Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Gazapos de ciencia y cine

'Megalodón 2, la fosa': ¿alguna vez has visto peces con traje metálico y pulmones?

Pensar en bucear en una fosa plagada de megalodones hambrientos es de locos. Y también plantearse bucear a pulmón a profundidades abisales.

Fotograma de la película 'Megalodón 2: la fosa' (Ben Wheatley, 2023)
Fotograma de la película 'Megalodón 2: la fosa' (Ben Wheatley, 2023)
Warner Bros

¿Hay algo más ilógico que plantearse bucear en una fosa plagada de megalodones ansiosos por zamparse a todo bicho viviente? Sí, lo hay: pretender bucear a pulmón durante un minuto a profundidades abisales en una fosa llena de megalodones hambrientos.

El equipo de investigación de Mana One inicia una misión para explorar la fosa en la que moran los megalodones. Allí descubren una explotación minera clandestina que les obliga a librar una batalla de alto riesgo por la supervivencia rodeados de los gigantescos depredadores.

Encuentra el gazapo científico es este diálogo de la película ''Meg 2: the trench' ('Megalodón 2: la fosa'), dirigida por Ben Wheatley en 2023, con guion de Jon Hoeber, Erich Hoeber y Dean georgaris, y con Jason Stacham (Jonas Taylor), Wu Jing (Jiuming Zhang), Shuya Cai (Meiying) y Cliff Curtis (Mac) en el reparto. 

El diálogo

  • -Esta esclusa aún funciona -anunció Jonas.
  • -¿De qué nos sirve la esclusa? No hay cápsula -replicó Rigas
  • -Nadaré hasta la esclusa por la que entramos (a la base minera) y la abriré desde allí
  • -No tienes traje ¿cómo lo vas a hacer? -gimoteó Meiying, haciendo hincapié en que se encontraban a bastantes más de 6.000 metros de profundidad, atrapados en la base minera en la que se habían refugiado.
  • -El agua sometida a presión no se comprime. Si llena sus fosas nasales de agua podría sobrevivir 30, tal vez 60 segundos antes de perder el conocimiento. Es posible -explicó Rigas.
  • -¿No le aplastará la presión?
  • -No funciona así. No ves peces con traje metálico ¿no? Tiene que ver con el aire: reacciona bajo presión y por eso tiene que expulsarlo por las fosas nasales -insistió Rigas.

El gazapo

Querida Rigas, si hay algo que no funciona así es tu razonamiento. Aunque sí aciertas en señalar que la explicación tiene que ver con que el aire reacciona bajo presión. Y por 'reacciona' habrá que entender que quieres decir que se comprime.

La pregunta que deberías haber formulado no es si alguna vez has visto un pez con traje, sino un pez con pulmones. Y al hilo de ella, si alguna vez has visto a un cetáceo a semejantes profundidades. Y ya te digo yo que en ambos casos la respuesta es no. Las ballenas de Cuvier, que son aquellas que efectúan inmersiones a mayor profundidad, 'solamente alcanzan los 3.000 metros de profundidad.

Porque por fortuna (o más bien por adaptación evolutiva) para los peces, estos cuentan con unos órganos respiratorios idóneos para el medio acuático: las branquias, gracias a las cuales obtienen el oxígeno que necesitan a partir del agua. 

Por fortuna porque la presencia de pulmones (que sí tienen los cetáceos y los humanos atendiendo a su condición de mamíferos) supone una limitación muy importante a la hora de efectuar una inmersión. Y expulsar el aire de las fosas nasales no es la solución, porque para desgracia de Jonas, todavía queda el aire presente en los pulmones y en menor medida en los oídos y en el intestino.

Y aquí vuelve a entrar en escena Rigas cuando señala que el aire 'reacciona', comprimiéndose, sometido a presión. Momento de acudir a los clásicos: tal y como señala la Ley de Boyle, en un gas ideal a temperatura constante, la presión es inversamente proporcional al volumen, algo que se refleja en la fórmula: P₁V₁/T₁=P₂V₂/T₂

Y si asumimos que la temperatura corporal interna de Jonas no variará sustancialmente durante los 30-60 segundos que planea bucear, entonces, a 6.000 metros de profundidad (donde la presión es de casi 600 atmósferas), el aire presente en el interior del cuerpo reduciría su volumen en un factor de 600 de golpe. Y no hace falta ser un experto en medicina para intuir el desbarajuste que eso puede provocar en el organismo. 

Si las ballenas son capaces de sumergirse a semejantes profundidades (hasta 3.000 metros) es porque pueden vaciar y colapsar por completo sus inmensos pulmones, al tiempo que su caja torácica también se recoge y pliega para evitar que se genere un espacio vacío. 

Un último inciso: sí, los peces tienen vejigas natatorias llenas de gas a modo de órganos de flotación, pero dado que se desarrollan en ese ambiente, el gas atrapado en ellas ya está a la misma presión que el exterior.

La investigación que Rigas no tuvo tiempo de leer

Sí, porque cuando la investigación se publicó, en 2022, la película ya estaba en posproducción. Motivo por el cual Rigas no llegó a descubrir que el agua a esas presiones abisales sí que se comprime lo suficiente para impedir los procesos metabólicos y fisiológicos indispensables: las moléculas de agua se disponen en el seno del líquido formando una red tridimensional tetraédrica, unidas entre sí por los relativamente débiles y 'largos' enlaces de hidrógeno. Dejando suficiente espacio para que circulen las moléculas de otros compuestos. Pero sometida a mucha presión, la estructura se deforma y se comprime limitando esa circulación. 

Lo más relevante de la investigación es que se ha descubierto que los peces y demás organismos marinos que habitan a esas profundidades presentan una gran concentración en sangre de un compuesto, el óxido de N-trimetilamina (TMAO), que refuerza la estructura del agua impidiendo que comprima.

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