SORTEO DE LOTERÍA

El Gordo del Niño, íntegro a un barrio obrero

El primer premio, el 70.013, se vende en Ascao, una barriada trabajadora de Madrid. El segundo está más repartido, aunque la mayor parte recae en Gran Canaria.

Varios jóvenes celebran su suerte con champán, en Madrid.
El Gordo del Niño, íntegro a un barrio obrero
K. R./EFE

Los vecinos se asomaban a las ventanas con cara de pocos amigos. Muchos habían tenido que madrugar para ver qué les había dejado los Reyes Magos a los pies de los árboles y todavía no habían asimilado el levantarse a unas horas tan intempestivas en un día festivo. El motivo de su curiosidad era la jarana que estaba montada en la calle de Emilio Ferrari, número 64. Madrid. Barrio: Ascao, en el noreste de la capital. Zona humilde y trabajadora fuera del círculo de la M-30. Y desde ayer, una de las barriadas más felices del país. El primer premio del Niño, el 70.013, se vendió entero en la Administración número 247. Es decir: 60 billetes, a 200.000 euros el décimo, hace un total de 120 millones. Casi nada.

El sorteo extraordinario demostró que la diosa Fortuna es muy caprichosa. Porque no es muy normal que dos buenos premios de lotería caigan en la misma calle, a una diferencia de tres manzanas. El 22 de diciembre, la Administración 388 situada en el número 27, vendió parte de uno de los cuartos premios del Sorteo de Navidad, el correspondiente al 57.896. Ahora, su vecino José Luis Nieto se ha despachado con semejante alegría, gracias también a la fidelidad de los vecinos, que están abonados a este número desde hace años. Muchos de estos compradores habituales son comerciantes del mercado de Emilio Ferrari. La entrada a esta galería comparte pared con la administración, mientras que en el otro lado hay una gasolinera.

Uno de estos afortunados fue Víctor Sánchez. Este carnicero confesó que para el Gordo había comprado el décimo a un pollero amigo; pero para el día de Reyes, tuvo que acudir a Pepe. "¿Dónde está? Pero, ¿dónde está Pepe?", exclamaba a la espera del lotero.

Víctor usará el dinero de su décimo para darse algún capricho y "tapar agujeros". Como Raúl, otro comerciante del barrio. También llevaba un décimo y aseguró que lo único que iba a hacer es ahorrarlo para vivir más desahogado. "Con la crisis que hay ", indicaba antes de ser achuchado por una vecina.

Mientras, el número 11.833 fue agraciado con el segundo premio, más repartido, que fue vendido en San Fernando de Cádiz, Valencia, La Coruña, Pontevedra y, sobre todo, en Gran Canaria. No obstante, la administración número 4 de Burgos devolvió íntegramente los décimos agraciados. Un total de 20 series, adquiridas por consignación, que hubieran alcanzado un valor de 20 millones de euros en total.

Aunque Barcelona no pudo dar el Gordo por tercer año consecutivo, sí repartió parte de tres de los 12 terceros premios. La Ciudad Condal vendió parte del número 26.308 y del número 01926. En Badalona, el número 99.564.