ascendió a 980 euros y el anterior, a 800". Esta madre de familia numerosa, médico de profesión, se muestra muy crítica: "No puedo aprovechar los libros de un año para otro. Es obligarnos a un despilfarro de dinero que no tenemos. No lo comprendo". En esa cifra incluyen también la compra de cuadernos, carpetas o bolis "que suponen una parte mínima del total".


Fueron previsores y, en rebajas, se hicieron con un par de mochilas nuevas. "Otras las reciclamos de cursos anteriores". De los chándals y zapatillas "nos preocuparemos a partir de octubre". Tampoco han tenido que preparar uniformes.


Regreso a las aulas



Los cinco hijos que cursan Infantil y Primaria volvieron ayer contentos y emocionados al colegio Salesianos, donde estudian. "El que más nervioso estaba era Raúl (de 4 años), que al principio no se quería soltar de mi mano", relata María Isabel.


Para ahorrar costes, ella y su marido se encargan de llevarlos a clase "y así no tenemos que pagar los 500 euros aproximadamente que supondría el transporte escolar". Los tres mayores retoman mañana los estudios.


El primer día podrían ir juntos todos los hermanos al colegio pero "es imposible porque, tal y como está ahora la normativa de tráfico, no puedo montar a todos en nuestro vehículo de nueve plazas. Si no, me arriesgo a una multa". "Antes -prosigue- los menores de 12 años contaban como medio. Ahora cada uno debe ir sentado en su plaza con sus elevadores o asientos homologados".


Con la vuelta a las clases regresan también los horarios imposibles. Los pequeños van al colegio por la mañana, comen en casa y salen de nuevo al centro. Los mayores hacen jornada intensiva y terminan a las 14.00. Las actividades extraescolares son otro capítulo aparte. "Casi ni nos lo planteamos". Aun así Eduardo estudia percusión en el Conservatorio y dos de sus hermanos practican fútbol. "Es muy complicado para todos. Es un esfuerzo que requiere dinero y también tiempo", dice.


Eduardo Larriba, técnico de organización en una empresa de electrodomésticos, trabaja solo por la mañana hasta noviembre. "Cuando vaya también de tarde yo dejaré de hacer sustituciones en centros de salud", explica María Isabel.


Ahora, por las mañanas, está en casa con Fernando, el más pequeño. "No va a la guardería. Ni nos lo planteamos, porque el precio de las que hay cerca de casa ronda los 400 euros". Según argumenta "si fuera a trabajar tendríamos que contratar a una persona que estuviera en casa a las 7.30 para llevar a los niños al cole". A esto habría que añadir lo que se iría en comedor, transporte... Este matrimonio critica la falta de ayudas que existen para las familias numerosas.