JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD

Huelgas y manifestaciones esperan a Benedicto XVI en Madrid

Trabajadores de aeropuertos, de metro y los indignados son las principales sombras que se ciernen sobre la visita del Papa a España.

Benedicto XVI
El Papa pide a las instituciones que vuelvan a sus raíces morales
EFE

Las huelgas y las manifestaciones planean sobre la visita que el papa Benedicto XVI hará a Madrid del 18 al 21 de agosto, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), en la que la organización espera la presencia de un millón y medio de jóvenes de todo el mundo.


Los sindicatos CCOO y UGT, los dos mayores de España, y el sindicato USO convocaron a los 60.000 trabajadores de asistencia en tierra de todos los aeropuertos españoles a dos jornadas de paro de 24 horas, una de ellas el día 18, que coincide con el aterrizaje del Papa a Madrid, según informaron hoy.


Entre esas 60.000 personas llamadas a la huelga se encuentran los trabajadores de los servicios de facturación de pasajeros y asistencia a los aviones, así como los encargados de atender a personas con movilidad reducida y los de las rampas para acceder a los aviones, entre otros.


La huelga tiene como objetivo protestar por el incumplimiento del convenio del sector, dijeron.


Además, el sindicato UGT ha convocado hoy paros en el metro de Madrid en la tarde del 18 de agosto, así como el día 20 y el 21, última jornada esta última en la que Joseph Ratzinger estará en la capital española.


Según informaron medios españoles, esos paros se han decidido por el «incumplimiento» de la subida salarial del convenio colectivo, así como por el pago de extras «de un modo arbitrario» para reforzar el servicio durante la JMJ.


Más allá de huelgas, la tercera visita de Benedicto XVI a España podría también verse empañada por las posibles protestas del movimiento de los indignados, que en los últimos días ha vivido un resurgimiento.Prohibir las manifestaciones

El Ayuntamiento de la capital española pidió hoy que se prohíba toda manifestación que pretenda realizarse esos días. La protesta «se puede realizar en otro lugar y en otro momento sin ningún problema», argumentó el vicealcalde, Manuel Cobo.


Los indignados, que han achacado a la visita de Ratzinger el desalojo de sus últimos reductos de la Puerta del Sol, el pasado martes, se han mostrado contrarios a presencia del Papa en Madrid por el elevado gasto que eso conlleva -unos cien millones de euros según algunas estimaciones.


Para el Ayuntamiento madrileño, del conservador Partido Popular (PP), es «legítimo» que una «minoría» quiera expresar su oposición a la visita de Benedicto XVI, dijo Cobo, «pero desde luego no en las proximidades, no en el momento en que va a haber cientos de miles de personas celebrando justo lo contrario».


Más de 140 organizaciones se han adherido a la convocatoria de una manifestación contra la visita del Papa convocada en el centro de Madrid para la tarde del día 17, unas horas antes de que al mediodía siguiente aterrice el Papa en la capital española. Y esa convocatoria ha sido abordada en asambleas del «movimiento de los indignados» celebradas en los últimos días.


El gobierno regional de Madrid, también en manos del PP, pidió hoy al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero que ponga «todos sus efectivos» policiales a disposición de la JMJ ante posibles manifestaciones de los indignados, a los que exigió que «respeten los derechos de todos»,


Por su parte, el Instituto de la Juventud (Injuve), dependiente del gobierno de Zapatero, pidió hoy respeto hacia los participantes en la JMJ. «El derecho a la crítica no se debe confundir con la impunidad para obstaculizar el normal desarrollo» de la cita, dijo su director, Gabriel Alconchel.