BEBIDAS ALCOHÓLICAS

Otra cerveza es posible

Muy populares en países como Inglaterra o Alemania, las microcervecerías se asientan en España. Aragón cuenta ya con una marca de cerveza artesana, hay otra en camino y comienzan a surgir iniciativas para satisfacer la sed de los amantes de las 'rubias' diferentes.

La cerveza casera que fabrica Sergio Ruiz, en copa, con su espectacular  espuma, y en su botella.
Otra cerveza es posible
OLIVER DUCH

Más allá de las multinacionales y de las grandes marcas existe un casi inabarcable universo cervecero habitado, de momento en España, por un minoritario pero devoto y activo grupo de aficionados. Al más conocido mercado de las cervezas de importación se ha unido hace unos años el de las microcervecerías (que se caracterizan por fabricar a pequeña escala -entre 1.000 y 5.000 hectolitros- y de manera artesanal) . Y ahora, también, trata de abrirse paso el 'homebrewering', es decir, hacer la cerveza en casa. En un país de cultura de vino, la cerveza comienza a revelar sus múltiples y sorprendentes caras, que van mucho más allá del trago helado para el verano. Y en Aragón van surgiendo algunas iniciativas fruto de este creciente interés.


"Es un mundo apasionante", defiende Ignacio Bermejo, propietario de la tienda Líquidos, en el 21 de la avenida de Goya de Zaragoza, que desde hace poco más de un año ofrece una colección de cervezas de importación y artesanas única en Aragón.


"Por un lado, está el consumidor de cerveza, de la que se vende en los bares, y por otro, el aficionado, que a su vez se interesa por la cerveza artesana, la de importación o la casera, que es el cliente de nuestra tienda. En este grupo también están aquellas personas a las que no les gusta la cerveza de las multinacionales, la industrial, y que buscan la diferencia, con productos ecológicos o más sanos, hechos a menor escala", explica Ignacio.


A su rincón cervecero acude una clientela variada pero casi siempre conocedora: "Mi labor es asesorar, pero también estar a la altura de muchos clientes que saben mucho de cerveza, miran en enciclopedias, en internet, suele ser gente de cierto nivel cultural... Lo que hago es interactuar con ellos. He llegado a emplear en una venta hora y media".


Cantidad y desconocimiento


Otro que sabe de primera mano lo que mueve el amor por la cerveza es el zaragozano Sergio Ruiz. Químico de formación, pasó varios años trabajando en una microcervecería en Inglaterra. Convertido ya en experto, actualmente ofrece catas de cerveza, da cursos sobre cómo elaborarla de manera casera o sobre maridajes. Hace poco más de un mes, acaba de lanzar una página web especializada en el tema: www.cervezasartesanas.com. Además, prepara junto a dos socios el lanzamiento de una marca de cerveza artesana, que pretende unirse a la única existente actualmente en Aragón, la Cerveza Mudéjar, que se elabora en Gea de Albarracín.


"En España somos cerveceros, pero de cantidad. No hay cultura de cerveza, el público es un gran desconocedor del mundo de la cerveza, que es una bebida con múltiples facetas y que pasa por todos los aspectos del sabor", comenta Sergio. Podría decirse que hay una cerveza para cada persona, para cada momento, para cada plato...


"La cerveza es muy subjetiva", abunda Ignacio Bermejo. "Se puede tomar una diferente según el estado de ánimo, la temperatura... Hay cervezas de invierno, de Navidad...", añade.


Uno de los factores que ambos citan como importante a la hora de popularizar el consumo de cerveza artesana, de importación y casera es el hecho de que la gente viaja ahora más. "Se prueban cervezas fuera de España y luego se buscan aquí esos sabores", dice Sergio. Ignacio coincide: "La gente que viaja viene a por cerveza".


En cuanto al precio, más elevado que el de la cerveza comercial, no creen que sea un problema: "Si la cerveza es buena, la gente está dispuesta a pagar. El precio suele estar justificado", dice Sergio.


Ignacio Bermejo no confía en el papel de los bares en cuanto a la popularización de este tipo de cerveza: "No les compensa, está todo copado por las multinacionales. Podrán ofrecer algunas cervezas de importación, pero el margen de las cervezas artesanas es pequeño. Los que nos dedicamos a esto no nos vamos a hacer ricos...".


Además, Bermejo destaca el hecho de que ni las cervezas que él ofrece ni las personas que las consumen tienen mucho encaje en los bares: "Estas cervezas son para beberlas tranquilamente, para saborearlas al margen de muchedumbres. La degustación de cerveza no tiene el aspecto social del vino, porque puede hacerse en soledad".